Cap 68 Tormenta de mariposas

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El apartamento de Taehyung estaba literalmente vacío.

En el living apenas había una mesa y una silla. No había cuadros, no había tele, ni sillón, ni mesa para una computadora... No había nada.

— Este es el momento en el que me dices que vamos a follar en el suelo — comentó Jungkook dejando las bolsas con todos los regalos que le había hecho Tae, todavía ni siquiera las había abierto.

Taehyung soltó una risita y cerró la puerta con llave.

— Tranquilo, en mi habitación hay una cama, pero no esperes un somier. Es de una plaza.

— Es mejor que el suelo. — y ambos soltaron una risita.

— Pero no mejor que estar contra la pared. — comentó Taehyung mientras le guiñaba un ojo. Jungkook volteó la mirada como diciendo "este chico no tiene arreglo". — traje latas de comida porque no tengo heladera. Hay ramen, tengo una olla, podemos comer eso.

— ¿No te funciona el horno? Podemos comprar ingredientes para una pizza y hacerla.

Ahora Taehyung soltó una carcajada.

— Claro, voy a poner la pizza directamente en el horno, sin una bandeja... ¡Va a quedar exquisita! — comentó irónico.

— ¿Me estás diciendo que tienes una olla para poner ramen pero no tienes bandejas para la pizza?

— Que conste, la olla se la robé a mamá hace unos meses. Aunque... Para ser sincero no se si hay gas.

Jungkook se llevó una mano a la frente, dramáticamente.

Taehyung se alzó de hombros.

— Agradece que hay luz. — dijo y abrazó a Jungkook. — cuando salga de la sacundaria conseguiré un trabajo, tengo algunos ahorros y ya te dije, mis padres quieren que yo compre las cosas, fue el trato.

— Lo sé. — Jungkook lo miró a los ojos con una sonrisa — tendrás que trabajar duro para poder comprar todo lo que una casa necesita. ¿No vas a vivir con tus padres después de que nos graduemos?

— Quiero irme lo antes posible. Ellos necesitan estar con Soo In mas tiempo y yo necesito mi espacio. Los primeros seis meses o quizás el primer año hasta que pueda ahorrar todo lo suficiente viviré con ellos, pero también vendré aquí para traer mis cosas. Hasta que yo me asiente en un trabajo seguro mis padres pagarán la compra de la casa y las expensas del edificio, pero yo tengo que pagar todo lo demás cuando tenga trabajo. ¿Tú qué harás?

— Voy a seguir viviendo con mis padres. Ellos no están casi nunca en casa, así que el espacio personal no me molesta demasiado... Quiero un trabajo mientras estudio y ahorro. Pero no creo que me vaya de casa hasta muchos años después. Sé que puede sonar tonto pero yo no soy de esos que quieren dejar a sus padres al cumplir los 18 años... Y para eso me faltan menos de dos semanas, Hyung. Estoy bien con ellos, de momento no quiero tener un departamento para mí solo... Eso solo provocaría que me sienta más solitario.

Taehyung lo abrazó con más fuerza y luego se acercó a las bolsas de los regalos. Ya quería que los viera.

— Cuando yo me mude aquí tú puedes venir y quedarte cuántos días quieras, bebé.

A Jungkook le brillaron los ojos.

— ¿De verdad?

— Claro, aunque van a pasar varios meses para eso, siempre podemos venir aquí a estar solos.

Jungkook abrió las bolsas de los regalos. En una bolsa había dos peluches de ositos blancos, eran tamaño mediano. En otras tres bolsas más había conjuntos de ropa (bastante cara) y en las seis bolsas que quedaban los regalos eran libros y alguna joyería.

— Wow... Ni que fuera nuestro aniversario o algo así.

Taehyung se alzó de hombros y vio a Jungkook sonreír de oreja a oreja. Taehyung sabía que Jungkook no lo querría jamás por lo material y eso era hermoso, pero cuando le compró todas esas cosas estaba tan ansioso por demostrar que él si estaba interesado verdaderamente en Jeon que se le había ido un poco la mano con la cantidad de regalos.

— Oye... ¿Que regalo quieres para tu cumpleaños? Faltan unos días, bebé.

— No me regales nada... Creo que con todos estos regalos puedo contar hasta los de nuestra futura boda.— comentó Jungkook en broma.

Pero a Taehyung el corazón le había dado un vuelco. ¿Por qué esa idea sonaba tan bien en su cabeza?

Porque amaba a Jungkook y la idea de dejarlo por alguien más no era una posibilidad en su corazón.

Taehyung le sonrió y se acercó a él.

— Bien, en unos años espero que seas mi esposo. — y lo tomó de las mejillas y le dejó un beso en los labios.

Esa palabra para Jungkook fue una tormenta de mariposas en el estómago.

El club del beso [TK] ✔Where stories live. Discover now