XXX. Dos almas, un corazón

Magsimula sa umpisa
                                    

Cora lo miró con un nudo en la garganta. –¿Qué estás dispuesto a hacer por no perderla?

–Lo que sea.

–Podemos intentar algo pero nada nos asegura que funcionará.

–¿Qué cosa? –Indagó Henry.

–Dividir el corazón de Robin a la mitad.

–¡Claro que no! Usted no va a tocar el corazón del ladrón –la detuvo Emma. –Estoy segura de que no hará nada por dejar que vivan su amor.

–¿No te das cuenta, Swan? Ya no tengo nada que perder –suspiró. –La profecía se ha revelado y lo único que me queda es darle la prórroga que busca. –Se quedó pensativa. –Tal vez esto no sea obra sólo de Regina, no estamos seguros de cómo desapareció y si estaba decidida a enfrentar todo por salir adelante, no se quitó la vida por decisión propia.

–¿Qué sugieres entonces, querida? –Cuestionó Gold.

–Que tal vez Hades le ha mostrado un camino para salir de esto o una opción que ella tomó.

Robin se quedó pensativo sobre el pergamino y su contenido. La idea no sonaba tan descabellada.

–Bien, le voy a confiar mi corazón –suspiró –pues es el único camino que tenemos para revivirla.

–No, podemos hacerlo alguna de nosotras –señaló Emma.

–Algo me dice que no es así –aseveró Gold. –Estamos frente a un caso familiar y que se ha resuelto en sí mismo. Desde Zelena hasta Regina hemos encontrado muchas cosas que con la gente de su misma sangre se ha resuelto.

–Es que no podemos confiar en una víbora. –Señaló Killian.

–El tiempo está corriendo y si seguimos discutiendo no vamos a lograr nada, ¡por Dios! –Cora se desesperó.

Robin se acercó hasta ella con determinación. –Le confío la felicidad de su hija y mi familia.

Cora suspiró y de un movimiento extrajo el corazón. Robin la miró nervioso y el resto tenía miedo de verlo morir. Ella cubrió el corazón con magia y de un tiro lo partió por la mitad haciendo que Robin cayera inconsciente.

En ese momento, ella volteó a mirar a Henry y con una seña le pidió que se acercara.

–¿Qué hace? –Cuestionó Emma con angustia.

–Yo no puedo colocarlo, tiene que ser él –dándole ambas partes a Henry–. Sólo tienes que empujarlos al mismo tiempo en ambos cuerpos, ¿entendido?

Henry asintió nervioso mientras el resto no sabía qué pensar, ¿qué tal que fuera una treta para que Robin también muriera?

–¡Cómo sabemos que no es un truco! –Espetó Killian preocupado.

–No hay mucho tiempo, ¡vamos, Henry! Hazlo ahora o morirán.

El chico miró a Emma, tragó en seco y se dirigió a los cuerpos para colocar los corazones. De un movimiento ingresó los corazones a los cuerpos inconscientes. Todos miraban expectantes que alguno se moviera, pero nada sucedía.

–¡Esto fue un truco suyo! –Reprochó Emma–, ¿qué es lo que ha hecho?

–Nada... fue un intento, créanme que no quise lastimar a nadie, ¡no sabemos cuánto tiempo realmente había pasado! –Señaló Cora.

–Has dejado a dos niños huérfanos, ¡maldita sea! –Señaló Zelena–, ¿por qué lo hiciste, mamá?

–¿Qué me sucedió? –Se escuchó preguntar a Regina mientras se incorporaba.

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Jan 05, 2021 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

Entre las Sombras de la ReinaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon