Capítulo 1

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Los pasos de Kara aumentaron de ritmo nada más recibir un mensaje de Lena. Había extrañado a su mejor amiga ya que no tuvieron tiempo de ponerse al día con tantos exámenes y agitó alegremente los libros, a pesar de que odiaba estudiar. Entre los caminos y hierbajos del campus, la rubia miró de un lado a otro, recordando los viejos tiempos que había vivido hasta llegar aquí, alegrándose de cómo había seguido su amistad con Lena a pie de cañón después de todo.

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El resumen es sencillo si hablamos del pasado. Al principio Kara, cuando ingresó en el instituto a mediados del primer semestre de primero, no pasó desapercibida y rápidamente se convirtió en una de aquellas chicas populares, ganándose el respeto de sus compañeros sin esfuerzo alguno. Todo el mundo le adoraba y les encantaba estar alrededor suya. Incluso Alex, su hermana, sentía un poco de envidia por aquel entonces.

Claro, ambas no se llevaban bien al principio, pero era algo normal. Todavía no se adaptó a la nueva situación familiar. Le costaba un poco porque le quitó el papel de ser la favorita. Le irritaba que fuese incluso la preferida de la casa, aunque Eliza o Jeremiah insistían que no era lo que su hija estaba pensando.

Simplemente estaban más encima de ella después de que su primo Kal-El entregase a Kara a los Danvers como si fuera un cachorro lastimado. Es decir, que al principio sus padres se preocuparon por la rubia al verla tan perdida, enseñando las costumbres de la Tierra y, después de que entrase en tercero, querían cuidar más de Kara cuando ella misma estaba descubriendo sus nuevos poderes.

Desde entonces, después de varios incidentes donde Kara no pudo manejarlos porque nadie le dijo nada, ni siquiera su primo tuvo la molestia de ocuparse y sus padres ya no sabían qué hacer, entendiendo por aquel entonces el papel de su protagonismo, Alex se quitó ese carácter de orgullo herido y de egoísta envidiosa que miró hacia delante y se detuvo ayudando a Kara en todo lo que pudo y su relación mejoró.

Antes la rubia se tensaba con su presencia y ahora lloraba de alegría cuando controló a la perfección su primer vuelo a su lado, donde surgió el primer abrazo sincero y con cariño. Donde fue la primera vez en que la pelirroja estaba orgullosa de llamarla hermana.

Pero, por supuesto, esos incidentes seguían siendo incontrolables como doblar la bandeja de comida por un lado cuando su hermana le robaba el postre de broma, quedarse con la manija de la puerta cada vez que cerraba el despacho del director o después de cualquier reunión con algún profesor (eso le pasaba siempre que estaba nerviosa, como casi con todo), abollar alguna taquilla que otra con sus manos cuando no controlaba su enfado, partir las tizas cuando salían a la pizarra cuando pensaba en la posible respuesta una y otra vez...

Hasta que, en cuarto, llegó ella. La mismísima Lena Luthor.

Ella era todo lo contrario a Kara. Nada más Lena llegó al instituto, quiso pasar desapercibida, ser una chica invisible para que ninguno la mirase y que nadie la juzgase con la mirada. Aunque eso ya lo hacían todos nada más entrar por la puerta el primer día de clase al escuchar su apellido, sabiendo como era el psicópata de su hermano Lex.

Por supuesto, Alex le aconsejó que estuviera atenta y no bajase la guardia por ser un Luthor, pero, en cuanto los días fueron pasando, sintió que esa ignorancia estaba mal. Estaba siendo injusta por llevarse por la razón y guiarse por las palabras de los demás. Fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba equivocada y fue la primera vez que sintió que podía controlar sus poderes cuando se enfrentaron.

Un día, nada más cruzar la esquina, se paró y observó a la pequeña Luthor con esos ojos tristes y su cuerpo temblando cuando tres chicos la arrinconaron en las taquillas. En ese momento supo que ella no era como su familia, sino una chica más que quería vivir una vida normal y más cuando escuchó al aguzar su super oído:

We could be happy | Supercorp AU UniversityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora