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El tiempo había pasado removiendo a la primavera en otoño, un lugar de colores cobres con atardeceres espectaculares, Levi jamás había visto las hojas pintadas de esa manera y que el cielo tuviera esas tonalidades de dorado. Evergarden notó la sorpresa en su mirada y como regalo le entregó una Rosa Amarilla seca afectada por la temporada, el contrario no lo diría en voz alta pero la guardo como un tesoro en su dormitorio.
Después compartieron su primer atardecer juntos, donde el sol toca la Tierra como una suave caricia hacia su horizonte pero la forma en la que el cabello de la rubia parecía más suave y más dorado a causa del sol, le gustaba más. — Es todo muy lindo —dijo viendo específicamente a su superior, ella por su puesto no le estaba viendo. Su piel parecía más dorada, el azulado de sus ojos reflejaba el paisaje que miraba. "Lo es" respondió "Pero cuando uno está triste sabe apreciar aún más las puestas del sol" y finalmente le dirigió la mirada viéndose reflejado en aquellos ojos grandes.
El invierno se llevó al Otoño y el dolor fue disminuyendo, las lecturas de Levi fueron mejorando poco a poco, cada pesadilla que tenía, Evergarden tenía las puertas abiertas de su despacho para consolar su corazón con una lectura distinta cada noche hasta que llegó la nieve, Levi jamás había visto copos blancos caer del cielo y que el suelo se volviera frió. Esta vez le llevo un Geranio congelado por el frío, una flor de tonalidades rosas que se perdieron por la baja temperatura. Vieron juntos la primera nevada del azabache pero no le importó mucho, lo que llamó su atención fue el contraste de tonalidades en el rostro de _____, sus mejillas rojas parecían lindas luces iluminando su pálido rostro y su cabello podía iluminar en su lejanía a cualquier persona. — La nieve es extraña tan delicada pero peligrosa —llevó su dedo índice tocando un pequeño copo que bajaba con lentitud. La rubia asintió "La nieve indica un mal presagio a veces pero... es demasiado linda como para poder evitarla". contestó.
Nuevos reclutas se unían a la Legión del Reconocimiento en una muy extraña temporada, caras nuevas y más trabajo para todos los superiores, cosa que le disgustaba a Levi porque ya no pasaba tanto tiempo con ____. Como siempre todos aspiraban a unirse a la tropa de Zacharius mientras que la tropa de investigaciones estaba en un rincón siendo ignorados por todos. Levi miró con un poco de odio a Mike ya que había más interesados en unirse a él que en Evergarden y los reclutas de la tripulación de su líder se basaba en solamente cuatro personas: — ¡Cuatro ojos vete al laboratorio! —la primera qué pasó enfrente para descargar su enojo fue Zöe, la pateo tumbándola al suelo— Tú hedor espanta a los nuevos, no podemos ser solo cuatro en una tropa.
Hanji extrañamente no era tan fastidiosa como pensaba, realmente era alguien a quien llamar amiga que le ayudo en sus momentos más difíciles pero realmente le encantaba fastidiarla con palabras sobre sus experimentos o empujarle de vez en cuando por los pasillos. Moblit también se convirtió en un gran amigo, corrió para auxiliar a Hanji que se encontraba boca abajo atontada por tal golpe.
— Al parecer aún te gusta lastimar a mi subordinada, después de tanto tiempo —la rubia llegó a escena provocando que Levi diera dos pasos hacia atrás alejándose de la chica de mal olor— ¿Por qué no me sorprende que no tenemos ningún interesado en aprender sobre los titanes? lamentable. —rio, sus ojos se encontraban llenos de ojeras.
— ¿Disculpe?
Alguien, específicamente toco el hombro de Levi. Una mujer de muy baja estatura, incluso menor a la del mencionado de cabellos naranjas de mejillas sonrojadas y voz torpe interrumpió a Evergarden.
— Estoy interesa en el trabajo que hacen —la castaña de lentes la abrazo empezando hablar de titanes sin parar, ____ soltó una risa dándole una sonrisa a la más pequeña para calmarla. "¿Nombre?" le pidió para así relajar el ambiente— Petra Ral.
— Como primera misión a mi escuadrón y la candidata Ral, necesito que me ayuden al baile de invierno, ya saben, navidad. Shadis piensa que es buena bienvenida para los nuevos, yo realmente soy mayor que ustedes. —rasco su nuca nerviosa y un poco incómoda— Ustedes saben mejor de esto que yo, encárguense de la música y junto con Mike haré lo demás, suerte chicos.
La vieron marcharse para así unirse al detestable rubio a vista de Levi y salieron ambos del patio principal como si de un secreto se tratase. —¿Música? ¿Por qué la capitana piensa que nosotros sabemos de música? —Moblit preguntó alzando una ceja.
— Porque eres el primero que sale a beber todos los días del descanso. ¡Hay que movernos! —se levantó de golpe empujando al de estatura pequeña de paso para molestarle un poco, tomo a Petra de los hombros— ¡Vamos es una orden de la capitana!
Caminaron entre gritos seguida de ambos chicos.
(...)
Hanji y Petra se encontraban sobornando a los músicos del bar que frecuentaba Moblit.
— Su imprudencia es parte de su encanto —el castaño la defendió con pena a tal mirada que tenía Levi.
— Definitivamente lo es —comentario sarcástico que el contrario entendió y se sonrojó con un poco de vergüenza— ¿Siempre ha sido... así? —respondió con un suspiro largo "sí" pero en su rostro se dibujó una sutil sonrisa observando a su amiga — ¿____ también?
— ¿_____? —su mano fue a parar a su mentón, pensativo como si tratara de recordar— desde que ingresamos siempre ha sido la misma, ayuda a todos, nos entrena para sobrevivir y nos hace sentir... humanos y nos hace superar cada pérdida de un modo a otro. ¿Por qué?
— Curiosidad. ¿Conociste al décimo comandante?
— ¿El mayor Gilbert? No lo conocí realmente pero ¿No has oído las historias que hablan de él? —sus ojos se iluminaron que ni siquiera el mismo Moblit se percató de la emoción de su voz— dicen que era más fuerte que diez hombres juntos, y que era tan veloz que ni siquiera los titanes podían alcanzarlo, tan leal que todo mundo encontró sentido en las alas de la libertad, es todo lo que aspiramos a ser como soldados. Murió por honor... era fantástico. —no esperaba tal respuesta, desvió la mirada sin saber el porqué exactamente preguntó aquello— Deberías preguntarle a la capitana... creo que tiene un dibujo de él en el despacho, no sé sí sea de manera exacta pero solamente así lo conocí.
¿En su despecho? Se preguntó, cuántas veces no había entrado ahí y jamás decidió mirar algo más, solamente miraba a la líder, cumplir su castigo de leer, pasar tiempo con ella y finalmente irse de ahí para regresar nuevamente a disfrutar la compañía de la mayor. — ¡Lo logramos! —un grito que ni siquiera le importó y una mirada extraña por parte de la nueva, regresaron claramente con la promesa de los músicos de que irían a la cena, lo primero que hizo a pesar del llamado de Petra fue entrar al despacho de la capitana. Estaba solo de cierta manera deseaba que fuera así. Y miro como un marco se encargaba de adornar aquel escritorio, jamás presto atención... ¿Por qué ahora lo hacia? Lo tomó entre sus manos.
Ojos almendrados, estatura incluso mayor a la de Erwin, cabello perfectamente alineado y una espalda ancha mostrando su musculatura... mentón definido y un par de cicatrices en su rostro, una mirada... triste.
Dejo el retrato en su lugar sin más que pensar porque ni siquiera entendió porque estaba ahí de pie viendo al mayor con un sentimiento triste, con un sentimiento inferior. — Yo la voy a cuidar —le juro a Gilbert— yo...
