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Narrador omnisciente: Keira se encontraba en su cuarto. No estaba sola, mucha gente se había preocupado por cómo estaba y la había invitado a formar parte de su grupo.
Pero ella solo quería paz...y Jerry. -Que tal amiguito?- dijo sonriendo.- Mira que te he traído.- dijo dándole una rama seca.
Jerry empezó a jugar con la rama, le volvían loco y eso ponía feliz a la chica. Le gustaba que Jerry se sintiera a gusto con ella.
Tocaron su puerta.
Rápidamente decidió esconder a su amiguito en su armario procurando que no fuera visto.
Al abrir la puerta se llevó una sorpresa. -Cedric...no deberías estar preparándote para la ultima prueba? Que haces aquí?
-Me gustaría que estuvieras, no es bueno quedarse en tu cuarto durante dos días...así que te lo pediré amablemente. Vendrás a la última prueba?
Keira negó. -No...es que mejor que no vaya, no quiero ser un estorbo.- dijo con una sonrisa.
Cedric bufó. -Supongo que no me dejas otra...adelante chicos!- dijo, entonces aparecieron los gemelos.
-Q-qué? Oh vamos...no podéis obligarme a ir...- dijo puesto que cada uno la tomó con cuidado del brazo arrastrándola por los pasillos junto con Cedric para ir a la prueba final.
-Vamos amor...no puedes pretender ser una bruja solitaria...- dijo Fred mirándola. -Si...mejor quédate con nosotros.- siguió George con una sonrisa.
La chica agradeció que no le preguntaran nada acerca de Ginny. No quería saber nada de ella. Al menos no ahora.
Una vez allí, Keira le deseó buena suerte a Cedric y se fue junto los gemelos y Lee a las gradas donde se encontraban todos.
-Que hace una damisela hermosa tan sola?- le dijo un búlgaro de repente a la chica.
-Primero, señor de las nieves, estamos a veinte grados para llevar un abrigo como ese.- dijo Lee poniéndose entre ellos. -Segundo, ella no está sola.- dijo George haciendo lo mismo que el moreno.
-Lárgate.- dijo Fred abrazando a la chica por la cintura.
El búlgaro, un poco asustado se fue por donde había venido.
Keira se empezó a reír. -Chicos...dais miedo así...a lo mejor solo quería ser mi amigo.- dijo mirándolos a cada uno.- Pero gracias por recordarme que no estoy sola.
-Kei...corazón, ese tío no quería ser tu amigo.- dijo Fred a lo que George y Lee asintieron. -Como ves...aún eres muy inocente.- dijo Lee. -Por eso estamos nosotros.- le guiñó el ojo George.- Para protegerte de cualquier mal.
Ginny quién se estaba enterando de todo, esperaba de brazos cruzados. Siempre que discutían, la primera en acercarse y disculparse era Keira.
Habían pasado dos días y aún no se había disculpado. Miraba como la chica reía con sus hermanos y amigos y solo pensaba en que a Kei nunca le importó su amistad...
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Y ahora?
Cedric Diggory estaba muerto. Lo habían asesinado según Harry. Voldemort lo había hecho. -Cedric Diggory como todos sabéis era un alumno ejemplar, excelente jugador y fiel a su casa. Era un buen amigo para todos...- Dumbledore hablaba y hablaba de lo bueno que había sido el joven Diggory.
Keira, lloraba en silencio. Cedric era el único que sabía de su secreto. No la juzgó por ello...la apoyaba y la animaba a continuar salvando pequeñas vidas.
Cedric había sido un gran amigo con ella y no se merecía morir.
Así fue el final del curso. Trágico y horrible para muchos.
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Keira se encontraba en el tren de vuelta a casa...de vuelta a la realidad.
Por qué como había dicho Ginny, ella no era nadie, y no era suficiente para sus padres. No era la hija perfecta.
La pelirroja era la única que sabía su situación en casa y aún así, se lo puso en cara delante de todo el colegio.
Casualidad de que Ginny también pensaba en su mejor amiga en ese instante. Quería arreglar las cosas antes de que fuera tarde.
Y si eso implicaba disculparse antes...entonces lo haría.
De dirigió en su búsqueda pero se quedó de piedra al ver esa escena ante sus ojos.
-Estás mejor? Supe lo de la pelea...-dijo Harry. -No, enserio, no es nada. Estoy bien.- dijo la chica dedicándole una sonrisa.- Siento mucho la pérdida de Cedric...erais muy cercanos?
-Bueno...era mi amigo.- dijo Harry mirando al suelo. -El mío también...- respondió la chica de la misma manera.
Harry no lo pensó y le dio un abrazo a Keira quién correspondió el gesto.
Ginny quién se encontraba allí parada, delante de ellos con los puños cerrados de rabia, dio la vuelta y se fue lo mas lejos posible de allí.
Si algo tenía claro la pelirroja era que no pensaba disculparse con Keira.
No después de haber visto eso.
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-Listo Jerry? Hemos estado practicando durante todo el curso...sabes cómo te tienes que comportar de acuerdo?- dijo Keira seriamente mirando a la criatura.
Esta no dijo nada, solo asintió y se metió dentro de su mochila.
La chica suspiró. El tren ya estaba reduciendo la velocidad así que significaba que habían llegado a su destino. -Casa...allá vamos.- dijo para sí misma sonriendo. Sus padres se encontraban delante de ella, de brazos cruzados los dos con expresiones serias en el rostro.
Las piernas ya le empezaban a temblar. -Hola padre, madre.- los saludó.
-Nos vamos.- dijo su madre indiferente para darse la vuelta y empezar a caminar.
