¡Mi estrella favorita eres tú! (Hinata x Inuoka)

Capítulo 11

Narra Inuoka

Ni siquiera sabía si nosotros podíamos entrar sin ser cachados por alguno de los profesores. Tal vez, debíamos de aceptar nuestro castigo.

– Shoyo, creo que no hay remedio – ambos nos habíamos sentado a fuera de la puerta – Sin llave no hay forma de entrar sigilosamente.

– Es que, no podemos hacer eso. Debe de haber alguna forma de entrar – Shoyo se levantó y dio un vistazo rápido hacia la entrada – Siento que algo se me está escapando...

Observé cómo Shoyo caminaba casi casi en círculos para pensar. Yo seguía aferrandome en la idea de entregarnos y aceptar. Ahora, sólo me preocupaba en la excusa que debíamos de dar para que nos creyeran.

– ¡Oh! ¡Inuoka! – se aferró a su cobija y sonrió de oreja a oreja – Sé en dónde podemos pasar sin ser vistos.

– ¿Cómo?

– ¡Sígueme!

Me levanté rápido y lo seguí, traté de seguirle el paso. Él dio la vuelta del hospedaje y se detuvo justo en donde había puesto su bicicleta.

– ¡Es allí! – señaló la ventana que estaba un poco alta pero al menos la ventana no estaba tan pequeña – Esa ventana da a la cocina, así que, tal vez puedo pasar a esa ventana para poder abrir desde adentro.

– ¡Lo entiendo! – me emocioné. Luego volví la vista hacia la ventana y después me quedé mirando a Shoyo que me sonreía radiantemente – Oh, ¿quieres que te cargue?

– ¡Justo esperaba esa respuesta! O sólo serme como apoyo o algo así... – Shoyo se quitó su cobija, la hizo bola, y la aventó hacia la ventana. Por suerte, gracias a la fuerza que lo había lanzado, la ventana se abrió y pues la cobija se metió a esa misma – ¡Bingo! Fue suerte que estuviera abierta. Ahora sí, ¿me cargas?

– ¡Sí! Pero... – no sabía cómo cargar a Shoyo – No está tan alto, así que, creo que de esta forma va a servir – me agaché y le di la espalda a Shoyo.

– ¡B-bueno! Aquí voy... ~ – Shoyo puso sus manos en mis hombros y le agarré sus muslos para asegurarme de que no se cayera – Ehh... ~

– ¿Sucede algo? ~ – por alguna razón, ambos empezamos a susurrar.

– Nada, está bien. Bueno, creo que lo podré agarrar desde aquí ~ – Shoyo alzó su brazo para alcanzar la ventana – Maldición, apenas llego. ~

– Entonces trataré de cargarte sobre mis hombros para que puedas alcanzarlo ~

– P-p-pero te podría lastimar o algo así ~

– No te preocupes, el objetivo aquí es que llegues allá arriba~ – me preparé para que pusiera su peso en mis hombros – ¿Quieres intentarlo?~

– Sí ~

– Está bien – me agaché para que se bajara de mi espalda – ¿Listo?

– ¡Listo! – Shoyo puso con cuidado sus piernas en mis hombros. Inclusive lo hacía lento – ¿No es mucho peso para ti?

– Por supuesto que no. Calma – me empecé a levantar con cuidado. No quería que Shoyo se cayera desde esa altura, así que lo agarré de sus pantorrillas – ¿Puedes alcanzarlo?

– ¡Sí! Acércate un poco y-¡¡AHHHHH!! 

– ¿¡Qué sucede!? – Shoyo se había hecho hacia atrás, provocandome que me desequilibrara – ¡¡Ve hacia adelante!! ¡¡Shoyo!!

¿¡Qué fue lo que había visto!?

Narra Tanaka

[En el momento en que Hinata e Inuoka estaban afuera del hospedaje...]