Capítulo 4

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Parecía que la fiesta ya había terminado, su madre y su ahora esposo, despedían a los pocos invitados que quedaban.
Hermione se acercó a su hermana que estaba aún con Dean.

-¡Hermione! ¿dónde te habías metido? Theo se fue hace poco y no quiso despedirse de ti ¿pasó algo?- Hermione se sentó con mucha calma, aun no procesaba lo que había visto.

-No, no pasó nada-

-Bien, porque Theo...- Elena se quedó callada cuando su madre y Lucius se acercaron a ellos.

-Parece que todos se han ido- dijo Lucius.
-Hermione, vamos adentro, tu madre y yo queremos hablar contigo y con Draco- Hermione asintió sin más. Elena se quedó en el jardín con Dean mientras ellos caminaban dentro de la mansión.
Justo al entrar, Draco iba entrando al enorme salón.
-¡Ah, hijo! Ven aquí- la mirada de Draco se encontró con la de Hermione por un segundo, parecía serio, su traje estaba un poco alborotado al igual que su cabello, claro que ella sabía porqué. Así que decidió ignorar su mirada.
-La ceremonia terminó mucho antes de lo que esperábamos, pero bueno, llegó el momento de que Alice y yo nos vayamos- Hermione se giró a su madre.

-¿Irse? ¿Qué...a donde?-

-A nuestra luna de miel- respondió Lucius y Alice se puso colorada tanto como su hija.
-por lo tanto antes de irme tengo que dejar indicaciones-

-¿Pero se van esta noche?-

-Si, esta noche- contestó su madre.

-Bien, mientras no estamos, Draco, estás a cargo de la casa, y por supuesto, a cargo de Hermione- aquello le cayó como agua helada a la joven -ahora ella es como tu hermana y necesito que te encargues de ella, de los negocios tienes instrucciones especificas, así que de eso no hablaremos ahora- ahora con la vista en Hermione agregó -mientras Draco esté a cargo de la casa tendrás que avisarle cuando tu prometido venga a verte, para que te deje chaperonas, en esta casa todo se tiene que hacer bien- Hermione hubiese replicado de no ser porque estaba ida -sientete en casa querida, y si necesitas algo todo está a tu disposición- Lucius tomó a su hijo y lo llevó su despacho para hablar con él, ella se quedó con su madre en el salón.

-¿De verdad tienes que irte?-

-Hija, sabes como son estas cosas. Pero estaré de vuelta cuando menos te lo pienses- le dio un abrazo -por favor trata de llevarte bien con Draco, ahora somos familia y quiero que esto funcione- Hermione solo asintió.

-No quiero estar sola aquí-

-No vas a estar sola, incluso vas a sentir mas compañía de lo que crees- Lucius salió con Draco detrás de él. La cara de Draco aún era inexpresiva, casi daba miedo verlo.

-Es hora de irnos-

La despedida fue dura para Hermione, Draco mas que nada parecía molesto, quizás no le agradaba que su padre hubiese llevado a la casa a dos desconocidas. Estar sola en aquel palacio iba a ser una larga tortura.
Hermione no permitió pasar ni un solo segundo, en cuanto se habían ido corrió a su habitación para no quedarse a solas con Draco ni un segundo.
Al llegar a su habitación se tiró a la cama sin quitarse su ropa, se quedó ahí por horas, parecía que el tiempo no pasaba.
Si ella se hubiese casado con Theo su madre no habría tenido que casarse con Lucius, el matrimonio de su hermana había pagado las deudas que tenían y eso les había ayudado mucho, pero de ningún modo iban a aceptar mas, Theo había prometido sustentar la casa si ella se casaba con él, pero Hermione no pensaba casarse por interes.
Si tan solo su padre estuviera ahí... nada de eso estaría pasando.
No pudo evitar recordar lo que había visto hace unas horas en un pasillo, Draco y su empleada estaban teniendo sexo. Debían de estar muy enamorados porque no había forma de que ella hubiese accedido a acostarse con un hombre sin antes haber estado casada, en tiempos como esos, nadie te aceptaba si no eras virgen, a menos que a tu pareja de verdad no le importara, pero como una verdadera dama, debías esperar hasta el matrimonio.
Claro que Hermione odiaba eso.

Dangerous Love ||Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora