💧Cap 28. Lágrimas💧

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El show de talentos había terminado. Todos estaban guardanso las cosas en los gabinetes de la escuela. El club de los besos estaba reunido casi en la parte de afuera, contando el dinero que habían conseguido entre las dos cabinas. Todos habían acordado que Hyunjin se quedaría con el dinero que él había ganado y las ganancias de las otras dos cabinas no serían repartidas con él. Hyunjin había ganado un total de 50 dólares. Muchas personas habían pedido sus besos en la mejilla.

— ¿Cuánto ganaron? — preguntó Jihyo emocionada — ¡Taehyung en tu fila tenías como 100 personas!

Taehyung contaba sus billetes.

— Tengo 60 dólares. — anuncio al final.

Todos se quedaron pensando. Luego Lisa dijo:

— Pero había un montón de personas en tu fila. ¿Solo 60 dólares? ¿No te estarás guardando algo, o si?

— Rechacé a todos los que pagaron por besos en la boca. Excepto a una chica que casi se desmaya.

Muchos se rieron.

—Yo gané como 140 dólares. ¡Acepté todos los besos! — dijo Félix emocionado. Tenía los labios bastante hinchados.

Hyunjin mostró sus 50 dólares y todos le aplaudieron. Él se los quedaría. Había sido su mejor trabajo de medio tiempo, ahora podía comprarse un parlante más grande y que funcionara mejor que el que tenía.

— Bueno, repartamos las ganancias de Félix y Tae entre todos. — dijo Rosé animada. — a ver somos siete, Hyunjin tiene lo suyo, así que es un total de 200 dólares. — ella sacó su calculadora.

Pero antes de que Rosé pudiera hacer la división en el celular, Jungkook dijo:

— Son 28 dólares para cada uno. — contestó cabizbajo.

Rosé hizo la cuenta.

— Tiene razón. 28, 57 para cada uno.

Ella repartió los dólares ente todos. Cada uno se guardó lo suyo.

— Oigan, iba a hacer una pijamada en casa. — dijo Félix — ¿Quieren venir? Ya que es viernes. No es tan tarde, apenas son las once. Mi madre no tendrá problema en que se queden a dormir. 

— ¡Yo me apunto! — dijeron Rosé y Soobin al mismo tiempo. Se miraron y sonrieron.

Sí que había química entre esos dos.

Hyunjin levantó la mano para decir que también iba.

— Yo estoy cansada, me iré a casa — mencionó Jihyo.

— Si ustedes van, yo voy — dijo Lisa.

— ¿Vienes Tae? — preguntó Félix.

— Depende, ¿Me dejaras dormir en el sillón? La última vez me diste una bolsa de dormir y se metió una cucaracha en la bolsa. — lo regañó.

— No era una cucaracha, era una polilla. — dijo Félix con un tono burlón. — te dejaré en el sillón, tranquilo.

Taehyung aplaudió en afirmación.

Félix volvió a hablar.

— ¿Y tú, Jung...?

Pero Jungkook ya se había ido mientras los demás hablaban sobre la pijamada.

Todos se voltearon a ver a Taehyung, pero recordaron la advertencia de Hyunjin. Que los dejarán en paz. Taehyung suspiró y se repitió mentalmente que no seguiría a Jungkook. Él no lo quería ¿Para qué buscarlo entonces? Que se arreglara solo.

¿Por qué Taehyung no podía controlar sus emociones? Él jamás se había sentido en la necesidad de estar pegado a otra persona todo el tiempo. Era verdad que él iba a fiestas y se acostaba con el primero que le parecía lindo y lo había hecho muchas veces... Pero con Jungkook se sentía todo diferente. Tenía la necesidad de tenerlo cerca y... Y de abrazarlo también.

Taehyung quería correr detrás de él, pero ¿Para qué? Jungkook lo volvería a ignorar. Así que simplemente fingió su mejor sonrisa y preguntó:

— ¿Alguien quiere que lo lleve en la moto hasta la casa de Félix?

Lisa levantó la mano.

— Vivo a 5 cuadras, Tae. — dijo Félix con una risa.

— ¿Y qué? ¿Acaso piensas que dejaré mi preciada moto estacionada en la cuadra de la escuela? No gracias, prefiero ir cinco cuadras en moto y ya.

— Vamos entonces. — dijeron tres al unísono.

Salieron de la escuela y la luna de la noche alumbraba todo a su paso. Frente a la cuadra de la escuela estaba la parada del autobús. Jungkook estaba ahí, sentando en el banco de la parada, con la cabeza apoyada en el vidrio de atrás y los ojos cerrados, apretados.

Todos lo vieron llorar. Taehyung bajó la cabeza. ¿Por qué lloraba Jungkook? No era posible que fuera por él ¿O si?

Cómo sea, Taehyung decidió respetar su propia opinión y le dijo a Lisa que se apresurara a subir a la Moto. Los demás se iban caminando, con el remordimiento de dejar solo a Jungkook.

Pero ellos no tenían que entrometerse y sabían perfectamente que Jungkook estaba llorando por lo que había pasado con Taehyung. Así como habían visto llorar a Taehyung por la mañana.

El club del beso [TK] ✔Where stories live. Discover now