CAPÍTULO 1 3

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Una pequeña gota de sudor bajó por un costado de su frente. Apretó los labios intentando controlarse a ella misma.

—Sasuke-kun ¿Puedes también...—el pelinegro la vio con el ceño fruncido al notar como ella no contestaba su pregunta tan rápido cómo él lo preferiría —...bajarte de mi? —tragó saliva con dificultad, el tener a Sasuke encima de ella y a unos centímetros de su rostro la ponía más nerviosa incluso que hace unos años.

—¿Qué? —miró su rostro, si no fuera por la oscuridad y porque ella le había pedido que desactivara su sharingan, podría ver claramente su rostro tan rojo. 

Trató de mover su mano que la tenía aprisionada contra el suelo, pero los fuertes dedos de Sasuke que sostenían su muñeca no la dejaron moverla.

—Que si te puedes mover un poco más... lejos —esquivó su mirada, no entendía como un hombre podía tener los ojos tan profundos que poseían un destello que hacía temblar su cuerpo de los nervios que le ocasionaba, y no eran precisamente por el miedo.

La observó por más tiempo del que debería para su propio estado de tranquilidad, al sentirla aplicar fuerza en la mano que él sostenía tuvo que apretarla más hacia el pasto, cuidando de no hacer la suficiente presión como para dañarla.

Su piel era suave, y no solo la sentía en sus manos, sino en todo su cuerpo al Sakura portar tan pocas prendas de su vestimenta. Su otra mano que se encontraba en la estrecha cintura de la mujer que tenía debajo suyo, rogaba porque explorara más allá.

Respiró hondo. "¿Qué te pasa Sasuke? No te comportes como un pervertido, eso solo lo haría Naruto" se dijo así mismo para despejar los pensamientos que se apoderaban de su mente incitándolo a hacer cosas que luego las tendría que pensar fríamente causándole más confusión en su mente ya confundida de por sí.

Pero una vocecita traicionera le dijo que gracias a que Naruto tuvo ese comportamiento ahora había una posibilidad que ese niño fuera hijo de ambos. ¿Pareja esos dos? 

Su mandíbula se endureció.

—Sakura, contesta mi pregunta —lo miró molesto porque ella daba tantas vueltas para no llegar a ese tema.

—Sasuke-kun me estás aplastando —mintió al sentir su respiración chocar con su mejilla, estaba tan cerca que no la dejaba pensar con claridad como hace unos momentos en el lago, debía de tomar las cosas en frío, estaba frente a él.

¡Lo tenía tan cerca! Pero, dudaba que el que él lo estuviera tanto la ayudaría a conectar bien sus neuronas para aprovechar en intentar convencerlo de regresar a la aldea con ella y Naruto. Después de todo, habían descubierto que él dio fin a Orochimaru y varios criminales que atentaban contra la aldea, dudaba que su maestra, la quinta Hokage le fuera a dar una condena por desertar, hasta ese momento no hiso nada que atentara contra la aldea.

Él resopló con molestia y se paró sacándose la parte de arriba de su traje.

—¡¿Qué estás haciendo Sasuke-kun?! —se tapó los ojos sintiendo su rostro arder.

—Hump, ten —una fragancia varonil inundó sus fosas nasales, movió uno de sus dedos que estaban encima de sus ojos para ver por un milésima de segundo al chico frente suyo con el torso desnudo, retiró enseguida la mirada al sentir como su cuerpo la traicionaba cuando quería mantenerse con mente fría.

Bajó la mirada a sus piernas, donde reposaba la prenda gris.

—Sigue un poco húmeda, pero te servirá para taparte —dijo en un tono frío intentando ocultar cualquier emoción que lo delatara por lo que se giró para darle un poco de privacidad y que ella no lo viera como estaba.

Estar tan cerca de ella no solo había alterado su cuerpo, sino que también a él.

