Treinta y cinco

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X-Men no me pertenece.

ADVERTENCIA: Ay, este... ¿lo habitual?... perdón que Wade y Raven usen ofensas "mexicanas", pero volví a ver un pedacito de deadpool 2 en español y me causo mucha risa escucharlo decir "Chinga tu madre" y pues ya no me pude resistir.





Erik se sentía extraño en su propio cuerpo, no había una sola palabra que describiera completamente su sentir... desconexión, incertidumbre, una extraña sensación de vacío... su mente le parecía un lugar demasiado silencioso y amplio.

Se sentía solo.

Escuchó a Raven soltar un carraspeo destinado claramente a captar su atención, por lo que dejó de fingir que vigilaba a los nuevos mutantes y se giró a ver a su amiga.

Raven hizo un movimiento rápido pero discreto con su cuello, indicándole que la siguiera hacia el área de los controles, notó a Sean acercarse de inmediato a ocupar su lugar (con un asentimiento de cabeza dirigido a Erik), así que concluyó que Raven ya tenía todo planeado.

Una vez en la ilusoria privacidad del área de controles en compañía de Alex y Janos, Raven inició una conversación susurrada, que no debía envidiar nada a una conversación a gritos.

—Usaste...— Raven tragó con incomodidad. —¿Estabas usando la telepatía? — Vio a su amiga morder su labio inferior con nerviosismo y el ceño fruncido. —Tú...— Su amiga cerró los ojos con fuerza, claramente incapaz de ordenar los pensamientos caóticos en su mente.

Erik notó a Janos y Alex mirándolo de reojo, creyéndose discretos.

—No fui yo—

—Erik— Exclamó Raven, fallando en eso de controlar el volumen de su voz. Erik, que se encontraba dándole la espalda al resto de mutantes, no necesito girarse para estar seguro de que estaba siendo observado.

—No fui yo— Reafirmó. —Se sentía como si fuera yo— Trató de explicar aquello que había entendido en su cabeza, pero que no se sentía capaz de trasmitir. —Pero al mismo tiempo... no— Podía decir que se sintió como si por un instante él fuera Charles, pero esa explicación quedaba corta y no expresaba realmente el cómo se había sentido.

No se sintió como "Erik", no se sintió como "Charles", se sentía como alguien más... poderoso, invencible, suficiente.

—No sabía que los compañeros destinados podían hacer eso— La voz de Ellie empujó el silencio a desaparecer. —¿Eso fue lo que pasó no? — Aunque la mujer alfa había soltado aquella última frase en tono interrogativo, la realidad es que lucía convencida de lo que decía. —Tú y Charles hicieron alguna cosa rara de compañeros destinados— Sean, dejando atrás su expresión eternamente despreocupada, se notó incómodo y nervioso ante las palabras crudas de Ellie.

Erik no podía enojarse, primero porque su cabeza se sentía hueca y atontada y segundo porque Ellie lo había explicado mucho mejor de lo que él nunca podría, así que se limitó a regresar su mirada a Raven.

—Fuiste...— Comenzó Raven una vez sus miradas estaban nuevamente conectadas, pero, pese a que Erik la notó hacer un esfuerzo descomunal, nada más salió de entre sus labios.

—Muy aterrador— Escuchó de una de las voces nuevas. Girándose a buscar al dueño de inmediato.

—Wade— Escuchó que riñó entre dientes un hombre bien parecido sentado junto a uno con la cabeza repleta de cicatrices.

—¿Qué?, es la chingada verdad— Exclamó poniéndose de pie. —No es algo malo, eres un alfa, eres un líder— Explicó el hombre mientras caminaba, estirando cada una de sus manos hacía en frente para después juntarlas frente a su pecho una vez llego a donde estaba Erik. —Eres un alfa líder, tienes que ser pinches aterrador— Erik pensó en fruncirle el ceño, pero no parecía contar ni con la energía para eso. —Y eso es, déjame decirte, muy putas sexy— Le soltó de manera coqueta. Erik lo recorrió con la mirada.

Anhelo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora