10. Cultura general

Beginne am Anfang
                                    

—Hola, lindura —saludó la voz femenina, adentrándose a la casa.

La misma rubia de la fiesta, ahora estaba un poco inclinada hacia Olivia apretujando suavemente sus mejillas. A la pequeña no pareció agradarle mucho el gesto. Luego se lanzó a los brazos de Nicholas en un efusivo abrazo que —si se me permite opinar— fue demasiado... efusivo.

—Alguien amaneció muy cariñosa —murmuró el gemelo de ojos azules, pasando por su lado y deteniéndose en Olivia—. ¿De qué castillo te robaste esta pequeña princesa, Nick? Estoy seguro de que vi en la tele a una muy parecida —entrecerró sus ojos fingiendo escanearla. Ella rio.

—Nick no me robó y no soy una princesa —respondió, sonrojada.

—¿Entonces eres una reina? —Olivia negó con la cabeza, sonriendo tímidamente—. Mhm... ¿qué crees tú, Jared? —Giró la cabeza hacia su hermano.

—Yo creo que nos está mintiendo —respondió el otro gemelo, siendo el último en entrar y dedicándole una sonrisa a Olivia.

Sacudí la cabeza, terminando de bajar las escaleras. Sin pretenderlo, había permanecido mucho tiempo solo observándolos.

—Allie dice que las mentiras son malas. No miento.

Una pequeña risa escapó de mis labios.

—Cierto, además de que es malísima haciéndolo. —Una sonrisa nerviosa se instaló en mis labios al notar la mirada de todos, especialmente la de uno que no me atrevía a ver.

—Tú debes ser Alice. —El primero en hablar fue el gemelo de ojos avellana, asentí—. En definitiva Nick se quedó corto describiéndote. —Dio varios pasos en mi dirección, tendiéndome la mano—. Eres más que hermosa. Soy Jared —Una sonrisa encantadora decoró sus labios.

Aún nerviosa, estreché su mano y lo siguiente que supe era que estaba envuelta en unos fuertes brazos que me apretujaban bastante.

Qué confianza.

La respiración comenzó a faltarme al instante. Jared no estaba siendo muy delicado que digamos.

—Ya suéltala, Jared, la vas a asfixiar. —Otros brazos me apartaron de él. Era Nicholas—. Lo siento, no suele tener mucho tacto. ¿Estás bien? —Tomó mi rostro en sus manos, examinándolo.

—¿Lo ves? Un blandengue —Jared le susurró a su hermano.

Sin entender, fingí no haberlo escuchado y asentí hacia Nicholas, apartándome rápido de él y sus manos.

Sentí su mirada perforarme, pero un carraspeo llamó mi atención antes de rendirme ante la de Nicholas en mí.

—Yo soy James. Un placer, bonita. —Este último tomó un camino distinto a su hermano y dejó un corto beso en mi mejilla.

Parpadeé, alucinada.

Además de ardientes, los gemelos eran simpáticos. Algo confianzudos, pero no me parecía un rasgo tan negativo.

—El placer es mío. Tengo una amiga que estaría encantada de conocerlos. —Sonreí, imaginando la cara de Stella cuando le contara esto.

Ambos alzaron las cejas.

—¿En serio? ¿Y está buena? —La mano de James aterrizó en la nuca de su hermano—. ¡Esa dolió, imbécil! —Se tocó el área afectada.

—Nick no mentía cuando dijo que Jared no suele tener mucho tacto, discúlpalo. Nos encantaría conocer a esa amiga tuya. Estoy seguro de que continuaremos viéndonos seguido gracias a mi bebé Nick, tal vez puedas presentárnosla pronto. —Sus labios se estiraron con amabilidad.

Un giro inesperadoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt