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«Fröhliche Weihnachten»

24 𝖉𝖊 𝖉𝖎𝖈𝖎𝖊𝖒𝖇𝖗𝖊 𝖉𝖊 2019



Vísperas de Nochebuena.

Finalmente.

Para la suerte (o no) de los estudiantes de la Academia de Artes Pete's, el final del semestre ya no solo estaba a la vuelta de la esquina, sino que el sábado 24 de diciembre, a las ocho de la mañana en punto, todos se encontraban reunidos en las instalaciones, divididos en grupos que se dirigían a la plaza del pueblo mientras el resto hacía los últimos ajustes dentro del colegio. Cuando el último carro con la escenografía salió, Owen Joyner soltó un suspiro y se echó sobre una de las butacas, finalmente descansando.


—¿Qué esperas? —abrió los ojos al sentir que alguien se ponía frente a él. Savannah Lee May, castaña clara y de mirada redonda, lo veía mal

Frunció el ceño, mirando a su alrededor, sin entender a qué se refería —¿Cómo que qué espero? —le regresó la pregunta, desperezándose y soltando un bostezo. La chica sostenía entre sus delgados brazos dos cajas de tamaño mediano. Owen abrió la boca para seguir hablando —Por si no te das cuenta, estaba descansado luego de toda la explotación laboral y estudiantil por parte de tu madre y su comitiva, así que si me disculpas. Espera, ¿para qué es...? —no pudo terminar, pues un peso encima le quitó el aire

—No es mi problema. Te falta esto, ups —Savannah dejó caer las cosas sobre el regazo de él, lastimándole sin daños graves más de una parte. 

— ...eso? AUCH —se quejó el rubio, arrugando la cara dolorosamente —¡DOLIÓ! ¿ESO ERA NECESARIO? Loca desquiciada —le recriminó con molestia, mientras la chica esbozaba una sonrisa complacida

—Déjate de holgazanerías y anda a dejar eso, pedazo de teñido barato —lo regañó pasando de él

Owen trató de ignorar lo bien que se veía Savannah con esos leggins negros y un suéter ombliguero de color blanco a juego con su beanie —¿Y tú qué? A mí no me lo dieron.

—Yo estoy más ocupada que tú. —se defendió cruzándose de brazos, y dándose vuelta para enfrentarlo. Una de sus cejas bien depiladas, se arqueó amenazadoramente —No te quejes, entre más deprisa, acabas temprano. Yo me retiro, tengo que ir a un último ensayo —hizo una reverencia de princesa para luego marcharse a la cafetería, donde compró un rico chocolate caliente con malvaviscos diminutos flotando en la superficie —Qué estafa—. salió al jardín más cercano, y caminó hasta una enmarañada melena marrón que conocía bien —Hey —saludó sentándose a un lado de Martha, quien parecía ocupada en terminar de escribir algo

Se sobresaltó un poco, pues estaba tan inmersa en sus pensamiento —¡Hey! ¿Qué tal todo? —le regresó la sonrisa a Savannah; Martha la escudriñó con la mirada —¿No estabas acarreando unas cajas a las camionetas? —inquirió sonriendo divertida. Su amiga abrió y cerró la boca sin saber bien qué decir —Okay, suéltalo.

—¿Quizá mandé a Owen con quizá dos cajas pesadas porque quizás estoy cansada? —Martha negó, soltando unas risitas por la ocurrencia de Savannah —Le dije que iría a un ensayo, y no mentí, pero da la casualidad de que se me olvidó que fue cancelado, y me pareció importante darle un gustito a mi barriga. —dijo palmeando el área mencionada

𝑷𝒐𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒏𝒐𝒄𝒉𝒆 | charlie gillespieWhere stories live. Discover now