Capítulo 7

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—Buenos días, cariño. Buenos días, Lena. ¿Cómo habéis dormido? —preguntó Eliza posando un suave beso en el cabello a las dos.

—Muy bien —contestó Kara felizmente mirando a Lena que se mordía el labio para no sonreír entre que agitaba la cuchara en su taza.

Quizá algunos piensen que deberían sentirse raras después de lo sucedido anoche porque habían traspasado una escala, porque no eran los besos, sino la intensidad de éstos. Y más cuando Lena le sorprendió al darle un corto beso nada más levantarse con la misma excusa de que esto también sucedería cuando tuviera pareja (todavía no entendía por qué, pero siguió razonándolo así, de que tenía que acostumbrarse cuando llegara el momento).

O quizá parecía que estaba sucediendo algo con aquellas dos como un leve tonteo o algo así con esas sonrisas y miradas compartidas, pero Lena insistió que era por ayudarla, comportándose como alguien más para que Kara se acostumbrara. Porque era heterosexual al igual que Kara que recibía esa ayuda y no era nada extraño después de todas las palabras compartidas.

—Vaya, ¿qué hacen mis dos princesitas levantadas tan temprano? —apareció Jeremiah por el marco de la puerta depositando un suave beso a su mujer.

—Tenemos planes que hacer —respondió Lena agitando las manos para quitarse las migas de las tostadas que acababa de devorar.

—¿Y de qué se tratan esos planes? —preguntó el mayor de los Danvers con curiosidad.

—Cosas de chicas —dijo Kara sin más, levantándose al igual que lo hacía Lena.

—¿Y Sam y Alex? —preguntaron ambos padres al unísono.

—Duh, no sé. Supongo que acabarán de despertarse de su nido de amor.

Se limitó en decir su hija que encogía de hombros haciendo que sus padres se rieran a la vez que hacían una mueca de asco y dicho esto la rubia se levantó junto con su mejor amiga para salir de la cocina.

.

Lena le recordó lo que debía hacer en cuestión de segundos y Kara asintió antes de irse arriba para comenzar el día al igual de que la pelinegra se marchaba hacia su casa para despejar el ambiente amoroso de Sam y de Alex. Aunque no iba por eso, sino para ducharse, vestirse y comenzar su cita con Kara.

Lo habían planeado así, un día completo para ellas dos, haciendo una variedad de cosas posibles: una cita por la mañana, igual para comer, otra por la tarde y rematando una última a la noche. Así matar varios pájaros de un tiro antes de su cita real.

La pelinegra pensó en que debería esperar un poco, en que quizá deberían ir despacio para que no se agobiara, pero Kara insistió y aseguró que estaba todo bien esta mañana, que cuanto antes mejor para procesar la información antes de su cita con James y Lena no iba a decir que no. Nunca podría decir que no a su mejor amiga.

Por otro lado, Sam y Alex estaban despiertas cambiando las sábanas cuando Lena llegó a la habitación después de un "adelante". Inmediatamente hizo una mueca de asco que hizo reír a ambas, pero las dos agradecieron que la pelinegra le hubiese ofrecido un poco de privacidad y ella agitó la mano sin importancia. Y, aunque estaba muy contenta por ellas, debía tener en cuenta su discurso en la cabeza para zafarse de ambas sin tener que decir expresamente porque tenía que echarlas de su casa, por no decir que tampoco sabría explicarlo si lo hiciera porque sí.

Cuando salió de la ducha y se vistió, bajó al salón y carraspeó un poco para llamar la atención de ambas que estaban desayunando. Sin titubear les explicó a las dos que hoy iba a salir con Kara para dar unas cuantas vueltas porque tampoco podían ocultarlo y más aún cuando Eliza y Jeremiah sabían que iban a salir. Antes de que pudieran decir nada, siguió hablando para quitárselas de encima y que no se unieran a sus planes, poniendo la excusa que le preparó la rubia:

We could be happy | Supercorp AU UniversityWhere stories live. Discover now