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Narrador omnisciente: -Seguros que no me matará ella?- preguntó la chica un tanto temerosa.
Keira se encontraba más nerviosa de lo normal. Le sudaban las manos y no paraba de moverse, era como un perrito pensaron los gemelos. -Tranquila, estamos aquí para detenerla antes de que te haga algo.- dijo George para calmarla.
Fred tocó la puerta de la madriguera y claramente se escuchó un "ya voy" de Molly.
No pasaron más de treinta segundos cuando la puerta se abrió. La señora Weasley que tenía una taza de café en las manos, la dejó caer para abrazar a la chica. -C-como es posible!? Por Merlín! Donde has estado todo este tiempo!?- preguntaba la mujer mientras analizaba a la chica como si estuviera herida.
-Larga historia.- respondió Fred.- Sabes donde está Ginny?- al decir eso, la señora Weasleys abrió los ojos.
-Es verdad! Me ha dicho que se iría a entrenar...no se dónde...- empezó a decir pero Keira supo donde era. -Se donde es, solíamos ir allí de pequeñas.- dijo con una sonrisa.
Molly quien seguía abrazando a la chica se separó de ella y la miró con lágrimas en los ojos. -Te hemos hachado tanto de menos...no sabes como lo ha pasado Ginny...gracias por hacerla tan feliz, ahora ve, estoy segura de que se alegrará de volver a verte.
-No si la mata antes.- le susurró George a Fred quién asintió. -Quieres que te acompañemos? Por si acaso...- Keira inmediatamente negó.
-Creo que debo ir sola...desearme suerte.- dijo para empezar a caminar rumbo la pequeña casa secreta hecha de ramas donde solían jugar de pequeñas.
De camino allí la chica solo pensaba en las cosas que le diría cuando la viera...
Se enfadaría mucho?
Al llegar no pudo evitar llorar al verla sentada frente el lago. Estaba preciosa.
Empezó a caminar lentamente hasta quedar detrás. -Mamá, necesito estar sola por favor...- dijo sin mirarla.
Keira no sabía cómo reaccionaría, pero ella lo tenía muy claro, se sentó a su lado y fue cuando la pelirroja la miró y inmediatamente se apartó. -No, no, no, no para por favor.- se dijo a sí misma.- No eres real, NO ERES REAL!
-Ginny! Soy yo!- dijo la chica intentando acercarse a ella pero la pelirroja seguía en shock.
Keira se acercó más donde estaba ella y la abrazó con fuerza. De repente notó como empezaba a llorar en su hombro. -Keira...por que...- dijo la pelirroja abrazándola también.
-Estoy aquí, y no pienso irme.- dijo la chica llorando también. -P-pensé que estabas...lo siento mucho. Siento no haberte buscado, perdóname.- empezó a decir la pelirroja.
Keira se separó y la miró. -Ya ha pasado si? Estoy aquí, contigo.
Ginny aún se encontraba en estado de shock, no asimilaba nada de lo que sucedía, solo quería que no se acabara, quería que fuera para siempre.
Entonces, como si todo fuera perfecto, como si no hubieran problemas y solo estuvieran ellas dos contra el mundo, Keira se acercó con decisión capturando los suaves labios de la pelirroja.
Ginny no tardó más de dos segundos en corresponderle de la mejor manera acercándola más a ella, intentando mantenerla lo más cerca posible. No iba a dejarla irse otra vez.
Cuando les faltó el aire se separaron de golpe y se miraron unos segundos con la respiración acelerada, y el corazón a mil. -No vuelvas a irte.- le dijo la pelirroja. -No pensaba hacerlo.- respondió Keira con una pequeña sonrisa.
Fue cuando Ginny le pegó en el brazo. -Eso por hacerme sentir como la mierda por mucho tiempo.- entonces se acercó y le robó un beso.- Y eso por que te amo.
-Me lo esperaba...- admitió la chica sobándose el brazo.- Yo también te amo por cierto.
Ginny miró al suelo aguantándose las ganas de llorar, causando preocupación en Keira. -Es que no creo que esto este pasándome. ESTAS AQUÍ!- se acercó a ella y la envolvió en un abrazo.- No sabes lo feliz que estoy ahora mismo. Tu...me haces feliz.
Keira la miró y sonrió. -Quién diría que acabaríamos aquí? Recuerdo cuando veníamos de pequeñas y me explicabas lo bonito y guapo que era Harry...- empezó a decir pero vio la cara de Ginny.- Era broma. Tu también me haces feliz.
Las dos chicas decidieron volver a la madriguera para acabar de hablar.
Cuando los gemelos y Molly las vieron caminar de la mano juntas se miraron entre sí. -Niños, quiero mis galeones.- dijo la mujer extendiendo la mano para que le pagaran.
-Juraba que Ginny la mataba.- dijo George entregándole los cinco galeones. -Y yo que Keira vendría corriendo mientras Ginny la perseguía.- siguió diciendo Fred.
Molly por otra parte no podía estar más contenta. Con ver la cara de su hija junto Keira le producía felicidad.
-Hemos llegado.- dijo Keira con una sonrisa.- Y como veis, he llegado de una pieza. -Si, eso podemos verlo.- dijo George.
-Keira!?- dijo alguien desde la puerta.
Ron se acercó a ella y la abrazó a lo que la chica le correspondió de la misma manera. Mientras, Fred, George y Ginny rodaron los ojos al verlos tan juntos.
Y durante el resto del día, Keira les explicó todo lo que había sucedido con sus padres y con su abuelo. Los Weasley escuchaban con atención a casa palabra que la chica decía.
-Entonces, tus padres irán a Azkaban?- preguntó George. -Si, creo haber escuchado unos...20 años?- respondió Ron a lo que todos lo miraron raro.- Es verdad...no os lo había dicho pero ahora soy auror. He conseguido el puesto.
Molly saltó de alegría al escuchar tan buena noticia. Su hijo lo había conseguido, siempre había sido su sueño. -Felicidades Ronnie.- lo felicitaron los gemelos al igual que todos.
-Y donde te quedarás?- preguntó finalmente Ginny quitándose la duda.
-No lo sé, supongo que me iré a un hotel...- empezó a decir la chica pero al ver reír a todos paró de hablar.- He dicho algo malo?
-No amor, solo que nos parece gracioso que pienses que te dejaremos marcharte como si nada.- empezó a decir Fred.
-Obviamente te quedarás aquí cielo!- dijo Molly.- Tenemos habitaciones de sobras...
-Créeme que no les hará falta otra habitación.- dijo George a lo que Ginny le tiró una cuchara.
La cena transcurrió muy bien, Keira saludó a Arthur cuando esté llegó de trabajar, los gemelos se fueron a su apartamento no sin antes desearle buenas noches a la chica.
-Enserio te pondrás celosa?- dijo Keira estirándose al lado de la pelirroja una vez se encontraban en su cuarto.
-Piensas que es cómodo ver a mi hermano coquetear contigo todo el tiempo? Te ha abrazado! Por la cintura!- replicó Ginny.
Iba a seguir quejándose pero Keira la interrumpió juntando sus labios en un tierno beso. -Mejor?- preguntó la chica.
Ginny sonrió. -Si, pero la próxima vez dámelo enfrente de él.- dijo riendo.
Parecía que al final, el destino quiso que se volvieran a encontrar. Al final parecía que quería que estuvieran juntas.
