Marcas de Ayer || Parte 1 || Draco Malfoy

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¡Crac!

Una pequeña criatura de grandes orejas, parecidas a las de un murciélago, y ojos verdes y saltones del tamaño de pelotas de tenis, vestida con lo que parecía un almohadón viejo con agujeros para sacar los brazos y las piernas había aparecido de la nada frente a ellos.

(T/N) soltó un gritito, pues nunca había visto nada parecido, pero tanto el niño como la pequeña criatura hicieron caso omiso de éste y comenzaron a conversar entre ellos como si fuera lo más normal del mundo, dejándola boquiabierta.

—¿Me llamó, amo Draco? —Preguntó la criatura con su muy aguda voz, haciendo una reverencia.

—Trae la botella de díctamo y el botiquín de primeros auxilios —respondió el niño.

—Como ordene, amo —replicó la criatura y, haciendo otra reverencia, desapareció con un crac.

—¿Qué... era... eso? —Preguntó (T/N) con espanto.

—Eso era un elfo doméstico —respondió Draco, dándose cuenta de que la niña que estaba junto a él era muggle.

Pero antes de que ella pudiera responder...

¡Crac!

(T/N) soltó otro gritito cuando Dobby reapareció llevando consigo una pequeña botella con un líquido marrón y un extraño botiquín de primeros auxilios, los cuales entregó a Draco.

—Puedes retirarte, Dobby —dijo Draco y el elfo desapareció con un crac, no sin antes hacer otra reverencia.

Draco abrió el botiquín y se desinfectó las manos con un líquido transparente que había en un pequeño atomizador, luego cogió un gran trozo de algodón y lo empapó en lo que parecía ser agua oxigenada, y procedió a desinfectar la herida de (T/N), quien gimoteaba de dolor cada vez que el algodón tocaba su herida.

—Perdóname —dijo Draco—, pero si no la limpio, se infectará.

Él tenía el ceño fruncido y desinfectaba la herida con una concentración única, y cuando terminó de hacerlo, tomó la botella de díctamo y vertió unas gotas de ese líquido marrón sobre la herida.

(T/N) se asustó al ver que un humo verdoso salió de su herida, pero en cuanto se disipó, ésta dejó de sangrar. Ahora una fina capa de piel cubría lo que momentos antes era carne viva y tenía el aspecto de una herida de varios días.

—¿Qué me hiciste? ¡Parece magia! —Dijo (T/N) con asombro y Draco la miró con una media sonrisa dibujada en su rostro.

Un adorable rubor cubrió las mejillas de (T/N) al darse cuenta de que ese niño rubio era muy guapo y tenía unos hermosos ojos grises.

—No deberías estar aquí —dijo Draco—. ¿Por qué viniste?

—Yo... Las otras niñas exploradoras se burlaron de mí porque dije que era imposible que la casa embrujada esté deshabitada —respondió (T/N).

Draco no tenía idea de qué era una niña exploradora, pero se enfocó más en lo que esa niña acababa de decir sobre su casa.

—¿Casa embrujada? —Preguntó Draco levantando una ceja y (T/N) se sonrojó.

—Perdón —dijo ella avergonzada—. Es que así es como nos referimos a tu casa. Es muy tétrica, pero el jardín siempre está bonito y bien cuidado.

—¿Por qué viniste?

—Vine decidida a venderle galletas a quien sea que habite la casa, pero... una espantosa cara apareció en la puerta y... ¡Oh no! —Exclamó (T/N) al ver que la caja que tenía en sus manos estaba tirada en el suelo.

The Malfoy-Felton Diary || Mini Imaginas || Draco/Tom y TúWhere stories live. Discover now