13. Espera

216 30 7
                                    

La azabache algo nerviosa miró a los que yacían sentados al rededor de la mesa.

Las chicas tenían curiosidad porque se trataba de un chico.

Mientras que Hiroto poseía aquella curiosidad porque había muy pocas personas con las que Greta hablase.




—¿Quién era? ¿tu novio?

—Un amigo —dijo de inmediato

—Ehhhh~, ¿y de dónde es?

—Esto... —miró hacia abajo





Al final la campana más o menos salvó a la chica que se levantó como si se tratase de un resorte.

Hiroto se quedó con la duda, aunque tampoco iba a forzar a la chica con su estado a decirle quién era esa persona.

De todas maneras las horas siguieron transcurriendo, en donde prácticamente, como siempre, el profesor no le hacía preguntas a la joven y está evitaba cualquier tipo de contacto visual que no fuese con el de ojos rosados.





—Bien, hoy tendremos un entrenamiento más específico, y espero que no ocurra ningún accidente más —dijo lo último de manera severa

—¡De verdad que lo siento! —saltó al notar la indirecta

—N-no te preocupes, ya no duele tanto —respondió neeviosamente Greta







El entrenamiento comenzó, esta vez, acabando sin ningún percance.

La de ojos ámbar, curiosa miró su teléfono al ver que su padre aún no había llegado.

Sin dudarlo mucho le llamó para ver si había sucedido algo, pero solamente saltó el buzón de voz.

Frunció de manera inconsciente el ceño, para esta vez llamar a su madre, nada.







—¿Qué sucede Greta? —le preguntó Hitomiko al ver los nervios de esta

—No responden... —llegó a decir

—Tal vez estén muy ocupados, mientras puedes venir con Hiroto y conmigo si quieres





La chica asintió mientras seguía a los dos hermanos a la vez que comenzaba a mandarles un mensaje a sus progenitores.

No muy segura y sin saber qué más hacer subió al coche junto a los dos hermanos.





—¿Y cuándo pensabais trasladaros al campo que está al lado de la mansión? —preguntó Greta

—En una semana —respondió de inmediato para luego darse cuenta de algo— oh... tu padre va a llegar a recogerte tarde muy a menudo ¿no?

—Si... les quité mucho tiempo en el pasado con mis problemas de no poder despegarme de ellos, ahora mismo están muy centrados en recuperar terreno






Hiroto cerró los ojos, comprendiendo que su padre la estaba dejando de lado por sus amados negocios, se sintió bastante identificado ante eso.

Aunque por suerte, Greta no tenía que vivir en las sombras por no ser el hijo preferido.

Después de todo, aunque Hiroto fuese el hijo biológico de Seijiru, se notaba como este prefería a Tatsuya.

O eso aparentaba.



—¡Cierto! —chilló de repente mientras sacaba su móvil de manera rápida

—¿Qué ocurre? —le preguntó Hitomiko

—Antes me llamó un amigo que vino de Rusia y dijo que se quedaría conmigo, se me había olvidado por completo —dijo mientras comenzaba a teclear de manera rápida

—Oh, es bueno que confíes en otras personas, ¿es de tu edad?

—Sí —respondió mientras continuaba escribiendo— aunque es bastante parecido a Hiroto, en plan, nos conocemos desde que éramos pequeños por los negocios de nuestros padres, aunque no le veía tanto ya que el era de Rusia —continuó hasta bajar el móvil y mirar el retrovisor

—¿Él sabe de tu condición?

—Sí, incluso cuando puede me suele venir a visitar para ver como voy avanzando, me ha ayudado bastante —sonrió felizmente





Hiroto solo miró por la ventana, se sentía como una mierda, él, que estaba en Japón, tan cerca de ella y no se dignó a ir a verla y ayudarla con su estado, para que otro chico, que encima era de Rusia, vaya a ayudarla.

De manera interna se lo reprochaba a sí mismo, por su tozudez y el no querer ir a verla en todo ese tiempo.

Salió de sus pensamientos cuando escuchó como el móvil de Greta sonó, levantó la cabeza para mirarla.

Sin darse cuenta, sintió una presión en el pecho al ver cómo estaba emocionada, con una sonrisa de oreja a oreja y con un leve sonrojo.







—¿Te gusta ese chico Greta? —le preguntó de la nada del menor de los Kira sorprendiendo a la azabache— se te ve bastante feliz

—jejeje... —rio de manera nerviosa— no lo sé con seguridad, pero me agrada mucho —sonrió para continuar escribiendo

—¿Quieres que te lleve al punto de encuentro con él? —le preguntó Hitomiko— tal vez no tenga un sitio al que quedarse

—Sería de mucha ayuda, muchas gracias —dijo con emoción— sigue en el aeropuerto

—Dile que llegaremos como en 10 minutos

—¡Sí!

Avancemos juntos_ (Kira Hiroto)_ Inazuma eleven ares/orionWhere stories live. Discover now