Capítulo 5

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Pasó una semana y media después de aquella fiesta. Por supuesto, Kara y Lena no hablaron del tema; ni siquiera un simple comentario secreto para ver si se sentía mejor o lo había logrado. Tenían demasiadas preocupaciones encima como para decir algo, sobre todo por los exámenes que se les venían encima.

A pesar de eso, la pelinegra al principio estaba preocupada porque tenía la sensación de que Kara la estaba evitando. Ni siquiera fue puntual cuando quedaron todos para estudiar en la biblioteca cuando la rubia era la primera en aparecer después de ella. Incluso contestaba tarde a sus mensajes, con textos cortantes cuando Kara le enviaba hasta cinco emojis distintos con cada respuesta, por no decir que pensó que lo estaba forzando.

Y todo se revolvió por dentro cuando estaban en la cafetería, dando los últimos repasos para el último examen.

—Yo creo que me voy a ir —suspiró Nia levantándose para coger sus cosas—. Creo que si sigo así me voy a tirar de la ventana. Me voy a ver a Brainy para que me de algunos mimos antes de hacer el examen —se despidió agitando la mano.

—Mira, tiene razón. Me ha dado tanta envidia que voy a ver a Lyra —Winn también se levantó haciendo que todos volteasen los ojos.

—Esa alienígena está fuera de tu alcance, Schott —se burló Alex pasando las hojas de texto sin mirarle.

—Ah, ¿sí? ¿Y cómo explicas que ayer me invitó a ir al cine este fin de semana? —sonrió victorioso haciéndole la peseta a la pelirroja.

—Esa mujer es muy cañera —Alex sacudió la cabeza inmediatamente al mirarle—. Solo te tratará como un objeto sexual, lo sabes, ¿no?

—Lo sé, me lo ha dejado claro desde el principio, pero gracias por los ánimos, mujer —el chico borró su sonrisa en un suspiro.

—Pero es la verdad, Winn —añadió la pelirroja con una mueca—. Su reputación no es muy buena que digamos. Seguro que eres un chico más en su lista y no quiero que te hagan daño.

—Si me hago daño es porque quiero, ¿de acuerdo? —gruñó de mala gana, un poco molesto de la conversación porque siempre se metían en su vida.

—Bueno, al menos cambia esa cara de amargado para que te dé un beso en condiciones —se burló todavía más haciendo que el chico se enfadara.

—Por lo menos tengo a alguien que me deja las cosas claras y sigue a mi lado, no que me deja y se va a la otra punta de la ciudad para dejarme solita —soltó enfadado haciendo que Alex se tensara y Winn se marchó sin despedirse.

—Será imbécil... —masculló la pelirroja sacudiendo la cabeza incrédula—. Se lo decía de broma...

—Es que te has pasado, Alex. Tú misma te lo has buscado —susurró Kara haciendo una mueca—. Si Winn se siente bien con ella...

—¿Y tú que sabrás, Kara? —interrumpió Alex de mala gana recogiendo sus cosas y se levantó viendo como la rubia alzaba las cejas, atónita—. No has tenido nunca nada con ningún chico como para que opines sobre eso —soltó sin tapujos haciendo que su hermana se tensara.

—Alex —regañó Sam poniéndose de pie para detenerla y la pelirroja se dirigió a ella, señalándola con el dedo.

—No, tú eres la menos indicada para decirme nada —escupió dándose la vuelta sin despedirse.

—¡Alex! —gritó Sam recogiendo también sus cosas para seguirla.

Todo esto mientras Lena permanecía con la boca abierta contemplando toda la conversación, sin apoyar ni meterse porque estaba tan helada que no supo reaccionar. Segundos después miró a su alrededor y se dio cuenta de que se había quedado a solas con Kara, algo que le parecía hasta extraño porque sentía que el aire fluía diferente, cosa que no le gustó, pero agitó la cabeza para desalojar los pensamientos negativos de la cabeza; tendría que haber una explicación razonable para ello y, sobre todo, confiaba en Kara y en que creyese cada palabra que le dijo.

We could be happy | Supercorp AU UniversityWhere stories live. Discover now