No sabía que era lo que le estaba pasando, se sentía inquieto, ¿emocionado?, de tenerla tan cerca que lo mejor era mantener un par de metros entre ambos, de lo contrario no sabía como podría reaccionar la próxima vez.

Se decía a sí mismo que estaba allí solo para despejarse una duda de su viejo equipo, tal vez él fuera muchas cosas, pero no era alguien que no le importara nada como muchos creían.

Él recordaba a todos los que estuvieron allí cuando estaba hundido en la completa soledad, a su equipo. A Naruto, a Kakashi y a Sakura. Nunca quiso dejarlos, pero tenía prioridades y las seguía teniendo, y el acabar con la aldea que le causó tanto sufrimiento a su hermano era una de ellas.

No tenía deseos de matarlos a ellos, Kakashi era su maestro, casi lo podía ver como una figura paterna para él, recordaba la batalla con Naruto, como él, su amigo intentó detenerlo a toda costa. Sabía por qué lo hacía, él tenía el total conocimiento que irse con Orochimaru era como firmar para vender tu alma al diablo, y por eso mismo, él se encargó de destruirlo.

Recordaba como Sakura le imploró que no se fuera, que no siguiera el camino de la venganza, pero aún así, él lo hiso y seguía haciéndolo y no tenía intenciones de cambiar ese pensamiento, cuando Konoha decidió poner como un cebo a su hermano para sus planes, sentenciaron su destino, él no se quedaría de brazos cruzados pretendiendo que todo estaba bien.

No se lo perdonaría ni él mismo si lo hiciera, no cuando sabía la verdad de Itachi, cada sonrisa, cada momento feliz que vivía cada habitante de Konoha era gracias a su hermano, ¿y cómo ellos lo veían?

Como un despreciable y odiado criminal que aniquiló a su clan, cuando él los salvó, todo era a costa de él. Si él no hubiera vivido una vida de mierda, ellos no sonreirían con tanta paz como era ahora, entendía que no era la total culpa de los aldeanos.

Pero sí de algunos viejos que él se encargaría en mandar al infierno. Y eso, ni Sakura ni Naruto podrían impedirlo. Ahora lo que estaba haciendo allí, era solo despejar una duda que él tenía con respecto a ambos.

Ya habían pasado varios minutos y había logrado despejar de su mente los pensamientos nada puros que se le habían venido por tener tan cerca a Sakura. Bueno, después de todo era un hombre heterosexual.

Eso era, reacción natural.

Volteó para ver a Sakura ya con su prenda gris cubriéndole poco más arriba de las rodillas.

"Reacción natural, Sasuke, reacción natural" pensaba una y otra vez en su mente para no tener que admitir que a ella le quedaba espectacularmente tentadora esa prenda.

—Gracias por prestarme tu ropa, Sasuke-kun —ella tampoco podía verlo a los ojos, nunca se imaginó estar en una situación como esa con Sasuke.

—Hump —movió sus dedos nerviosamente para obligarse a dejar de ver tan detalladamente el cuerpo de su excompañera, cerró los ojos para evitar cualquier tentación —¿Vas a contestar mi pregunta, Sakura? 

—Sasuke-kun aún no entiendo por qué tanta insistencia con el niño... 

—Sakura —la cortó volviendo a abrir sus ojos, solo que ahora con el sharingan activado, para que ella no olvidara que su amenaza anterior seguía en pie

—Bueno, verás Sasuke-kun... Naruto y yo... es difícil de explicar porque no deberíamos de decirlo, pero en resumen, debemos de protegerlo —finalizó cruzándose de brazos, había respondido lo que creyó que sería suficiente para él. —Por otro lado, Sasuke, ¿tú qué...? 

—¿Protegerlo? ¿Por qué? —sin poder evitarlo una vez más se acercó a ella

—De-debemos de hacerlo —se sentía nerviosa de ver una vez más los ojos rojos de Sasuke mirándola

—¿Tú y Naruto? 

SABOR DULCE AMARGOWhere stories live. Discover now