Capítulo 21

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Hermione despertó el la madrugada sola en aquella cama. No le gustaba la sensación se vacío al ver que él no estaba a su lado. Su ropa aún estaba en el suelo, pero él no estaba ahí. Tomó la blanca sabana y se la puso alrededor de su cuerpo desnudó, caminó a fuera de la habitación y no tuvo que buscar por mucho. Ahí estaba él, en un balcón, de espaldas a ella. Tenía el torso aún desnudo pero sus pantalones puestos. Su anillo de plata con la serpiente brillaba bajo la tenue luz.
Se acercó con cuidado al balcón y él parecía no darse cuenta de su presencia.

-¿Qué haces?- Draco se giró a ella asombrado de verla ahí. Llevaba un cigarro en los dedos y el humo se mezclaba con el frío de la noche.

-¿Qué haces despierta amor?- dijo tirando el cigarro al suelo.

-No estabas. Pensé que te habías ido- Draco arrugó la frente y se acercó a ella.

-No voy a dejarte Hermione. Eso no va a pasar- Hermione aceptó su abrazo -vas a congelarte aquí afuera-

-Tu también, volvamos a la cama- Draco la tomó de la cintura y la sacó del balcón, cerrando la puerta detrás de él. Tomó la tela que cubría el cuerpo de la castaña y la dejó desnuda de nuevo. Sus ojos la recorrieron de arriba a abajo tanto como pudo.

-Podría acostumbrarme a verte así todo el maldito día- dijo tomandola de la cintura, poco a poco bajó sus manos a sus glúteos, dejandolas ahí más tiempo de lo debido. Hermione pensó que iba a repetirse de nuevo lo que habían hecho hace unas horas, pero Draco la tapó de nuevo y la llevó a la cama. Se moría de ganas de tenerla suya de nuevo, pero no quería lastimarla más. Se acostó con ella y esta vez se quedaron dormidos hasta la mañana.

-No quiero volver- dijo ella con un puchero mientras Draco se ponía su ropa.

-Podemos quedarnos aquí para siempre- Hermione sonrió, pero sabía que tenía que regresar.

-¿Sabes? He tenido el mejor cumpleaños del mundo- dijo ella mirando el techo.

-Tu cumpleaños acaba de empezar-

-Shhh, estoy feliz, no me lo arruines- dijo ella bromeando. Cuando se puso a buscar su ropa entre el suelo se quedó pensando -Draco ¿Cómo voy a volver si rompiste mi vestido?- Draco hizo una mueca diciendo "lo siento" y busco en el armario.

-Puedes usar esto. Mi madre eran tan pequeña y delgada como tu, seguro que te quedará- Hermione miró le sencillo y rosa vestido -es nuevo, los de este armario nunca los usó-

-Gracias- dijo sonriendo.

La castaña tomó su ropa interior y se la puso con cuidado de que no se cayera la tela que cubría su cuerpo.

-¿Te das cuenta que anoche te vi en desnuda, verdad?- dijo Draco al ver aquello.

-Es diferente- él solo se carcajeo.

Después de haber arreglado la cama, Hermione salió tranquila de la casa, tardaron tanto como pudieron en el camino ya que ninguno quería volver. Esa mañana estaba más soleado que de costumbre, aunque el frío aún se sentía horrible así que Draco puso su abrigo sobre los hombros de Hermione.
Al ver la casa, ambos suspiraron tristes porque sabían que había llegado el momento de fingir que no se hablaban. Hermione entró primero y ya sabía lo que podía esperarse. En el salón estaba Alice muy emocionada, a su lado estaba Elena y Luna con regalos en las manos. Alice ni notó el aspecto de su hija y la tomó en un abrazo.

-Que bueno que despiertas, hija. Es hora de celebrar- dijo a Hermione. Draco entró unos segundos después y saludó a todos con un "buenos días". El corazón de Hermione no se podía controlar al verlo.

-Que lindo esta todo mamá- dijo sonriendo al ver como había arreglado el salón.

-¡Espera a que veas la sorpresa!- dijo Alice dando brinquitos. Al fondo podía ver a Elena igual de feliz y a Draco comiendo una manzana mientras veía la escena -¡ya puedes pasar!- gritó su madre.
Una puerta se abrió detrás de Hermione y de esta salió Theo.

-Theo- dijo ella sin aliento.

