Anuncio Familiar.

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—¿Mamá,  pueden  venir a mi casa hoy? —Pregunté con tono nervioso.

—Claro, nena, ¿Todo está bien con Ross? Te escucho tensa.—Estaba preocupada.

—Todo está perfecto, sólo que pues queremos hacer una cena familiar, también viene la familia de Ross.— Disimulé mi tono de voz.

—Oh, por ahí hubieses comenzado, ¡Claro que vamos a ir! Espéranos allá.— Asentí.—¿A qué hora llegamos?

—A las seis, Mamá.

—Muy bien, nena. Entonces nos vemos a las seis.

—Bye, Mami,  saludos.—Colgué la llamada

Mientras tanto Ross.

—También vienen los padres de Laura... Sí ella está bien... Es una cena familiar... Yo no voy a decirte nada... Ok... Si,  sí,  a las siete, Mamá... Sí, también dile a Ratliff... Bueno, no te preocupes... Hasta las seis... Bye Má.—Él cortó la llamada y tiró el celular en la cama.

—Esa puede ser,  tal vez,  la conversación más larga que he escuchado en mi vida.— Reí un poco mientras me recostaba en la cama.

—Stormie Lynch es... un poco tediosa.— Se tendió en su lado de la cama como si nunca se hubiese acostado en una.

—Eso hace parte de ser madre, Ross— Toqué su nariz suavemente.

—Yo espero que tú aprendas de ambas partes.—Tocó mi abdomen con suma precaución.—Tengo miedo de no saber qué hacer con nuestro bebé.

—Ningún padre lo sabe, Ross.—Acaricié su cabello de oro.—Todos tienen miedo de fracasar con sus hijos, pero poco a poco te darás cuenta que las cosas surgen debido a la situación.

—Hablas como si ya lo hubieses vivido—Acarició mi cabello.

—Somos padres, Ross. —Suspiré.—Aún no me hago a la idea de que llevo un pequeño humano que depende de mí.—Señalé mi barriga.—De nosotros.

—¿Crees que lo tomamos a la ligera?— Preguntó estrujandome contra su pecho.

—No, tan solo que... todo pasó muy rápido—Me acurruqué junto a él, sintiéndome pequeña,  cómoda y protegida por el inmenso y majestuoso cuerpo de Ross.—No sabes la felicidad infinita que tengo al saber que seremos padres.

—La comparto, nena.—Me acarició el cabello dándome una oleada de paz y recuperación en mi ser.  Yo creía tenerlo todo, pero desde el día en que comenzaron mis mareos me sentía completa, total y absulutamente mujer.— Si por mi fuera me casaria contigo mañana, me impacienta esperar un mes más.

De camino a casa desde el hospital hablamos con Ross sobre nuestra indefinida fecha de matrimonio, decidimos que era mejor hacerlo antes de que todos se llenaran de rumores sobre nuestro bebé, despues de todo los medios podian ser crudos con las criticas, pero ni Ross ni yo teniamos en ese momento precisamente la fuerza y el corage para aceptar sus despotricados comentarios.

—¿Con qué alimentarás a once personas? —Pregunté a Ross aún sin salirme de su pecho.

—No tengo ganas de preparar nada, deberiamos pedir, no sé,  comida china y meterla en ollas para que parezca que cocinamos.—Rió un poco, contagiandome a mi tambien de risa.

—No es una mala idea, en realidad, eso es lo que deberiamos hacer.—Dije más seria, la verdad es que si no fuera un tema tan importante, posiblemente Ross y yo nos quedaríamos en esa posición por lo que restaba del día. En realidad el día se me estaba haciendo larguísimo, habian pasado tantas cosas que pareciera que no hubiesen pasado todas hoy. Los mareos, el desmayo, el hospital, la noticia, y ahora nosotros aquí, pensando en como hacerles creer que habiamos cocinado comida china. Estaba exausta.

—Aun recuerdo el día en que me dijiste que sí querias ser mi novia—Ross sacó de la nada.—Tu viniste a mí y me diste ese beso que no estaba en el guión. En realidad todo estaba resuelto para mí en mi cabeza, llevaba rato pensando qué sentía por ti, analizando los pro y los contra, ¿Y si me rechazabas? ¿Si te decia algo que cambiaría nuestra relación? ¿Si en realidad solo me querías como amigo?—Suspiró—Aveces pienso que de otra manera tal vez yo me hubiese tragado mis sentimientos y no estaríamos aquí ahora.—Escuchaba como su corazón latia rápido y fuerte, apunto de salirse de su pecho.

Tenía una emoción enorme. Saqué la cara del pecho de Ross y lo miré a los ojos.

—Gracias Lau.— Susurró con lágrimas de emoción en sus ojos.

—Gracias, Ross.—Susurré también, y lo besé.

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—Bueno familia, pasen a la mesa, es hora de comer.—Ross comenzó a pasar los platos y las bandejas a la mesa, mientras yo repartía cubiertos y servilletas.

—Se ve muy rico, Lau.—Asintió Stormie mientras se sentaba.—Si así se ve, no puedo imaginar cómo sabe.

—Ah, no sabes mamá, Laura es una excelente cocinera. —Asintió Ross guiñandome un ojo.

—Veo que te estás dando la buena vida, Bro.—Rocky levantó sus pulgares—Ya quisiera yo que Alexa cocinara al menos.

—Yo quisiera tener novia, Bro, no todos tienen lo que se quiere.— Riker frunció los labios en manera de desilución.

Definitivamente Riker y Vannesa no iban, de igual modo ella ya se habia conseguido un novio,  el representante de uno de los actores de su nuevo programa.

—Já, qué dices.—Señaló Ratliff del otro lado de la mesa.—Yo estoy muy bien así, en mi opinion Rydel hace las mejores hamburguesas del mundo.— Tiró su cabeza para atras.

—Nada más lo dices porque es tu novia.— Rocky rodó los ojos.

Sip, Rydellington.

—Ay, por favor, Rocky,  tú mejor que nadie sabes que Rydel cocina bien.— Señaló Ross—¿Quién era el que le pedia a Rydel que le hiciera bocadillos de medianoche?— Preguntó sarcásticamente.

Ellos eran así, siempre. Los cuatro globalizaban una conversación, Rydel apenas si intervenia y Stormie  y Mark sonreían viéndolos hablar.

Recogimos los platos y pasamos a la sala.

—Bueno, esta cena tiene un solo motivo.—Señalé.— Es importante que ustedes siempre compartan espacios con nosotros en nuestra casa.—Ross se acercó y se quedó a mi lado.

—Vamos a hablar de algo que le interesa a Rydel, Mamá y a la señora Marano.—Las señaló.

—Es sobre nuestra boda—Rydel aplaudió ansiosa.

—¡Fechas!—Gritó Rydel.

—Nos casaremos el 29 del otro mes.— Todos los que estaban en la sala abrieron los ojos como si les fueran a echar gotas.

—¿Por qué tan rápido, muchachos?— Preguntó Stormie.

Era el momento.

—Ahí recae la segunda noticia—Asintió Ross.— Digamos que... todos los que estan aquí seran o tios o abuelos.

—Sí, Ross y yo seremos padres.

Locura de amor en el set  [Terminada] Where stories live. Discover now