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Narrador omnisciente: La chica de Huffelpuff se encontraba sentada, completamente sola en el tren de camino a Hogwarts.
Las lágrimas caían y eran incontrolables. Ya habían pasado tres personas que se habían burlado de ella, o simplemente la culpaban de todo.
Y es que no podía hacer nada. Su padres eran mortífagos. Se encontraban presos en Azkaban y ella no podía cambiar a su familia.
Cuando el tren paró completamente la chica espero a que todos se fueran para ir sola. No quería que mas gente le dijera nada.
Pero siempre tenía que haber alguien. Y justamente era la persona con la que no se quería topar.
Empezó a caminar más rápido, así no la alcanzaría, pero olvidó que debían ir en carroza... -Ahora escapas de mi?- preguntó la voz de Draco.- Te dije que no éramos tan diferentes.
La chica lo ignoró pasando olímpicamente de él cosa que lo enfureció. -Habla conmigo.- le pidió el chico.- Estamos en la misma situación Keira, tienes que saber que podrás contar con los tuyos...
-Pero yo no quiero ser de los tuyos.- respondió con los ojos húmedos.- Puede que a ti te parezca un juego pero no lo es, es muy grave.
-Un juego?- respondió el platinado.- Aún queda la mejor parte.- dijo bajando de la carroza cuando está paró indicando que ya habían llegado.- Cuándo no tengas a nadie, ya vendrás a pedirme consejo. Nos vemos.
Keira se quedó pensando en las palabras de Draco, entonces vio cómo una última carroza se acercaba. Eran Harry y Luna, el primero con la nariz llena de sangre.
Decidió no hablar con ellos y dirigirse por su cuenta al gran comedor donde una pelirroja la buscaba desesperadamente con la mirada.
Al verla entrar, suspiró de alivio, al menos estarían juntas durante el año. -Bienvenidos a un nuevo año en Hogwarts.- empezó el director.
Umbridge, ya no estaba como profesora de defensa contra las artes oscuras, sino Snape, y como profesor de pociones, Slughorn ocuparía su lugar.
Keira miró su plato vacío. No tenía hambre.
Pensaba que volver a Hogwarts seria mejor para ella...pero al ver como todos los de su casa y las otras menos Slytherin se apartaban de ella... le dolió mucho.
Todo por su familia.
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-Rymer.- dijo la capitana de quidditch.- Siento decirte esto pero el equipo ha votado, y han pedido que dejes de jugar...lo siento.
-Genial.- respondió simplemente la chica para irse a otro sitio.
Que ironía pensó. El curso pasando no tenía tiempo de hacer nada, sin embargo ahora le sobraba el tiempo...no más quidditch, no más notas perfectas...no más Jerry...no más preocupaciones.
Se dirigió a la biblioteca para pasar el rato libre que le quedaba. Cuándo entró, el grupo de Ravenclaws y Gryffindors que habían ahí se levantaron y se fueron. -Veo que tú fama ha durado poco.- dijo una voz.
-Que quieres?- contestó la chica mirando a Theo.- Está bien, búrlate, total todos lo han hecho.
-No es un tema para burlarse exactamente.- dijo sentándose a su lado.- Créeme que muchos te entendemos. -Enserio?- preguntó.
-No debes dejar que te hundan por simples comentarios que sabes que no son verdad. No es tu culpa que tus padres sean seguidores de Voldemort.
-No digas su nombre.- Theo sonrió. -Por qué? Le tienes miedo?
-Que clase de pregunta es esa? Claro que le tengo miedo, y tú también deberías. No puedes irte tomando ese nombre a la ligera...
Theo se la quedó mirando unos segundos. -Eres igual que tus padres.
Keira bufó. -Claro, ahora si me disculpas me voy.- dijo recogiendo sus cosas. -Te das cuenta que no eres nada?- eso sorprendió a la chica, de que se supone que iba la conversación?
-Lo que tú digas.- respondió con una voz débil. -Mira, no sabes ni defenderte.- se siguió burlando el chico.
Pero lo que no sabía la chica era que Theo solo quería ayudarla, fuera de una manera u otra. -Déjame.
-Oh vamos, es enserio? Es todo lo que sabes decir? -Para ya joder.- dijo Keira caminando por los pasillos, intentando librarse de él.
-Eres una completa cobarde. Lo sabías? A lo mejor tus padres si tenían razón sobre ti.
La gente miraba la escena con atención, incluida Ginny quién estaba a punto de enfrentarse al chico.
Pero entonces Keira se giró quedando cara a cara con Theo. -No vuelvas a decir algo así, ENTIENDES? SOY KEIRA RYMER Y SI PUEDE QUE MIS PADRES SEAN MORTÍFAGOS PERO NO TE ATREVAS A COMPARARME CON ELLOS!- dijo caminando amenazadoramente hacia él.- Ahora deja de seguirme.
Theo sonría pero no decía nada. La chica se giró y miró a su alrededor. Estaba cansada de aguantar con todos los cuchicheos y comentarios. -Se puede saber que estáis mirando!? Acaso mi vida os parece más interesante que la vuestra!? No? Entonces meteros en vuestros asuntos!- dijo para marcharse.
Todos estaban sorprendidos por la actitud de Keira. La chica les había enseñado una parte de ella que no había visto nadie.
-Ginny, vamos a clase.- le dijo una compañera suya. -No, decir que me encuentro mal.- dijo para ir a buscar a la chica que había salido.
La pelirroja no podía dejar de pensar es sus palabras.
