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Narrador omnisciente: -HARRY POTTER ESTA MUERTO!
Keira miraba a cada uno de los mortífagos hasta que los encontró. Allí estaban sus padres, mirándola. -Claro que ahora es cuando os unís a mi.- dijo el mago tenebroso riendo y provocando la risa de muchos de sus seguidores.
-Draco...- dijo Lucius Malfoy.- Draco!- seguía diciendo sin embargo el platinado no decía nada. No se movía. -Draco.- dijo su madre, fue cuando levantó la vista y miró a todos pasando su mirada con Keira que negaba con la cabeza.
El platinado empezó a bajar las escaleras y fue con sus padres. -Bien hecho joven Draco...alguien más?- soltó el mago tenebroso.
Neville dio un paso al frente ganándose una risa amarga de parte de Bellatrix. -Me gustaría decir algo.- empezó el chico.- Harry no ha muerto , está aquí con nosotros, al igual que nuestros familiares y amigos. Todos ellos están con nosotros. Su muerte no fue en vano. Pero la tuya si que lo será.- dijo mirando a la cara a Voldemort.
Neville sacó la espada de Godric Gryffindor, que se encontraba dentro del sombrero. Y como decía la profecía, la espada sólo aparecerá delante de un verdadero Gryffindor, todos se quedaron impresionados.
Harry quién había escuchado todo, se soltó de los brazos de Hagrid y se escondió detrás de una columna.
Todos saltaron de alegría al saber que en verdad, Harry no estaba muerto. Aún tenían esperanza. -Matarlos...matarlos a todos!- gritó Voldemort yendo detrás de Harry.
Ahora, empezarían a pelar otra vez. A Keira se le ocurrió una gran idea, así que salió corriendo hacia los mortífagos no sin antes haber silbado. -NO!- decía Ginny que era sujetada por sus padres.
Y antes de estar lo suficientemente cerca, la hipogrifo de antes apareció junto todos los que quedaban de la manada.
Saltó, se subió al animal y voló encima de los mortífagos mientras conseguía aturdir a muchos de ellos. -Bien hecho pequeña...- le dijo la chica al animal.
La gente seguía defendiendo Hogwarts por muy poco que quedase, Ron y Hermione debían matar a Nagini...el último horrocrux de Voldemort.
Keira volaba analizando el panorama. Miraba todo desde arriba y se veía tan pequeño... -Expulso!- gritó alguien.
Keira cayó del animal impactando contra el suelo. -Levántate y pelea!- dijo la misma mujer.
Keira estaba harta de ser ella quién cediera, estaba harta de verse débil ante los demás. -REDUCTO!- gritó apuntándola desde el suelo.
La mujer salió disparada sin embargo volvió a levantarse encontrándose un cara a cara. -Flippendo! -Protego!
-EVERTE STATUM!- gritó Keira, entonces la mujer salió disparada hasta la pared.- CONFRINGO!- siguió diciendo.
A ese punto, Keira solo quería destruirla. -Discúlpate.- le pidió apuntándola. -Qué!?- espetó la mujer.
-QUE TE DISCULPES POR INTENTAR CAMBIARME! ERES UN MONSTRUO!- gritó llorando.- DISCÚLPATE JODER!
La mujer la miró entonces empezó a hablar. -Siento tanto...siento tanto no haber podido matarte. Por qué créeme que lo haría.- respondió riéndose amargamente.
-SectumSempra.- pronunció las chica. La mujer gritaba de dolor y agonía, suplicaba que parase, pero ya estaba muy débil. Los cortes eran demasiado profundos y la sangre demasiada.- Se acabó tu tiempo.
La chica miró lo que acababa de hacer. Fue cuando escuchó unos aplausos detrás de ella.
No era posible.
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-Ginny! Cuidado!- le dijo Ron.
Bellatrix se acercaba a ella con una sonrisa maliciosa en el rostro. -No a mi hija, perra!- dijo Molly poniéndose delante de la pelirroja para empezar a atacarla.
Tanto Fred, como George como Ron y como Ginny miraron asombrados a Molly quién acababa de matar a Bellatrix Lestrange. -Buena jugada mamá!- gritó George orgulloso.
Harry, quién estaba combatiendo contra Voldemort aprovechó el hecho de que el mago tenebroso no era el verdadero portador de la varita de saúco. La varita más poderosa.
Estaban enfrentándose un cara a cara y en el momento en que Neville mató a Nagini, la serpiente acompañante de Voldemort, pudo encontrar la mínima debilidad para matarlo y acabar de destruirlo.
Voldemort ya no estaba lo que significaba que todo se había acabado. Habían ganado.
Harry entró al gran comedor donde se encontraban todos y lo abrazaron.
Sin embargo había alguien que no parecía estar nada contenta. -Ginny, te encuentras bien?- le preguntó Hermione un tanto preocupada.
La pelirroja se giró y todos se sorprendieron al verla llorar. -No, no lo estoy.
