1. Horror

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Lo que recién habían vivido aquellos dos niños no era ni medio normal, aunque bueno, en gente de su "clase", tampoco era demasiado complicado de creer.

Pensar en el concepto secuestro estaba bastante lejos de sus inocentes mentalidades.

Pero lo que acababan de vivir era real, demasiado para ser exactos.







—Greta... no estés triste, ya estamos a salvos ¿si? —le intentaba consolar el pequeño niño

—...




No hubo ni palabra de la niña, ni un sollozo ni nada, simplemente se encontraba boca abajo con la cabeza hundida en la almohada.

Hiroto ya no sabía que más decir, después de haber sido rescatados de aquel horrible infierno, su pequeña amiga se encontraba en un estado en el que no sabía cómo tratar.





—¡E-estoy seguro de que esto nos hará más fuertes! —sonrió Hiroto aunque la niña no le viese— ¿Y a-si jugamos al fútbol? ¡Esta vez te dejaré ganar!





Seguía sin haber respuesta, claramente que Greta era la que peor había salido de aquel desprovisto suceso, pero Hiroto también yacía aterrado, muy aterrado.




—Sentimos mucho lo que ha sucedido —decía de una manera avergonzada la anciana— y pensar que Greta estaba en nuestro cuidado... es realmente vergonzoso

—No se preocupe Urabe —dijo Kanami intentando retener la conmoción del momento— esto claramente que no fue culpa de nadie y ya les tenemos de vuelta a salvos

—¡Kanami! ¿¡acaso no viste como está nuestra hija?! —preguntó con alteración su marido— ¡Nos llevaremos a Greta! ya estamos haciendo mucho por no romper nuestra relación con vosotros con todo este desastre

—¡S-señor Hayashi! por favor... no se lo tome tan mal —pedía el Seijiro— Greta es la única amiga que tiene Hiroto por ahora, ¿no podría replantearselo?

—¿Replantearme la seguridad de mi hija? Debe estar jodiendo...

—Cariño...

—¡Ni cariño ni nada! Vamos a llevarnos a Greta ahora mismo, Seijiru, trae a nuestra hija

—Enseguida... —murmuró este





La habitación de Hiroro fue abierta, y este se sobresaltó al igual que la pequeña niña, pero esta de peor manera hasta el punto de esconderse bajo las sábanas.

La criada pudo ver como aquel bulto temblaba con violencia, no se atrevió a pronunciar palabra, y más viendo como Hiroto yacía aferrado de manera protectora a aquello.

Lentamente retrocedió, mientras le hacia una señal a los guardias que había de que enseguida volvería.

Minutos después, fue la propia Kanami quien subió a la habitación de Hiroto a por su hija.





—Greta —llamó con dulzura mientras se acercaba a la cama— vamos, es hora de irnos



Esta vez, la pequeña niña en vez de esconderse, se destapó mientras saltaba a los brazos de su madre y se aferraba a ella con fuerza a la vez que escondía su rostro el el pecho de su madre.








—¿V-va a volver? —preguntó nervioso el niño

—No lo sé Hiroto, no lo sé —le dijo al pequeño niño— cuidate cariño —besó su cabeza para retirarse de la habitación






El pequeño niño de ojos rosados no dijo nada, pero si que pudo ver que la niña no le dirigía ni la mirada.

Con un nudo en la garganta se asustó al pensar que ahora su única amiga le odiaba.

Pero de todas formas no dijo nada, solo se quedó sentado a los pies de su cama mientras miraba sus pies tratando de recomponerse.

Así pasó todo el día hasta la noche, cuando ya era la hora de la cena, las criadas le llamaron, pero no contestó ni se movió de su lugar.

Ahora mismo necesitaba más que nada el consuelo de su padre, pero este no subió, y en cambio fue Hitomiko la que fue para consolarle.






—No debes preocuparte Hiroto, ya todo acabó, prometo que nada de esto volverá a suceder —le dijo su hermana mientras se aferraba a su cuerpo con fuerza

—¿Y papá? —preguntó con un hilo de voz

—E-él tiene a sustos ahora con los padres de Greta...

—¿Ella ya no volverá verdad? —dijo mientras apretaba con fuerza sus puños sobre sus piernas

—Hiroro... ella...







Hitomiko no supo qué más decirle a su hermano, ella también estaba aturdida por todas las emociones que conllevó aquel día, pero tenía que comprender que Hiroto era el peor que lo estaba pasando en aquel momento.





—Greta no es tan fuerte mentalmente como tú, ella necesita descansar, cuando ya esté bien, ya verás que volverá —le sonrió su hermana

—¿De verdad? —preguntó con una pequeña chispa de esperanza





Hitomiko se quedó en silencio, ¿que sucedería si la niña no volvía?

Tenía miedo de poder ilusionar demasiado a Hiroto y luego decirle que no volvería, pero aún así, confiaba en qué la niña podría volver y actúar como siempre.








—Por kamisama... —susurró esta al no saber qué decir

—N-no volverá entonces ¿no? —musitó mientras comenzaba a derramar lágrimas

—De verdad que no lo sé Hiroto —le dijo la mujer mientras que con delicadeza le abrazaba

Avancemos juntos_ (Kira Hiroto)_ Inazuma eleven ares/orionWhere stories live. Discover now