Falling ©

Capítulo 34

Finalmente me decidí a seguirlo.

Luego de la cena me encerré en la habitación y cuando no le quise abrir la puerta a Luke, fingiendo estar dormida, escuché a Justin susurrarle que tenía que irse pero que volvería por la mañana con buenas noticias. Mi corazón se aceleró, yo sabía a lo que se refería con "buenas noticias" y realmente no estaba segura de querer recibirlas.

Quizá Steven merece la muerte o más, pero que sea Justin quien lo haga me vuelve loca. Jamás podría volver a mirarlo como lo miro, no podría dormirme a su lado ni mirarlo sin recordar que mató a ese hombre. A pesar de que sé que no sólo lo haría por mí, ellos tienen una gran historia de odio, eso lo sé, pero solo yo estaba ahí para saberlo.

Cuando Luke dejó de golpear mi puerta me fui hasta la ventana de mi habitación, mientras observaba llamé a un taxi indicándole que me esperara en la esquina y esperé. Minutos después Justin estaba subiendo a su auto y corrí escaleras abajo sin decirle nada a nadie. Solo alcancé a tomar dinero y mi teléfono para salir, subí tal taxi y le indiqué que siguiera al auto.

-¿Puede hacer un viaje largo? -le pregunté al chofer-. Creo que vamos a una o dos horas de aquí.

-¿Una o dos horas? -abrió sus ojos como plato-. ¿Tiene dinero para pagar por eso?

-Lo tengo -aseguré. Aunque tuviera que mirar el taxímetro a cada segundo.

Pensé que iríamos a San Francisco, pero no fue así, el camino solo fue por una hora y vi a Justin detenerse, enseguida pagué el taxi y me fui corriendo a seguirlo. Él detuvo el auto en un lugar pero luego caminó varias cuadras más hasta detenerse en un edificio de unos diez pisos, lo seguí de cerca, porque me aterraba la oscuridad del lugar y ante cualquier cosa pensaba gritar. Miró el edificio unos segundos, tecleó en el celular y entró por un costado, bajando escaleras llegó hasta el subterráneo del lugar, mis piernas temblaban cuando bajé las escaleras tras él. El lugar era oscuro y olía a humedad, todo estaba lleno de cajas por todas partes, me oculté tras un montón para observarlo a la distancia. Justin se puso un pasamontañas y se escondió tras otro montón de cajas, me quedé confundida observándolo por lo que fue un largo rato, hasta que de repente escuché a alguien más bajar por la escalera.

-¿A qué hora piensan llegar? Ya debemos cambiar el lugar -de solo escuchar su voz sentí ganas de vomitar. Era Steven, hablaba pero nadie le respondía, supuse que estaba al teléfono.

Me atreví a mirar un poco, Steven caminó hasta más allá de donde vi esconderse a Justin, movió un montón de cajas y apareció una puerta, entró ahí y pude botar el aire que había estado aguantando durante segundos. Respiré aceleradamente, sintiéndome ahogada y de pronto vi a Justin salir de su escondite, sacar algo de su bolsillo y caminar hasta esa puerta. Me acerqué lentamente y pude observar la pistola en su mano, tragué con dificultad mientras mi corazón parecía estar saliendo de su lugar. Lo vi abrir la puerta demasiado lento, lo suficiente para no generar ningún ruido y en segundos se perdió tras la puerta.

Me quedé helada, inmóvil, sintiendo como mi piel se erizaba y mi cuerpo temblaba, por mis mejillas cayeron lágrimas de terror, otra vez, y no sabía que era lo que debía hacer. Cuando me decidí a caminar más cerca escuché un golpe y eso me hizo correr, agarre la manilla de la puerta pero no me atreví a abrirla inmediatamente, pero escuché su voz.

-¿Lo recuerdas? ¿Lo recuerdas maldito hijo de puta? -era la voz de Justin-. ¿Recuerdas todo lo que me haz hecho? ¿Recuerdas lo que le hiciste a mi hermana y toda mi familia? ¿También recuerdas a mi novia verdad? No mereces más que la muerte.

Mi corazón latía fuerte, tan fuerte que juro que temí sufrir un infarto, pero me atreví a abrir lentamente solo un poco la puerta y mirar escondida. Steven estaba de rodillas en el suelo, con las manos arriba y Justin le apuntaba en la cabeza con la pistola.