リヴァイユ | 𝑅𝒾𝓋𝒶𝒾𝓁𝓁𝑒, 𝐿𝑒𝓋𝒾 𝒜𝒸𝓀𝑒𝓇𝓂𝒶𝓃

Epílogo

𝑬𝒑𝒊𝒍𝒐𝒈𝒐

El tiempo pasó considerablemente, pasaron muchos otoños donde un azabache visitaba aquella tumba cuando las hojas se volvían doradas con tonos anaranjados y los atardeceres eran aún más preciosos. Levi creció y aprendió de los sucesos que acontecieron ese día, se convirtió en un líder ejemplar, un claro reflejo de la misma ____, tanto sus valores como su disciplina.

Sus sonrisas disminuyeron con el tiempo pero aún así había momentos felices y amaneceres prometedores. "Esto es de lo que hablabas, ¿Verdad?, amor mío" decía al cielo cuando un día era realmente hermoso y sonreía al atardecer. Aún tenía costumbres del pasado, por ejemplo, insultaba de vez en cuando a la chica de lentes que ocupó el lugar de Capitana cuando este quedó vacío por una perdida de la que nadie se recuperó del todo.

— A veces siento que llevo unos zapatos muy grandes que nunca podré llenar —comentó la nueva líder de escuadrón, Levi le miró— jamás podré ser como Evergarden.

— Entonces sé cómo tú eres, no debes ser como ella.

Sus ojos se iluminaron, a partir de ese día... Hanji dejo de mencionarla.

Su escuadrón se formó a base de las personas que ayudaron a Evergarden en sus últimos momentos de vida, siempre estaría agradecido de ello porque le dieron algo que jamás había tenido con las personas más importantes de su vida... una despedida. A veces por las noches en que lo invadía la soledad, las pesadillas y ya no estaban un par de cabellos rubios para poder sonreírle, ellos estaban ahí dispuestos a hablar y recordarla para consolar un poco su corazón.

Pero al igual que Evergarden, un día ellos se marcharon para siempre.

Mike en realidad era un gran hombre y muy fuerte, aunque no se le olvidaba que gustaba de su difunto amor. Siempre hacia competencias absurdas sobre quién era el más fuerte o hablaba sin parar sobre chicas para poder animarle de cierto modo y sacarle de la rutina. Lastimosamente como alguna vez dijo la rubia, Mike era el tipo de hombre que creía que con fuerza se resolvía todo.

Se marchó al igual que sus amigos y su amor.

Conoció más personas que iluminaron su corazón y tuvo momentos que jamás cambiaría por nada, claramente ella tenía razón, era hermoso estar viviendo todo esto. Lastimosamente, los problemas aumentaron al igual que las pérdidas y las decisiones difíciles.

Smith se convirtió en alguien mucho mejor de lo que fueron sus dos predecesores, el nombre del mayor dejo de ser mencionado hasta ser olvidado. Claro que él jamás podría olvidarlo pero parecía que ya nadie lo recordase. En realidad aquel hombre que lo trajo a la Legión no era tan malo y se convirtió en su mejor amigo.

— ¿Aún la recuerdas, cierto? —le pregunto con mirada triste mientras que otra piedra impactaba en aquellas casas y los gritos llegaban— Lamento mucho no haber podido salvarla aquel día, parece tan lejano pero aún recuerdo su sonrisa al despedirse de ti, siento mucho no haberla salvado, creo que nunca te lo dije.

Fue el siguiente en irse junto con su primer amigo, Moblit, dejando solos a Hanji y Levi.

— Ella... ¿Fue real, cierto?

La nueva comandante de le Legión alzó la mirada con una ceja alzada.

— Todas las noches recuerdo lo que viví junto a ella, sus manos, su piel, sus labios y sus abrazos, incluso su voz. Suelo visitar a menudo su tumba, porto su capa y porto al mayor conmigo, pero a veces parece tan lejana a la realidad —desvío la mirada— tengo miedo de que pueda olvidarla.

Su amiga, sonrió.

— ¿Cómo te llamas? —preguntó.

— ¿A que viene la pregunta?

— Dime como te llamas.

— Levi Ackerman, creo.

— ¿Sientes realmente que te llamas así? —le sonrió recargando su mano en su mejilla— No es por nada pero no suenas seguro de esa respuesta.

— Soy, Levi Rivaille.

— ¿Necesitas otra prueba de que ella fue real?

Le sonrió.

— El Ackerman se encuentra muy sobrevalorado, Rivaille me gusta más.

Se sonrojó nuevamente después de tantos años.

— Si, a mi también te gusta.

Ambos rieron, se sintió en casa nuevamente y fue un momento que recordaría entre sus favoritos. En medio de esas risas, imagino que estaban en el laboratorio, siendo a penas unos críos en la Legión mientras una risa familiar llegaba como un canto, cuando abrió sus ojos, la pudo ver a ella reír a lado de Hanji y Moblit, como el primer escuadrón de investigaciones que eran.

— ¿Pasa algo? —su voz tan tangible— ¿Vivir no fue bello como te dije?

Sonrió de lado a tal pregunta que le hizo el amor de su vida. — ¿Pasa algo, Levi? —la voz de Hanji lo trajo a la realidad, cuando le miró noto como había crecido y madurado.

— Fue bueno... seguir aquí.

Ella sonrió.

— Sí, lo es.