Las pruebas de los reyes dragón, la prueba de Tuan Rahsia

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El grupo, en su integridad, había entrado en el gran salón, que para ese entonces se encontraba en un abismo de absoluta oscuridad. Dadas las proporciones de los siete grandes reyes de los dragones y sus siluetas que se adivinaban en la oscuridad, era fácil para el grupo intuir lo gigantesco de aquella cámara real.

— Deténganse — una fuerte y autoritaria voz soñó en la oscuridad — ¿que los ha traído ante nuestra presencia?

— La búsqueda de consejo y alianza — Semth había respondido como su padre le había aconsejado que lo hiciera cuando se encontrase ante los dragones.

— ¿Sabiduría? — Preguntó la voz

— ¿Alianza? — replicó otra voz aún mas autoritaria que la primera.

— ¿Qué te hace pensar que son dignos de obtener ambos dones? — Intervino una tercera sin dejar contestar al Elfo.

— ¿Porque no dices que estas aquí para brindarle un peso favorable a la balanza de tu guerra? — Intervino una cuarta voz

— ¿Por qué no dices que estas aquí para brindarle un peso favorable a tu búsqueda de la luz? — débil, pero perturbarte, se hizo escuchar la voz de otro gran rey dragón

— ¿Qué pueden ofrecer ustedes, criaturas insignificantes, que valga nuestra atención y ayuda?

— Libertad — Respondió el Semth — la posibilidad de mantenerla.

— ¿Y crees que la perderemos?, ¿crees que tus enemigos no nos temen? — la primera voz le replicó nuevamente.

— Ofrecemos hacer lo correcto, les ofrecemos la posibilidad de proteger a otros seres más pequeños y más débiles que ustedes — Aunque habían acordado que los Semth hablaría, por ser el más diplomático de todos, Nathy no pudo guardar sus palabras, así que enérgica, simplemente había hablado.

— ¿Quién eres tú, miserable hada para usar ese tono con esta gran asamblea? — la voz inquietante había hablado nuevamente.

— ¡Calla hermano! — La voz que sonaba más autoritaria tomaba el control nuevamente— la pequeña dio una respuesta razonable y lo sabes, si todo el grupo tiene su pasión, entonces creo que pueden ser probados.

— ¿Probados? — Nathy dejó escapar un susurró de sorpresa.

— Si, probados — la voz del dragón dio a entender que aquella nueva intervención no había sido totalmente de su agrado — Ustedes quieren nuestra alianza, quieren además el camino para obtener el símbolo de la luz… ustedes piden mucho pero no parecen querer aportar nada… no pedimos mucho, solo una prueba de su valía… una prueba que Linwëlin y sus guerreros no pudieron pasar — tras un breve silencio la voz continuó hablando — cada uno de los reyes dará una prueba, cada uno de los reyes escogerá a sus campeones para resolverla, y solo los campeones elegidos por el rey podrán cumplirla… los demás por tanto esperarán aquí, donde observarán con nosotros —el centro del gran salón se iluminó gracias a una serie de flamas azules, un gran estanque que mostraba en sus aguas, claramente, un precioso paraje — ¿están dispuestos?

— Si — Casi sin pensarlo, y sin consultar a sus compañeros, Nathy había respondido, sin embargo, todos estaban de acuerdo con el hada.

— Entonces, empecemos — la autoritaria voz contestó sin esperar a que los miembros del grupo estuviesen preparados.

—0—

Repentinamente una tenue luz iluminó la sala, en medio de la penumbra, los miembros del grupo pudieron distinguir más claramente la presencia de los siete grandes reyes dragones. El grupo cayó en cuenta que se encontraban en el centro de un hemiciclo,  justamente frente a los tronos de aquellos soberanos.

Nathalie y los Portadores de los ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora