rutinA

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23 de febrero.
Hoy no estoy inspirada.

La buena noticia es que tengo obra social hasta los 25. Tendré que morir antes de los 26.

Mi perro tiene conjuntivitis y mi perra tiene un amorío con uno que conoció en la plaza y que nos acompañó hasta la puerta de casa. Todo un caballero.
Hice un omelette buenísimo y tomé mis 2 litros benditos de agua.

Mis días se basan en comer ensalada de lechuga y rúcula, mirar Dr.House y escuchar el álbum de Rauw Alejandro por milésima vez.

Intenté hacer un frapuccino pero a veces las cosas no salen como uno se imagina.

A veces me maquillo a la madrugada. Mi delineado es cada vez más lindo. También practico la modestia.

Hay días en que siento un progreso. Formas distintas, no tan grandes.
Otros días soy Hulk.

Tengo problemas para dormir y estoy cansada. Tal vez tenga hipotiroidismo.
Sé que debería hacerme análisis, sería lo más sensato. Pero me da miedo la verdad. Plus, me caen mal los médicos. Ese es uno de mis grandes clichés: no me gustan los médicos, pero quiero ser una.
Es como cuando las personas con trastornos alimenticios se convierten en nutricionistas.
Te conviertes en lo que alguna vez odiaste.

Mi lugar favorito de mi casa es el baño. Mayor privacidad no hay en otro lado.

Mi color preferido cambia según el día y mi estado de ánimo. Hoy es marroncito.

Suficientes datos innecesarios por día.

Historia De Un MesWhere stories live. Discover now