La chica de las converse rojas [Amores inefables#1]

Nathaniel Evans

*Recordemos que Nathaniel perdió su diario (Oliver lo tiene), por eso este capitulo es narrado por él pero NO es su diario*

Narra Nathaniel

Después de pedir el día libre de la librería, fui hasta la casa de Oliver, que por cierto el viejo me dio la dirección a cambio de que le dijera si Harriet me había escrito una carta.

Ese hombre tiene más información que toda la cuadra junta.

Toque el timbre esperando que Oliver me abriera la puerta, pero en vez de eso una mujer me recibió, tenía el mismo cabello negro y alborotado de Oliver, sus ojos verdes derrochaban a amabilidad y me sonrió en cuanto me miro.

—¿Puedo ayudarte en algo querido? —Me sonrojo un poco al oír su amabilidad.

Definitivamente es la madre de Oliver, tiene el mismo tono divertido que ella.

—Hola —Murmuro algo nervioso —Vengo a ver a Oliver.

—Pasa querido.

Ella abre la puerta completamente dejándome pasar.

El departamento de Oliver era más pequeño que mi casa actual pero definitivamente más acogedora, parece un hogar. La mujer me guio por un estrecho pasillo hacia las habitaciones.

—Me alegro que Oliver tenga mas amigos —Me dice con una sonrisa —Esta un poco desaminado, Ian trato de sacarlo a pasear ayer, pero creo que Oliver le arrojo algo.

La miro confundido.

¿Quién es Ian?

—Oliver es algo cerrado cuando necesita ayuda, espero que puedas animarlo.

Soy terrible animando a las personas.

—La puerta azul es la suya, suerte querido, si necesitas algo estoy en la cocina.

Toco la puerta en varias ocasiones, pero al no recibir respuesta la empujo suavemente, el cuarto de Oliver

es tan brillante como él. Paredes blancas, luces colgadas del techo, poster en las paredes y un espejo roto en el piso.

¿Se ha hecho daño?

Miro por el cuarto buscando a Oliver. Al menos Oliver esta vivo.

Esta llorando en su cama enrollado en su cobija como si fuera un taco, pero esta vivo.

—Oliver —Me acerco lentamente a su cama.

—No estoy —Responde con la voz ronca.