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10 de marzo.
Bajé cinco kilos y medio. Estar triste sirve de algo al parecer.

Como una señal del destino, se invalidó la inscripción de ayer. Así que mañana debo inscribirme de nuevo. Creo que voy a cambiar mi elección anterior. Y espero no sentir que la cagué de nuevo.

Mi hermano comenzó la escuela. Cuarto grado. Volvieron las tareas larguísimas. Volví a ser el combo de hermana mayor+madre+maestra. Por ahora vamos bien. Pero sé que todo va a explotar en algún momento. Sé que yo voy a explotar.

Esta semana lo estuve prácticamente obligando a que me acompañe a caminar. Habla la mayoría del camino. Me cuenta sus sueños y miedos. Es muy ocurrente y siento como si el corazón se me encogiera cada vez que me habla. Quisiera protegerlo del mundo porque él es muy puro. Demasiado inocente. Tal como yo lo era. Y ya sabemos como terminó eso.
Pero él es mejor que yo. Mucho mejor. Y con mi pequeña sabiduría y algunos golpecitos de la vida, creo que estará bien. Al menos eso quiero pensar.
Quiero que tenga las herramientas necesarias para cuando yo no esté. Y tal vez sea egocéntrica, pero quiero que me recuerde como la mejor hermana que pudo haber tenido. Cosa que claramente no soy, pero, dios, ojalá él se lo crea.


Historia De Un MesWhere stories live. Discover now