Dos semanas.
Dos semanas muy largas en donde en ninguna de ellas había vuelto a ver a Min Yoongi. He tenido mis clases normal y me he enfocado en ellas pero en algún momento menos esperado él aparecía en mi mente, se dificultaba bastante el hecho de que no tuviera como hablar con él de forma seguida.
Ah, sí.
No me había mandado otras cartas tampoco, de repente en los siguientes días lo primero que hacía era ir hasta mi buzón para ver si por esas casualidades de la vida él me había escrito algo, pero nada.
—Las personas en esa época no tenían servicio de cable ni nada de eso por lo tanto la gente se comunicaba por cartas que hasta el día de hoy se sigue haciendo. Y realmente lo de las cartas me parece algo maravilloso que no debería morir nunca, pero ahora la tecnología avanzó y salió los celulares y demás cosas.— estaba en la clase de mi querido profesor, el señor Choi. Estaba hablando acerca del pasado mientras caminaba de un lado a otro, despreocupado.
—¡Profesor!— una compañera levantó su mano para obtener permiso de hablar, él se lo concedió.— Las cartas pueden ser un gesto realmente lindo pero esas cosas tardaban mucho en llegar al destinatario y así en reversa, tenemos que sentirnos afortunados de que tengamos celulares ahora y enterarnos de las cosas fácil.
—Posiblemente, igual sigue siendo un acto precioso, más cuando en esos tiempos los jóvenes andaban enamorados, se mandaban cartas con la misma emoción con la que la escribían, no importaba el tiempo que pasaba. En esos tiempos las relaciones eran tan sanas, bueno, dependiendo los casos.. sé que hubo.
Volví mi mirada a mi cuaderno, sí bien yo no era alguién que estaba mucho tiempo con el celular en la mano en un constante vicio pero admito que era necesario y más rápido, aunque lo de las cartas también me parecían algo lindo de las personas. Tuve que seguir escuchando la clase de historia y todo lo que conlleva, tendría que hacer trabajos sobre esto y estudiarlos.
Que pesadilla.
Apenas me dí cuenta, había escrito el nombre de aquel chico de ojos pequeños. Volví a rayarlo al darme cuenta haciendo que este quedara debajo del color gris del lápiz que llevaba, quedé realmente confundida por eso que me tomó un tiempo volver a caer en la clase.
¿En que momento me puse a pensarlo? Y sobre todo ¿Por qué escribí su nombre?
En la cafetería del Instituto me compré un café porque el frío me estaba consumiendo, problemas por no querer abrigarme en exceso. Esperé a que una de las del personal de la cocina me preparara el café en la máquina, ví que era una máquina nueva, de las últimas que habían salido.
Volví a pensar en él, en como se sorprendió cuando las vió esa vez.
Quisiera cellar la voz de mi subconsciente, me estaba hartando. Tomé mi pedido, pagué y me fui a sentarme sola en una de las tantas mesas, tenía amigos aquí pero mayormente me gustaba estar sola de vez en cuando. Me senté dejando mi bolso en la mesa y el café a un lado, quedé pensativa por unos segundos mirando hacia la nada.
Realmente no sé que me pasaba, estaba totalmente fuera de mi realidad.
Suspiré y saqué el libro de historia para seguir leyendo un poco más sobre la clase que vimos hoy que sorprendentemente me había interesado. Abrí la página correspondiente.
Historia de Corea: el nacimiento de las fotografías.
“Estas empezaron a desarrollarse en aproximadamente los años 1930 en adelante, a primera impresión, las fotografías eran a blanco y negro, tendiendo a ser borrosas aún. Al pasar el tiempo esta fue mejorando y se logró tener la fotografía sin nublocidad pero aún eran sin color, y de estas solamente se podía tomar una foto. Aunque los primeros procedimientos de estas fue realmente en el año 1832.”
Había una imágen de la cámara en ese tiempo, parecía una especie de caja que estaba posicionada encima de dos palos, tenía algo como un lente grande delante y una especie de cortina para que el fotógrafo pueda ver para sacar dicha foto.
