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Bueno, le había preguntado a Yoongi si se animaba a tomar un helado conmigo aunque el clima estuviera frío, no me negó por lo que fuimos hasta una heladería cerca de donde estábamos. Le sugerí quedarnos a acabar el helado sentados dentro del lugar, pedimos helados en conitos.

Él pidió sabores muy básicos, los más conocidos, mientras que yo siempre era una mezcla de diferentes cosas, una costumbre que se me quedó desde pequeña. Yoongi aún seguía tímido por haberse mostrado con su nuevo corte y color de pelo, no podía dejar de mirarlo por al menos diez segundos, me parecía realmente atractivo.— ¿De como decidiste volver a tu color natural?— pregunté para luego lengüetear moderadamente mi helado, tenía una cuchara pequeña también pero de los bordes se me estaba yendo de control.

Me miró unos segundos para luego mirar su helado nuevamente.— Quería encontrarme de nuevo.— hundió su cuchara en el helado.— Extrañaba verme así.

—No sé cuantas veces te lo dije pero te queda genial, te ves mucho más guapo.

Yoongi sonrió tímido tirando su cabeza hacía adelante por la vergüenza.

Quería ver su sonrisa.

—Gracias señorita Jiwoo.

—Puedes decirme Jiwoo solamente Yoongi. No es necesario tanta formalidad conmigo, ya somos amigos... creo.

—Bien, Jiwoo. Gracias por sus palabras, y lo siento, simplemente se me sale decirle así. Ya es una costumbre mía..

—Tus papás te educaron muy bien.— sin darme cuenta mi helado ya estaba punto de terminarse.

—De hecho... saqué la personalidad de mi madre, mi padre era algo... estricto, realmente agradezco no haber sido así. Habían varias personas que no les agradaba por el simple hecho de ser su hijo, porque pensaban que yo sería igual y que... sería así.— cortó.

Estoy segura que quería decir algo más.

—Eso es absurdo, tú no tienes la culpa de la crianza que le hayan dado a tú padre en su niñez, agradezco también que seas así y de haberme cruzado contigo.— le sonreí.

Me devolvió una pequeña sonrisa. Era interesante de ver los pendientes que colgaban de su oreja, estoy segura que no había visto unos aros así antes o quizás lo vendían en otro lugar, hay tantas cosas interesantes en este hombre.

No me sentía mal el haber traído a Yoongi hasta el centro comercial para acompañarme mientras compraba algunas prendas para mí, al terminar el helado le conté y él no se negó y sí solo me aceptó para quedar bien conmigo, entonces que se aguante. Era un poco indecisa a la hora de elegir algún atuendo que realmente me gustara.

La chica que estaba atendiendome quizás ya estaba harta de mí porque la hacía volver de aquí para allá, pero este era su trabajo—encima le dejaré buena paga—miré a Yoongi un momento, este se encontraba sentado en los sillones de espera que tenía el local de ropa, miraba todo con atención, tengo que resaltar que era un puesto de ropa exclusivamente para chicas, llevó sus ojos al lugar donde reposaba la lencería y puedo jurar que ví un sonrojo en él para cuando sus ojos cayeron en mí.

Miré a otro sitio muy disimuladamente para que así no sienta tanta pena, era adorable. Finalmente luego de comprar algunas prendas la chica me dió dos bolsas de cartón que no eran tan grandes, lo que había comprado era algo pequeño, no quise hacer esperar más a Yoongi en ese lugar porque si fuera por mí de seguro que me quedaba otras dos horas allí.

—Sí desea puedo llevar sus bolsas.— quiso ayudarme pero lo frené, eran solamente dos bolsas que no pesaban nada.

—No te preocupes, no pesan nada puedo llevarlas.

Different Times ; ➹ Min Yoongi (COMPLETA)Where stories live. Discover now