La princesa perdida Marinette

Cap. 36 Misterio de un Secuestro

Era muy temprano en la mañana y Yun se encontraba dormido placenteramente. Pero de inmediato tuvo que despertarse debido al llamado de la naturaleza.

Después de salir del baño Yun quiso servirse un poco de agua así que fue a la cocina para servirse un vaso con agua.

La cocina estaba cruzando la sala.

—¡Ahhh! Mis ojos.

Lian quien se encontraba en la sala grito cuando Yun encendió la luz.

—Lian ¿Que estás haciendo despierta a esta hora? —reclamo Yun— son las 6 de la mañana.

—Si, ya lo sé —Lian se frotaba los ojos— pero en Beijing es la una de la tarde.

—¿Que?

Lian mostró lo que había en la mesa. Era una laptop encendida que mostraba la imagen de muchas personas en ella. Se podía notar que todos eran familiares de Lian debido a la característica cabellera castaña que todos tenían. Con excepción del primo Chang quien se quedó calvo a una edad temprana.

—Hola Yun mucho tiempo de no verte.

—Buenos días señora Wen.

La señora Wen era la madre de Lian. Una mujer respetable y cariñosa, alguien en quien podrías confiar ciegamente.

—Muchas gracias pero aquí en China ya son tardes.

Después la cámara fue acaparada por un pequeño castaño.

—Hey Yun, no olvides traerme un recuerdo de París.

—Si, ya te compre lo que me pediste.

—Genial  ahora podré presumir en la escuela que tengo una figura de acción de Ladybug.

El niño se encontraba muy feliz por la compra que había hecho Yun.

—Ya basta que no estamos aquí para eso, sino que vamos a celebrar el cumpleaños número 112 del bisabuelo.

Un hombre de edad avanzada y cabello blanco se encontraba en el centro de todos sentado frente a un pastel con una vela encendida.

—Si, ahora es el momento en que el bisabuelo sople la vela del pastel —dijo entusiasmada Lian.

—~Si~  —todos los demás con excepción de la señora Wen dijeron "si" con poco entusiasmo.

El bisabuelo se recargo en su silla y se impulso hacia adelante para estar más cerca de la vela. Se movía tan lentamente que se podía incluso decir que no se estaba moviendo.

Cuando estuvo cerca de la vela soplo con todas sus fuerzas pero apenas hizo que la llama de la vela se moviera un poco. Además de que este proceso tardo bastante tiempo en realizarlo. Luego el bisabuelo volvió a intentarlo, tomo mucho aire y después lo uso para intentar apagar la vela. Pero fue el mismo resultado que la ves anterior.

Ya había pasado mucho tiempo y los demás familiares ya se estaban cansando de tanto esperar para comer el pastel.

El pequeño castaño de hace rato discretamente se acercó un poco al pastel y soplo al mismo tiempo en que el bisabuelo lo hacia. En esta ocasión la vela fue apagada pero fue gracias a la "pequeña" ayuda del pequeño castaño.

—Se los dije. Aún soy capaz de soplar —dijo el bisabuelo con orgullo.

—¡Bien! Ahora que el bisabuelo apagó la vela ya es momento de comer pastel —dijo el pequeño castaño saltando de emoción.

—¿Ah si? Ahora que el bisabuelo logro apagar la vela vamos a comer pastel —dijo la señora Wen cruzada de brazos lanzando una mirada al pequeño castaño. Obviamente sabía lo que él hizo.