El chico de los laureles [Omegaverse | KageHina]

Especial de San Valentín | 2021

[AU - Universo Alternativo]

KageHina

Kageyama no era bueno con los sentimientos. Mucho menos cuando se trataba de Hinata. Agradecía internamente (cosa que nunca iba a admitir) que fuera el Omega quien diera el primer paso en su relación, por que, de no ser así, estaba seguro que Kageyama se habría guardado sus sentimientos en lo más bajo de su ser.

Pero, ese no era el caso. Y ahora era 14 de febrero. Día del amor y la amistad y las miles de cosas que ponen las tiendas solo para que compres cosas cursis y lindas para tu pareja. Una mentira comercial alimentada por una leyenda sobre "San Valentín" y todo eso.

El único propósito de todo esto: gastar dinero y ser uno de esos idiotas estresados frente a la ventana de cristal que no sabe que regalar a su pareja. ¿Y saben qué? Kageyama lo había sido. 

Pasó alrededor de tres días buscando en internet algo para regalarle a la felicidad hecha persona que tenía como pareja. Al menos una semana en las tiendas solo, mirando algo que pudiera tener el lugar de 'regalo perfecto' para Hinata.

Nunca le había dado nada, siempre era Shoyo quien recordaba las fechas importantes y aseguraba a Kageyama que ser "un idiota del voleibol olvidadizo" era parte de su encanto.

E iba a ser así. No le gustaba gastar dinero en cosas innecesarias y así. Pero cuando tuvieron esa reunión con sus anteriores compañeros de equipo (y ahora compañeros de manada), descubriendo que mucho de ellos estaban siendo consumidos por la expectativa de la llegada de febrero, se dio cuenta que, quizás, no era del todo...malo.

Además que, claro, Sugawara le dijo que una vez al año dando su brazo a torcer regalándole algo a Hinata fuera de su cumpleaños tampoco era desagradable. Y, si no le creía, lo iba a comprobar en San Valentín.

Y ese comentario captó su interés, encontrándose en la situación de ahorita.

Ambos estaban recostados sobre la cama, mirando un programa de televisión al que Kageyama definitivamente no le estaba prestando atención. Hinata estaba apoyado al cuerpo del Alfa, con la cabeza descansando en el hombro del pelinegro y su nariz, ocasionalmente, buscando las glándulas de olor de su compañero.

El Alfa tenía su brazo descansando en la cintura del Omega, a veces subiendo su mano para acariciar el cabello naranja de su pareja, obteniendo el ronroneo tan inusual de Hinata. Porque, por mucho que el chico fuera alguien de buscar mucho contacto físico, eran muy raras las situaciones donde ronroneaba.

El regalo estaba guardado en el cajón al costado de la cama. El regalo era pequeño, sin duda, no quería darle algo demasiado exagerado al Omega. Ni tampoco tan típico. Era extraño, pero igual sabía (de alguna forma) que el regalo le iba a gustar.

—Tengo sueño —murmuró Hinata, separándose del Alfa—. ¿Te doy tu regalo de San Valentín? Mañana tenemos que ir a ver a Minwa, ya sabes.

—Son las ocho de la noche —comentó Kageyama, burlándose del cansancio del Omega—. Pero bueno, dame el regalo. Esta vez yo también tengo algo para ti.

—¿¡En serio!? —el sueño que gobernaba su cuerpo desapareció, siendo reemplazado por la emoción de que Tobio hubiera hecho algo por él—. Dame mi regalo.

—Espera.

Hinata y Kageyama giraron a lados contrarios de la cama, buscando en el cajón de cada uno el regalo que habían comprado. Cuando lo encontraron, lo intercambiaron sin esperar mucho. Y los dos no tardaron en mirarse el uno al otro en ese momento, el silencio llenando la habitación.