—Me gustaría ver algunas fotografías de ese año, pero seguramente no existe ninguna.— me dije a mí misma.
Continué con la lectura un poco más hasta que sonó la campana avisando que teníamos otra clase ahora. Tomé lo último que me quedaba de café y lo tiré al bote de basura, acomodé mí bolso y puse mis manos en los bolsillos, el frío estaba como los mil demonios hoy. Sentí un brazo rodear por mis hombros acercándome un poco, cuando miré al autor ví a Hoseok con su gran sonrisa.
—Vaya Kim, estás muy sola. ¿Por qué no me buscaste?
—Quería leer en completa tranquilidad, ya sabes que contigo no se puede.
—Ashh, cuando quieres ser mala te sale. Bueno ahora vayamos a clase, el clima está tan frío que te llega hasta los huesos. Y tú que no te abrigas como deberías.
Rodeé los ojos, Hoseok era alguién que había conocido en clases justamente, era el único chico en el que confiaba aparte de que era alguién muy charlatán, no podías escapar de él una vez empezaba una conversación. El castaño y yo entramos al salón para sentarnos juntos casí al fondo, nos gustaba este lugar cuando estábamos juntos, cuando nos sentábamos por separado mayormente yo iba a la parte de adelante para poder oír bien.
Además que en las clases de historia el señor Choi me quiere al frente para seguir jodiendome la vida, sí.
✥✥✥
Había pensado estos dos días en ir a su casa a verlo pero creo que esa idea ya era demasiado, pero es que no tenía noticias de él.
¿Se habrá olvidado de mí? ¿Del libro? ¿No le gustó nuestra última salida? ¿Le habré aburrido? O peor ¿Lo habré espantado con mis comentarios?
—Cálmate y concéntrate en la tarea Jiwoo.— me regañe a mí misma.
Después de seis horas de clase por fin pude salir del Instituto. Respiré el aire de afuera y no el aire de libros, salones, basura, comidas y todo lo que se puede haber allá dentro, continué mis pasos directo para empezar a caminar hasta mi casa, el día estaba igual de frío que los anteriores pero me gustaba, prefería el frío y no el calor porque me pone de muy mal humor.
—¿Señorita?— esa suave y profunda voz hizo que mis oídos saltaran de emoción al escucharlo.
Me dí vuelta para quedar sorprendida. Era él, era Yoongi parado frente mío con una leve y vergonzosa sonrisa sin mostrar los dientes, pero eso no era lo que me sorprendió sinó que su cabello ya no estaba marrón, ahora estaba negro noche y un poco más corto que la última vez, realmente lo hacía ver bastante guapo y más grande de lo que ya era para mí, no mentía, estaba muy guapo que perdí las palabras literalmente.
¿Este es Min Yoongi?
—Tú... tú cabello.
—Sí... estuve haciendo algunas cosas, pero este es mi color natural realmente.
—Te queda perfecto. — él rió vergonzoso.— De verdad, te ves... muy bien. — me moría de ganas de decirle que se veía, guapo y sexy al mismo tiempo.
¿Por qué pensé eso?
—Lamento no haberme comunicado con usted estas semanas, pero de verdad que la extrañé.— algo se sacudió en mi pecho ¿corazón eres tú? Por favor no seas idiota. — Y luego de pensarlo mucho vine hasta aquí, para poder verla.— tenía una vestimenta similar a la de la última vez.— Por favor acepteme una ci... salida.— hizo una reverencia.
Extrañaba esas actitudes aunque me haga sentir mayor.
—Está bien príncipe. — sus ojos cayeron en los míos sorpresivamente mostandome un brillo peculiar, como si estuviera facinado por lo que dije. —Acepto su salida.
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Different Times ; ➹ Min Yoongi (COMPLETA)
RomanceMisterioso pero educado, callado pero a la vez dice mucho, confundido con todo a su alrededor, introvertido pero se le olvida cuando está conmigo. Voy a conocer más de la historia que ocultas Min Yoongi. Aclaraciones. ➹Heterosexual. ➹Romance. ➹...