-Theo regreso ayer de su viaje cariño, y pensé que sería el mejor regalo de cumpleaños- Theo avanzó a ella para tomarla en un abrazo.

-No sabes cuanto te extrañé- dijo aprentandola con sus manos. Hermione estaba en shock mientras trataba de procesar todo. Theo se giró a ella para intentar besarla pero ella se apartó.

-Espera- dijo y Theo fruncio la cara.

-¡Ay querida! La boda ya está a nada de ser. Puedes besarlo, no te preocupes- Theo estuvo de acuerdo con Alice y le plantó un beso en la boca a Hermione. Ella parpadeo confundida, de reojo vio como Draco se retiraba molesto de la sala y no podía pensar en otra cosa que ir con él.

Mientras Alice servía la comida, Theo se alejó un poco con Hermione para poder hablar con ella.
-Estuve enviando cartas, no estoy seguro de que las recibiste- Hermione tragó saliva con fuerza.

-Si, lo hice- al ver aquellos ojos azules recordó su promesa. Tenía que decirle lo de la boda cuanto antes, se lo había prometido a Draco y después de lo que había pasado anoche no quedaba nada que esperar.

-¿Por qué no respondiste? Te extrañé querida- Hermione sonrió nerviosa.
-¿De quién es este abrigo?- preguntó viendo el abrigo de Draco que llevaba sobre sus hombros.

-Es... mio-

-Mmm, de acuerdo. Bueno, yo te traje algo- Hermione sabía que tenía que hacerlo cuanto antes.

-Theo, tenemos que hablar. Es importante-

-Esta bien ¿de qué se trata?-

-No aquí, vamos a un lugar más privado- Hermione lo llevó por unos pasillos, con tantos empleados era difícil tener un poco de privacidad. Mientras mas solos estaban, mas nerviosa se ponía. Iba a romperle el corazón, acabaría siento todo un desastre que ella no podría controlar. Le dolía lastimar a Theo, pero le dolía más estar econdiendo su relación con Draco.
Ojalá las cosas fueran diferentes, pero ya no había nada que hacer. Todo se le había ido de las manos y ahora tenía que enfrentarse a las consecuencias. Theo y ella de detuvieron al escuchar unas voces, no querían interrumpir, así que alentaron sus pasos, era inevitable no escuchar.

-Por favor Draco. Haré lo que quieras, lo que me pidas...- a Hermione se le detuvo el corazón, sabía a quién pertenecía esa voz. Caminó furiosa a la habitación y abrió la puerta para ver algo que no se esperaba. Theo se acercó a ella sin entender.

-¿Que pasa?- dijo al ver a Hermione paralizada. Pansy estaba tomando a Draco de la cara mientras lo besaba en los labios, él la tomaba de las muñecas con fuerza. Draco vio a Hermione en la puerta y palideció de inmediato.

-Hermione- dijo apartando muy bruscamente a Pansy.

-Lo siento, no queríamos interrumpir- dijo Theo sonriendo al ver a su amigo en tal situación. Claro que él no entendía nada.

-Hermione... yo no...- no le importaba que Theo estuviera ahí, le dolía ver como Hermione estaba palida frente a él sin decir una palabra.

-Vámonos querida. Esta habitación está ocupada- dijo Theo pero Hermione no se movió.

Algo se rompió dentro de ella, no podía mover los pies, no podía respirar, le quemaba el pecho y los ojos. Aquello que acababa de ver la había roto en pedazos.

-¡FUERA DE AQUÍ!- le gritó a Pansy. La muchacha tampoco se movio pero parecía asustada.

-¡No! No tienes por que irte, Pansy- contestó Hermione tratando de no soltar lágrimas -quedate y continua con lo que estaban haciendo. Mi prometido y yo tenemos que irnos. Estamos ocupados planeando nuestra boda- soltó ella con frialdad. A Draco le tembló la boca y sus ojos se cristalizaron.
-Vamonos Theo- Theo tomó la mano de Hermione fuera de la habitación, Draco salió corriendo detrás de ellos.

-¡Hermione!- gritó, pero ella no se detuvo. Estaba dispuesto a seguirla y hacer que lo escuchara, pero Alice apareció.

-Vamos Hermione, tienes invitados- Draco no podía hacerle eso, ella no iba a perdonarlo si los delataba delante de todos, así que la dejó ir mientras él se quedaba con el corazón roto.

Dangerous Love ||Draco MalfoyWhere stories live. Discover now