27. Una semana

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Los dos no dijeron nada más, mientras que jugaban con la bola albina de pelo, a la vez que Hiroto alzó sus ojos hacia el techo de la habitación de la chica.

Descubriendo que en este había muchas estrellas, constelaciones y planetas dibujados, se rio por lo bajo, eso siempre le pareció curioso, ya que creía que la chica decoraría la habitación con mucha variedad de plantas y demás.








—Tenía miedo de verte cuando éramos pequeños —murmuró con la vista perdida en el techo— por mucho que mi hermana me dijese que no me odiabas el miedo seguía ahí, incluso pensé que aunque no me odiases lo harías por no ir a verte

—Yo tampoco iba a verte aunque se me diera la oportunidad, tampoco deberías atormentarte por eso —habló con tono bajo— nunca pude disculparme de la manera más adecuada cuando me fui de imprevisto para no volver en tanto tiempo

—Nuestras situaciones eran diferentes, después de todo tú fuiste quien lo pasó peor

—Aún así el señorito Hiroto no es inmune a ese tipo de hechos y también te quedaron traumas, eres bastante fuerte, los lograste superar y no dejarte dominar por el miedo de gente desconocida —sonrió Greta mientras le daba una fuerte palmada al chico en la espalda








Mientras tanto Froy sólo yacía escuchando, desde hacía 5 minutos que había despertado al escuchar las voces de sus amigos entanblando conversación.

Sin poder evitarlo sonrió, las cosas ya se estaban solucionando, pero por otro lado iba perdiendo terreno.

Con tranquilidad se fue incorporando mientras se frotaba sus ojos además de ser recibido por el gato.








—Qué buen recibimiento Luna —sonrió este mientras jugaba con el animal

—Hemos dormido relativamente poco —murmuró Greta mirando que ya comenzaba a atardecer— lo normal sería que nos despertasemos ya al día siguiente —dijo con tranquilidad mientras que se levantaba— Ahora vuelvo





Greta se fue, dejando ahora solos a los dos chicos que sin más se miraron, para comenzar una amistosa conversación acerca del fútbol, aunque no lo pareciese, tenían muchas cosas en común, demasiadas para ser exactas.







Mientras tanto, Greta andaba por los pasillos con calma, y como ya era habitual, los sirvientes evitaban contacto visual con ella para no incomodarla.

Al doblar una esquina, una criada se chocó con ella, sinceramente podría haberla esquivado porque ya había escuchado sus pasos con antelación, pero no pensó que llegaría a estrellarse con ella de tal modo.

Un estruendoso golpe se escuchó en mitad del pasillo, todos mirando asustados a la mujer que estaba comenzando a entrar en pánico al ver que había tirado al suelo a la joven ama de esa casa, las vasijas eran lo de menos, después de todo eran simples platos.

Como acto reflejo Greta levantó su vista después de aliviar el dolor, vio que las mujeres no saber qué hacer, mientras que parecía que les iba a dar una conmoción.

Rápidamente apartó su mirada de manera mecánica, para entonces levantarse, hacer una leve inclinación y continuar caminando sin si quiera dirigirles la palabra.







—¿Qué habría hecho antes? —se preguntó a si misma en un susurro con curiosidad mientras se cruzaba de brazos y miraba hacia arriba— seguramente que encogerme en una esquina y delirar —supuso de manera rápida





Llegó al salón, en donde para su sorpresa aún se encontraba la familia de Hiroto junto a Seijiru.

Tomaban lo que parecía ser té mientras hablaban con seriedad, y sin muchas vueltas Greta entró en el gran salón llamando la atención de los ahí presentes.







—Oh... ya despertaste Greta —sonrió un poco la mujer— ¿Por qué no duermes un poco más?

—Lo haré en un rato —musitó mientras se acercaba al centro en donde se encontraban— me preguntaba si me podríais conseguir un nuevo teléfono —dijo con total tranquilidad

—Ah, cierto, el teléfono —murmuró su padre— se me olvidó ese asunto, pero mañana lo tendrás, ¿o no puedes esperar?

—Solo preguntaba —sonrió un poco— ¿Qué sucederá con las clases?

—Estábamos hablando de eso con la familia Kira —le respondió su madre— pensábamos daros una semana de tiempo por si acaso

—¿Hiroto se puede quedar en esta semana?

—No lo veo inconveniente —dijo la más mayor de la familia contraria

—Si es el caso, por favor quédense esta semana ustedes también —ofreció Dominik— como en los viejos tiempos


Avancemos juntos_ (Kira Hiroto)_ Inazuma eleven ares/orionWhere stories live. Discover now