20. Iguales en la cancha

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Durante todo el día, continuaron con las miradas de supuesto apoyo hacia la chica, mientras que ya había llegado a oídos de Hitomiko la revelación del desastroso suceso con Greta.

No supo cómo reaccionar, pero su mente, de manera automática comenzó a maquinar una disculpa hacia los progenitores de la chica que habían hecho mucho esfuerzo en mantener todo eso oculto.
La mujer se quedó pensando, ¿cuánto daño le debieron haber hecho a la azabache para que su mente automáticamente procesase a buscar una disculpa adecuada para sus padres?

Hitomiko suspiró, de cierta forma sentía que Greta era desafortunadamente gafe al lado de los Kira. Pero aún así, prefirió no separarla de Hiroto sabiendo el daño que le haría a este "perderla" de nuevo.
Preguntó a varios quién fue el chismoso que reveló esa información, pensando en que tal vez se podría salvar si fue alguno de los profesores, pero al escuchar en repetidas ocasiones el nombre de Hiroto, tuvo ganas de golpearse la cabeza contra la portería.







—La enfermera me obligó —se quejó mientras se cruzaba de brazos— me dijo que debía decir de una vez que le sucedía a Greta para que nuestros compañeros supiesen como tratarla

—Bueno... ya da igual, la información fue expuesta, ya no se puede hacer nada, solo esperemos que esto no salga de la secundaria







La mujer miró a la azabache, no muy segura si eso provocó que su estado empeorase, de todas formas prefirió guardar silencio y continuar con el entrenamiento rutinario hasta que esta vez, llegó su madre.

Hitomiko algo aliviada de que fuese ella en vez de Dominik, se acercó para explicarle acerca del tema, mientras que los del club de fútbol aún sabiendo que el padre de Greta era aquel gran empresario de la creación de la realidad virtual, igualmente se asombrado al ver a aquella mujer que tenía la mayor parte de las acciones en el grupo Juichiro.

Una de las empresas pasteleras más reconocidas en Japón.

Y número uno en adquisición de edificios para montar las tiendas.



—Ya veo... bueno, tarde o temprano iba a suceder, una pena que haya sido temprano —resopló la mujer— Si pasa a otros niveles esto supongo que tendremos que callar a la prensa —murmuró— ¿Estás bien Greta? ¿por qué no nos llamaste?

—Pensé que tampoco era muy grave... al menos no hasta el punto de desmayarme como otras veces —comparó mientras se acercaba a paso suave hacia ella






La mujer solo sonrió con algo de tristeza, para entonces sin más llevarse a la chica.

Por suerte, el equipo de fútbol que conocía perfectamente el nivel y títulos que poseía la azabache, no iban a decir nada acerca de ello, después de todo, ellos mismos eran hijos adoptivos de uno de los hombres más famosos en el mundo por sus aerolíneas mundiales.





—Es un problema... tal vez se haga público tu estatus —murmuró la madre mientras veía como Greta se sentaba en el asiento de atrás junto a Froy que asistió en acompañarla— aunque Hiroto no tiene muchos problemas con eso... ¿Algún consejo Froy? después de todo a ti te consideran el príncipe de Rusia

—La verdad... solo me junto con mis compañeros de fútbol, con ellos me siento como un igual, en donde mi título y mi estatus social es igual al de todos bajo la pantalla y en los partidos, considerandome importante por quién soy y por cómo juego, no por el poder de mi familia —sonrió Froy mientras posaba una mano en su pecho— en la cancha me siento como un igual

—Eso es verdad —sonrió Greta emocionada— bajo la pantalla todos parecen iguales sin importar nada más que su habilidad —habló con emoción al recordar todos aquellos partidos que vio, en donde claramente había hijos de famosos empresarios, pero que aún así, ese título no servía, ni era nada en aquellos juegos

—Cierto —sonrió la mujer— Por cierto, ¿cómo le va a Bernard con Orion?

—... —El albino no supo qué decir, sabía que su hermano obraba mal, pero aún así confiaba en él— digamos que... le sigue apasionado el fútbol

—Ya veo —le respondió la mujer no muy segura de su respuesta— ¿E Irina? ¿Sigue siendo tan estricta como siempre?







Froy se quedó algo extrañado, aunque bueno, su madre siempre le prestaba más atención a Bernard que a él, que parecía ser invisible frente a ella a veces.



—Sigue con buena salud —fue lo único que llegó a decir

Avancemos juntos_ (Kira Hiroto)_ Inazuma eleven ares/orionWhere stories live. Discover now