Thirty eight

24.7K 1.7K 3.7K
                                    

Subí de nuevo a mi habitación y me senté en la silla de mi escritorio.

Recibí una llamada.

Hyunjin.

Oh.

—¿Hola?— contesté dudosa. 

—Hola ¿sí quedaste?—

—Amm, sí—

—Felicidades, te lo mereces— 

—Gracias— se me hacía algo raro que Hyunjin estuviera diciéndome esto. Dio un largo suspiro.

—Quisiera invitarte mañana a desayunar ¿qué dices?— dijo de repente.

—Mañana trabajo—

—Sí, pero hasta en la tarde—

—Tengo tarea— me excusé.

—Escuché que le dijiste a Hye que ya la habías terminado. Hasta te la pidió—

Diablos. Este chico en todo está.

—¿Por qué haces esto?—

—Porque quiero hacerlo, no tiene nada de malo—

—Claro que sí. Tú mismo me dijiste la otra vez que me alejara de ti y ahora tú vienes y me buscas. No te entiendo— bufé.

—Sí, sé que eso dije, pero soy un completo idiota. Sé que el otro día te pedí perdón, pero no fue suficiente y pues te quería invitar a desayunar, para hablar contigo un rato, no sé— se escuchaba un poco nervioso.

Lo pensé demasiado. No sabía que hacer. Si aceptaba, sería una idiota y si no lo hacía, también, porque me quedaría con las ganas de saber qué hubiera pasado si hubiera ido. Agh.

—¿Y bien?— volvió a hablar.

—Ok— se escuchó que soltó un gran suspiro, como de alivio.

—Gracias, en serio, gracias— se escuchó más animado.

—Sí, bueno ¿a qué hora?— moví mi pie un poco inquieta.

—¿Te parece bien a las 9?—

—Sí—

—Vale, entonces paso por ti a esa hora. Buenas noches, descansa—

—Buenas noches, igual— colgué.

Me levanté de la silla y me aventé a mi cama. Estaba cansada y feliz.

Puse mi alarma a las 7:30, para poder hacer mis cosas a tiempo, ya que iba a bañarme en cuanto despertara y pues bueno, preferiría tener tiempo de sobra a estar ahí toda apresurada, no no.

[.]

Sonó mi alarma. Me bañé, me vestí y me maquillé sólo un poco. Eran las 8:40 am y ya estaba lista, así que mientras llegaba Hyunjin, me puse a ver vídeos de gatitos. Amaba los gatos, pero mamá no me dejaba tener mascotas. Siempre le rogaba por tener un gato o un perro, pero siempre me decía que no. Me decía: "¿Ellos o tú?" y pues bueno, después ya no le volví a insistir, porque capaz luego se enfadaba y me corría. 

« Aléjate de mí || H. Hyunjin »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora