Capítulo 7

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— Hyejin — Wheein llamaba con cansancio, la contraria fingía no escuchar nada — Oye, espera un poco todo da vuelta.

La pelinegra ignoró todas sus palabras y siguió caminando deprisa, aun con los recuerdos de Wheein bailando con otra chica.

«Estúpidos celos» pensó irritada mientras toma la perilla de la puerta y abre con brusquedad. Al dar unos pasos decide voltear para encarar a la culpable — ¿Por qué eres así? son pocas las veces, pero no me gusta cuando haces cosas impulsivas. Lo hiciste cuando éramos pequeñas.

La castaña cerró la puerta y la miró confundida — ¿Desde pequeñas? ¿De qué hablas? —

— ¿De qué hablo? — soltó una risa de ironía — Te subiste a ese árbol, no sabes el miedo que me dio en ese entonces. ¡Casi te matas!

— ¿Qué? Hyejin yo nunca me subí a un árbol — dijo Wheein apoyando su espalda a la pared, se encontraba mareada y agotada por el alcohol.

La pelinegra iba a seguir con su sermón hasta que detallo su recuerdo, pues su amiga utilizaba un vestido adornado con el símbolo de Aries que no había visto en su vida.

¡Bájate de ahí! gritó Hwasa a la princesa Aries, la pequeña no hacía caso, solo quería probarle que era capaz de alcanzar el pico del árbol.

Wheein sujetó con fuerza una rama apoyando todo su peso para subir Falta poco —, murmuró con su respiración agitada.

Cuando logró subir a la rama respiro profundo, estaba en una altura considerable. Colocó su mano izquierda en el tronco del árbol para sujetarse pero noto algo: La corteza del árbol comenzó a quemarse y el calor provenía de la palma de su mano.

Quito su mano de impulso pero sintió otro fuerte olor de madera quemada debajo de sus pies. Ahora esa rama ardía sin razón. Abrió sus ojos sorprendida No, ahora no , dijo desesperada Cálmate, no puede dejar que te domine —, trato de contar hasta diez.

¡Wheein! escuchó la voz de la princesa Leo desde lejos.

La rama se consumió por el fuego en su interior convirtiéndose en cenizas. La heredera Aries gritó al sentir el vacío en su estómago al caer, por fortuna una de sus manos agarró una corteza del árbol a pocos metros de su caída solo raspando la palma.

— ¡Por todo el Zodiaco! ¿Estás bien? — Preguntó Hwasa prácticamente con el corazón en su mano — ¿Qué pretendías? ¿Enloqueciste?

Wheein resignada y con tristeza bajó con cuidado notando como la palma de su mano seguía quemando Lo siento, aun no logro controlar mi poder.

Claro que no, apenas lo descubriste hace unos días. ¡Quemaste la cena de ayer! regaño Hwasa.

Wheein agacho su cabeza avergonzada Lo sé, pero tenía que aprovechar esta época del año.

¿Qué pasa en esta época? pregunta la princesa Leo, normalmente su amiga era tranquila, no podía entender su comportamiento.

Los grifos samarianos pasan muy cerca de estos árboles dijo la contraria con un puchero.

Hwasa relajo su expresión al escucharla Wheein...

Mi padre me contó sobre ellos. Se llevan las desilusiones de los niños. Así no estarías triste por la guerra dijo Wheein con un tono de inocencia, ella quería ver a su amiga feliz.

Libro I Zodiac's KingdomWhere stories live. Discover now