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Narrador omnisciente: Keira se encontraba en el gran comedor sola. No había dormido nada pero le daba igual.
Acaso había sido un sueño la conversación de Ginny? Esperaba que no.
De repente alguien le tapó los ojos. -Buenos días...- dijo la voz dormida de Ginny.- Has dormido algo?- preguntó sentándose a su lado.
-No mucho la verdad.- respondió con una sonrisa. -Sabes...había pensado en ir a Hogsmeadge. Vendrás conmigo?- preguntó emocionada la pelirroja.
-Claro, no tengo nada mejor que hacer.- contestó la chica.
La gente del comedor miraba a las dos chicas que hablaban animadamente. Muchos hablaban y cuchicheaban.
Que no estaban peleadas? Que ya no eran amigas? Que hace Ginny con ella? Y más cosas así.
Pero a ellas no les importaba. Solo querían pasar tiempo juntas.
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Era invierno, y las dos chicas caminaban hacia las tres escobas. -Por cierto.- dijo emocionada Ginny.- Vendrás a la madriguera por navidad?
Keira se sorprendió. Hacia mucho que no visitaba ni veía a Molly. -Me encantaría.- dijo con una sonrisa.
Entonces Ginny paró por completo. -Pasa algo Ginny?- dijo la chica cuando la vio de brazos cruzados. -Si, si pasa.- dijo bufando.- Se me olvidaba que vendrán Fred y George.- Keira sonrió más.- Ves!? No paras de coquetear con Fred!
Eso sin duda sorprendió a Keira. Pero en vez de explicarte que solo son amigos no dijo nada y sonrió. -Estás celosa de tu hermano?- la pelirroja asintió.- Ginny...que no sabes que a mi sólo me gusta una pelirroja muy idiota y celosa?
-Ah si? Y quién es?- preguntó sin poder evitar sonreír Ginny.
Keira se acercó a ella y le dejó un suave beso en los labios. -Siempre has sido tú tonta.- dijo riendo.- Fred y yo solo somos amigos, sabes cómo es él.
Ginny suspiró. Sabía cómo era su hermano pero eso no le impedía ponerse celosa de él.
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-Entonces, irás a la fiesta no?- preguntó la pelirroja una vez estaban sentadas en el lugar. -Si vas tú supongo que si.- dijo un poco incomoda la chica.
-Pasa algo?- preguntó Ginny. -No es nada...solo que, no se si soy bien recibida. La gente me mira mal, y no quiero ser un estorbo.
-Y no lo eres. Keira, no has hecho nada malo, tienes que estar tranquila.- dijo con una sonrisa pero al ver entrar esa persona por la puerta le cambio la cara completamente.
-Cuánto tiempo Kei.- dijo la voz de Pansy Párkinson detrás de la chica. -Pansy, que tal estás?- dijo la chica regalándole una sonrisa.
La serpiente se sentó sin aviso entre ellas, y empezó a acercarse a Keira. -Que haces?- preguntó la Huffelpuff un tanto extrañada apartándose.- Pansy, podremos hablar? A solas.
Pansy miró a Ginny y sonrió orgullosa. Salieron fuera del local. -Menos mal, no la soportaba...- dijo tomándola del brazo pero Keira no se movió.-Que pasa?
Ginny quién no se había aguantado las ganas de escuchar lo que tenían que hablar se asomó escuchando todo. -No vuelvas a hacer eso.- dijo Keira bien firme.- No vuelvas a hablar mal de ella otra vez al menos en mi presencia.
-Que te pasa? Acaso la prefieres a ella? A una Weasley antes que a mi? Estas de coña? A una traidora?- dijo Pansy.
-Primero, te acabo de decir que no hables mal de ella delante mío, y si, la elijo a ella mil veces, y me da igual que sea una traidora o una Weasley, como si es una asesina! La quiero y no vas a hacer nada al respecto. Ahora, vete por favor.- respondió la Huffelpuff dejando a las dos chicas sin palabras.
Pansy se fue y ahora solo quedaban Ginny y Keira. -Así que...me quieres?- preguntó apoyada en la puerta con aires de superioridad.
Keira río. Se acercó a ella y le dio un pequeño beso en la nariz. -Cállate.- dijo entrando.
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-Kei...puedo quedarme aquí?- preguntó Ginny aferrándose más a la chica.- No molestaré, lo juro.
Se encontraban en el cuarto de Keira. Estaban estiradas en la cama.
Al ver que la Huffelpuff no respondía la miró y se encontró con su chica dormida. -Como puedes verte tan bien dormida?- preguntó Ginny con una sonrisa boba pero nadie respondió.
Empezó a acariciarle el pelo, el silencio inundaba la habitación excepto por la respiración profunda de Keira.
Ginny la abrazó más y empezó a pensar en todo por lo que habían pasado.
Como era posible que se hubiera enamorado de su mejor amiga?
No sabía si quedarse o no. Pero después pensó en que compartía habitación con las pesadas de su curso y decidió quedarse en el cuarto de Keira.
Y poco a poco, con los tranquilos latidos de la Huffelpuff, la pelirroja empezó a cerrar los ojos, quedando completamente dormida.
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Keira empezó a despertarse poco a poco y notó un peso encima suyo.
Era Ginny quién seguía durmiendo abrazada a ella.
Eso le recordó a Fred...si, ella y él solían dormir de esa forma cuando había ido a la madriguera y se peleaba con Ginny.
Keira supuso que venía de familia dormir de esa forma.
Con una sonrisa, empezó a acariciarle el pelo, delicadamente ya que no quería despertarla.
Ginny en cambio si se encontraba despierta. Pero tener a Keira tan cerca...para ella era el paraíso. Sonrió inconscientemente. -Se que estás despierta...- empezó a decir la chica.- Buenos días...- dijo con una sonrisa.
-Buenos días Kei.- dijo colocando la cara para recibir un beso pero eso nunca pasó.- No me darás nada?
Keira se levantó de inmediatamente. -Ginny, tenemos clase maldición!- dijo entrando en el lavabo para cambiarse.
La pelirroja empezó a reír. Le encantaba verla estresada. -Keira...Kei...- dijo desde la cama pero la chica no la escuchaba, seguía maldeciéndose por que llegarían tarde.- Cariño hoy es domingo recuerdas?
La chica miró a la pelirroja un tanto sonrojada. -Y ahora que pienso, tienes partido.- dijo riendo.
Ahora era Ginny la que se levantaba y recogía sus cosas con una rapidez impresionante.
-Mierda, mierda, mierda, me van a matar!- decía la pelirroja arándose los zapatos.- Quiero verte en las gradas si? Nos vemos, te quiero!- dijo dándole un beso en los labios antes de irse corriendo.
Keira cerró la puerta con una sonrisa en el rostro. Claramente estaría apoyándola.
La Huffelpuff se había convertido en la fan número uno de la pelirroja.
