Avancemos juntos_ (Kira Hiroto)_ Inazuma eleven ares/orion

16. Bosque

Hiroto se quedó pensativo ante lo dicho por Froy, para al instante recordar que Greta poseía raíces inglesas.

—Cierto, tu abuela de parte de tu padre era inglesa ¿verdad? —dijo este al reaccionar

—Sip, pero a fin de cuentas solo es de sangre, tampoco tengo raíces ahí —dijo restándole importancia— mi abuelo se mudó con mi abuela cuando mi padre se pudo hacer cargo de la compañía

—Yo creía que eran tus abuelos paternos lo que estaban en Japón —dijo mientras ladeaba un poco la cabeza

—Nah —le respondió a modo de negación

Al final llegaron a la parte trasera de la gran mansión, en donde se trataba de un pequeña zona despejada del bosque que rodeaba el gran edificio.

—¿Preparados? —preguntó sonriente Froy

Hiroto asintió, para comenzar a jugar con el balón, Kira comenzó a correr hacia la zona de supuesta portería marcado entre dos árboles.

En un pestañear Froy le había logrado quitar el balón a Hiroto, que al no esperarse que el albino fuese tan bueno bajó la guardia.

Así, comenzaron un un quitar y recuperar el balón durante un rato, mientras que Greta caminaba con tranquilidad al lado contrario, y cuando vio que la distancia era suficiente alzó la mano a modo de seña.

Froy sonrió, para pasarle el balón a la chica que con el mínimo esfuerzo pateó el balón marcando gol.

—A lo mejor lo del dos contra uno no ha sido del todo buena idea —masculló Hiroto

—Si queréis haced un enfrentamiento entre los dos, y el que gane se enfrentará al boss —dijo apuntándose a sí misma con orgullo

Los dos chicos se miraron, para comenzar con un enfrentamiento más enserio.

En donde prácticamente forcejeaban y tomaban un juego algo más violento, y
se miraban desafiantes, mientras que continuaban con quitar y atrapar del balón.

De alguna manera parecían estar compitiendo para ver quién se enfrentaría a Greta, o tal vez algo más profundo.

Sin poder evitarlo Hiroto de modo inconsciente realizó su súper técnica la cual Froy de inmediato esquivó ante la cercanía.

Pero el problema empezó cuando el balón rebotó en un árbol y así en otro hasta formar unos disparos continuos que los adolescentes iban esquivando.

—¡Hiroto! —le regaló Greta

—¡Fue sin querer! —se quejó

En un instante cuando el balón ya se iba dirigiendo a Greta esta se preparó para lo que parecía ser el impacto.

—"¡NEBULOSA!"   —de inmediato el balón fue atrapado en una nube violeta, y con dificultad la chica paró el balón— ya te vale Hiroto —le dijo mientras se cruzaba de brazos

—Al menos sé que no estás tan oxidada como pensaba —sonrió con burla Hiroto mientras se cruzaba de brazos

—Pff, ¿acaso te funcionan las neuronas Hiroto? —se quejó imitando su acción de brazos— Cualquiera con dos dedos en la frente sabe que si chutas un balón entre paredes o lo que sea el balón va a volver de rebote con la misma intensidad o incluso aumentando hasta que pase un buen rato hasta que pare de moverse

—Concretamente cuando pierde la energía —completó Froy

Entonces en las cabezas de los tres jugadores algo hizo "click", se miraron entre ellos, parecían pensar lo mismo.

Y entonces, Greta sin pensarlo, chutó el balón contra un árbol con fuerza.

Así comenzaron con su extraño juego esquivando el balón entre risas.

De cierto modo practicaban así los reflejos, que bueno, se notaba como la azabache poseía la ventaja por la naturaleza que había adquirido.

—¡Diablos! —se quejó Hiroto cuando el balón impacto en su rostro

—Pfff, jajajajajajajaja ¡tienes la cara roja! —se rio la chica mientras se agarraba a su estómago y le señalaba

Froy se le unió con las risas, aunque este lo hacía de manera más sutil.

El peli gris estaba por quejarse del descaro que tenía la chica de reírse de su desgracia, pero analizando mejor el momento solo lo dejó pasar riéndose también.

—Y yo que creía que eras el tipo de persona que se preocuparía mucho al ver a alguien herido... —murmuró fingiendo decepción

—Si fuera algo grave claramente que me preocuparía, pero como no hay sangre no hay preocupación —bromeó— ¿Volvemos? —preguntó al ya haber estado al rededor de una y media en ese sitio

—Claro, claro, da igual el pobre Hiroto, mejor volvamos a comer pastelitos e ignorar el sufrimiento que está pasando —dijo en tono burlón e irónico el chico

Los tres se miraron, para entonces soltar unas carcajadas mientras volvían hacia la mansión de los Hayashi.