Dangerous Love ||Draco Malfoy

Capítulo 26

La próxima vez que la puerta se abrió, no se molestó en ponerse de pie, ya sabía quien era y también sabía que no la iba a dejar ir. Se quedó en el suelo observando a la nada mientras se concentraba en no olvidar de respirar.
Ya no habían lágrimas para llorar, el dolor seguía ahí, latente y tan presente como el día anterior, pero ya no soltó ni una lágrima.

-Levantate. Van a venir a vestirte- dijo Theo.

-¿Vestirme para qué? ¿ya vas a matarme o aún no?- Theo tiró de ella con fuerza poniéndola de pie de una sola vez.

-Te quiero con la boca cerrada, la boda será en unas horas y quiero que te veas espectacular frente a todos. No hay necesidad de mostrarles lo zorra que eres-

-¿La boda?- preguntó con un hilo de voz. Theo sonrió abiertamente, mostrando lo mucho que le gustaba verla tan mal.

-Pues si querida ¿te pensaste que te iba a dejar ir y ya? Para vayas a llorar a la tumba de tu amante. Pues no, te vas a casar conmigo y pasaras toda tu puta vida arrepentida de haberte metido con otro hombre- Hermione cerró los ojos con fuerza, ahí venía el llanto de nuevo -y más te vale no hacer una escenita en la boda, sabrás que te conviene comportarte si quieres que tu madre siga viva mañana-

Mientras dos empleadas entraron a la habitación, las dos fingieron que Hermione no estaba secuestrada, lo sabían, pero Theo estaba ahí todo el rato observando que ninguna fuera a hacer algo imprudente.
La ayudaron a lavarse la mano con sangre y limpiaron sus pies, su cabello fue peinado durante horas, pues lo llevaba demasiado enmarañado. Theo no se movio para nada, solo observaba desde la puerta a las chicas hacer su trabajo.
Ese día se suponía que debía ser el mejor de la vida de los dos, tendrían que estar felices disfrutando que iban a unirse para siempre, pero no era así y no podía ser peor. Theo la odiaba, la odiaba pot hacerle tanto daño, había querido tener la más hermosa boda, con la joven más hermosa que había visto en su vida. Nunca le importó su posición económica o lo testaruda que era Hermione, ella era la persona que él quería. Y Draco... Draco había sido su compañero de toda la vida, le podía confiar todo. Las dos personas más importantes de su vida lo habían traicionado, le habían robado su felicidad y él les estaba devolviendo el favor.
Mientras observaba a Hermione llorando frente al espejo, deseó abrazarla, ayudarla a calmarse... era el día de su boda, debía estar sonriendo. Pero todos los pensamientos buenos se esfumaron al recordar que aquellas lágrimas eran por su propia culpa.
Incluso con ojeras y lágrimas se veía hermosa, parecía tan inocente y leal. Pero no lo era, había sido una completa sin vergüenza y se merecía sufrir así.
¿Cómo podía culpar a Draco de haberse enamorado de su novia? A él le había pasado lo mismo, en cuanto la conoció quedó hechizado por su sonrisa, era casi imposible no caer con una mujer así. Pero Draco no la tendría jamás.

Mientras le ponían el vestido, Hermione imaginaba mil formas de escapar de ahí, en el segundo que saliera de aquella habitación iba a correr tan lejos como pudiera. Prefería morir a casarse con Theodore Nott.

No se dignó a verse al espejo, no podría soportar verse vestida y atrapada en aquel vestido que odiaba. Mientras le ponían las joyas, una de las chicas trató de quitar el collar de Rubí, pero Hermione agresivamente la detuvo, no quería quitarse para nada aquel colgante tan importante, era la unica prueba de lo que había tenido con Draco había sido real.

Mientras bajaba por las escaleras, flanqueada por las dos empleadas y Theo observaba con cuidado a su alrededor, cada ventana, puerta o espacio que le permitiera escapar cuanto todos se distrajeran, pero todo estaba cerrado y seguro. ¿Donde estaba la madre de Theo? Se preguntó Hermione. La señora Nott no sería capaz de encerrarla así.

-Señor, la señora Malfoy envió a una joven con el ramo y más joyas para la señorita Hermione- dijo otra empleada a Theo.

-Dejala que pase- esperaron en el salón por aquella joven que había llegado, Theo miró extrañado cuando una pequeña pelirroja caminó hasta ellos viendo directamente a Hermione.

-Ginny- susurró la castaña.

-Buen día, señor. Si me permite le he traído unas cosas a la señorita- Theo hizo como que no le importaba y la dejó pasar. Uno de los guardias de Theo se acercó a él y lo mantuvo entretenido y alejado mientras Ginny tomaba asiendo a un lado de Hermione.

-Ginny-

-¿Qué le han hecho señorita?- dijo mirandola preocupada -no tengo mucho tiempo. Necesito decirle algo-

-¿Qué pasa?-

-Voy a ayudarla a salir de aqui- el corazón de Hermione se aceleró -necesito que ponga atención-

-Ginny, necesito que me digas que pasó desde que me fui. ¿Qué le hicieron al cuerpo de D...Draco?- Ginny negó.

-No podemos perder tiempo-

-Ginny, por favor...-

-¡Por favor escuche!- Hermione se quedó callada -cuando todos los invitados vengan, la vigilancia del jardín va a ser menos, así que cuando a usted la lleven afuera tiene que buscar la manera de correr al árbol de cerezos que está detrás de la casa. Ahí va a encontrar un caballo- ambas miraban alrededor para ver si no las estaban escuchando -necesito que se vaya de aquí lo más rápido posible porque van a darse cuenta-

-Ginny, yo no se montar...- las manos de Hermione temblaban.

-Eso no importa, es la unica oportunidad que tiene. Y por favor, no vaya a la mansión Malfoy por nada del mundo, es el primer lugar en el que van a buscar-

-Ginny no puedo... tengo que ir a ver a mi madre, tengo que despedirme de Draco- Ginny negó desesperada.

-Usted no puede confiar en su madre, ella está ayudando a Theo- Hermione se quedó perpleja -no le puedo explicar nada, por favor hagame caso-

-Van a descubrirme Ginny-

-No, yo voy a estar esperando por usted en la iglesia que está junto al rio ¿sabe cual?- Hermione asintió -Bien, ahí voy a estar, ahora tengo que irme. Suerte- Ginny se puso de pie, simuló haber entregado lo que llevaba y después se retiró del salón.
Hermione estaba temblando de miedo, no creía que pudiera escapar así, pero valía la pena intentarlo, después de todo su vida ya estaba acabada.