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Narrador omnisciente: Parecía ser que los papeles se intercambiaron...
Ginny tomó la nota de la chica que se encontraba en la biblioteca y con sigilo, se dirigió a su cuarto para leerla.
Suspiró son una sonrisa satisfactoria al ver que Keira no sospechaba nada. Su plan estaba saliendo a la perfección.
Se dio cuenta rápidamente de sus sentimientos cuando la vio abrazada a Pansy.
Ginny no era tonta. Sabía cuando le gustaba alguien y cuando no. Amaba a Keira y odiaba a Pansy. Era fácil.
Decidió escribirle una carta...no soportaba más estar fuera de contacto con ella.
Sacó un pergamino y empezó a escribir.
Hola!
Ahora mismo estoy temblando. Me has respondido! No sabes lo feliz que me has hecho...
No puedo decirte mi preciosa identidad, o si no que gracia tendría esto? Te habrías interesado en mi si te hubiera dicho mi nombre?
Yo creo que hubieras arrugado mi carta y la hubieras lanzado a la basura...
Por cierto, me he enterado de lo del puesto de buscadora...Felicidades! No sabía que jugabas...
Aún así, me alegro por ti.
Atte. Alguien muy contento. ;)
***
Al acabar de enviarle la carta, Ginny fue al gran comedor más contenta de lo inusual.
Lo primero en que se fijó fue en ella, estaba sentada en la mesa Huffelpuff mientras hablaba con su amigo. Que por cierto no me caía nada bien.
-Que demonios es ese?- preguntó fulminándolo con la mirada.
-Marcus Suns...te encuentras bien?- le respondió Hermione un poco confusa. -Perfectamente.- dijo, viendo cómo los dos chicos salían casi corriendo del comedor.
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-Y, donde estamos?- preguntó Marcus cuando llegaron al bosque prohibido. -Shh.- dijo la chica empujándolo hacia un árbol.- Es la hora de la comida...- dijo mirando a las criaturas que se acercaban.
-Merlín son hipogrifos...- dijo el chico asombrado. -Si, hipogrifos que podrían matarte si no te callas.- le pidió la chica.- Son hermosos no crees?
-Claro que lo eres...digo que si que lo son...-dijo Marcus nervioso. -Donde está Jerry!? Mierda!- dijo mirando a su amiguito al lado de las criaturas.
Keira sin pensarlo salió del escondite pero la pararon. -Donde crees que vas!?- le dijo el chico tomándola de la muñeca.- Es peligroso.
Keira miró a Jerry otra vez. No podía dejarlo allí. -Keira no!- dijo Marcus pero la chica ya se había soltado y caminaba directamente hacia los hipogrifos.
-Bien...relájate Keira, solo son hipogrifos...- dijo suspirando.
Los animales se dieron cuenta de la presencia de la chica y empezaron a acercarse a ella. Molestos. No les gustaba que les interrumpieran mientras comían.
Keira inmediatamente se inclinó hacia ellos dándoles a entender que era inferior a estos.
Los tres hipogrifos que habían se sintieron menos amenazados, y más respetados.
La chica los miró a los ojos, dándoles confianza y dejándoles claro que no les haría daño. -Mi amigo Jerry se encuentra allí, me podríais dejar pasar? Solo será un momento.- dijo.
Marcus estaba más impresionado con la chica. Era simplemente perfecta.
Los hipogrifos la dejaron pasar, haciéndole un hueco y con tranquilidad y calma la chica pasó y recogió a Jerry quién tenía una flor entre sus manos.
Jerry agitó la flor dejando que el polen provocaran las ganas de estornudar de la chica. -No...no, hagas...ACHÍS!- finalmente estornudó alterando a los hipogrifls quiénes estaban dispuestos a atacar a la Huffelpuff.
-ALTO!- dijo la voz de Hagrid pero era demasiado tarde.- Oh Merlín, Keira!
Un hipogrifo había alcanzado a la chica dejándola herida en el suelo.
El gigante ordenó a los animales que se marcharan a otra parte y se dirigió directamente donde estaba la chica. -Que te he dicho siempre! Nunca te acerques a los hipogrifos...- dijo tomándola en brazos como si fuera una simple pluma.
Todos los alumnos se quedaban horrorizados al ver la imagen de Hagrid llevar a la chica en brazos sangrando.
-Que ha pasado!?- preguntó Hermione alterada. -Es Keira! Se ve que la han atacado!- dijo Seamus.- Tiene muy mala pinta...
Se escuchó un ruido. El ruido de los libros caer de las manos de una pelirroja quién no dudó en correr hacia enfermería donde se encontraba la chica de Huffelpuff.
-No puede pasar señorita Weasley.- dijo Madame Pomfrey. -Pero yo soy...soy su amiga! Déjeme verla por favor!- pidió con impaciencia.
-Si, toda la escuela es amiga de la señorita Rymer, créame cuando le digo que ya han preguntado por ella unas diez personas.
-Pero usted las ve aquí!? No verdad? No me iré hasta que me deje pasar a verla.- dijo cruzada de brazos.
-Déjala...- dijo una voz tranquila.- La señorita Weasley debe ver a su mejor amiga...
Ginny miró a Dumbledore quién sonreía. Rápidamente entró y se encontró con él. -Que haces aquí?- le preguntó a Marcus.
-Acompañarla, es mi amiga...- dijo mirándola.
Keira estaba inconsciente. No decía nada y tenía los ojos cerrados. -Bien.- dijo la pelirroja sentándose en la otra silla que había.
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-Es hora de irse a sus salas comunes...- dijo madame Pomfrey.- Oh, señorita Weasley, había jurado que también estaba el señor Suns...
-Se fue hace dos horas.- dijo la pelirroja cansada.- Sabe cuando despertará?- dijo acariciando la mano de Keira.
-No lo sé querida, esperemos que pronto pero ahora necesito que vayas también a descansar.- dijo con una sonrisa tranquila.
Ginny esperó a que Madame Pomfrey no estuviera. Se levantó de su asiento y se acercó a ella. -Despierta por favor...- dijo y y fue cuando su mirada pasó a los labios rosados de la chica. Cada vez se acercaba más y más, preguntándose, como era que se veía tan hermosa?
Y finalmente lo hizo. Juntó sus labios con los de Keira en un dulce beso que no duró más de tres segundos, aún así, se sintió como en el paraíso.
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Cuándo Ginny caminaba hacia su sala común, pasó su mano por sus labios. Acababa de besar a Keira?
Si, lo había hecho y sin duda lo volvería a hacer...por qué si, Ginny admitía que le gustaba Keira Rymer.
Le gustaba la que en su día, llegó a llamar mejor amiga.
