Falling ©

Capítulo 26

Justin.

Estaba marcando el número de Brooke cuando vi el autobús llegando al terminal, guardé el teléfono de inmediato y me quedé esperando que comenzara a bajar la gente mientras sonreí como un idiota solo por la idea de verla. Las personas bajaban una tras otra y yo no veía a Brooke. El ayudante del conductor estaba entregándole las maletas a la gente y me acerqué a preguntar si todos habían abordado.

-No, una persona no subió y solo envió su maleta, me dijeron que una persona aquí la recibiría. ¿Es usted?

-¿Cómo? No estoy entendiendo -hablé confundido, él sacó un papel de su bolsillo y leyó, luego volvió la mirada a mí.

-Justin, la maleta de Brooke. ¿Usted es Justin?

-Sí -asentí.

-Bien, aquí está la maleta -me la entregó enseguida.

Miré la maleta sin entender, marqué el número de Brooke y su teléfono estaba apagado. Comencé a observar la maleta por todas partes y cuando la levante vi algo por la parte de abajo.

"Deséale buen viaje a tu novia.
Steven"

Sentí lentamente como toda la sangre en mi cuerpo se enfriaba y caí al suelo, mis piernas no respondían a mis movimientos. Un par de personas se acercaron a ayudarme, preguntaban si estaba bien o si necesitaba algo, pero no fui capaz de responderle a nadie. Agarré la maleta y en cuanto pude ponerme de pie corrí hasta mi auto, enseguida la abrí para revisar si había algún otro mensaje de Steven, pero no. Solo había ropa y efectivamente eran pertenencias de Brooke. Me quedé congelado otro rato intentando pensar qué debía hacer y cuando iba a cerrar la maleta vi un papel entre un par de cuaderno, no tomé pensando que era lo que buscaba, pero era de Brooke, una carta. Comencé a leer mientras mi corazón se aceleraba a cada segundo, sentí como todo mi cuerpo se estremeció y quería lanzar todo a la mierda.

"Te amo, te amo bastante, pero no me siento preparada para vivir la vida que haz escogido para ti. Quiero un noviazgo normal, quiero alguien con quien poder salir a dar un paseo sin pensar que es peligroso, quiero vivir una vida normal"

Eso dolió. Sentí una punzada en mi pecho, no supe en qué momento había escrito esa carta ni cuando pensaba entregármela, pero estaba doliendo demasiado.

Conduje a toda velocidad hasta la casa de Mike, no respeté semáforos ni señales de tránsito, estaba desesperado solo de pensar que cada segundo que pasaba Brooke con Steven era tan o más peligroso que la mismísima muerte. Quería golpear al mundo entero, me bajé del auto y golpeé el portón con todas mis fuerzas, abrieron rápido y corrí adentro exaltado.

-¡Tiene a Brooke! - grité en cuanto abrí la puerta.

-¿Qué? -Mike dejó caer su puro, se puso de pie y su rostro palideció.

-¡La tiene maldita sea! ¡Me dijiste que la cuidarías, no pusiste ni un miserable hombre a cuidarla! -estaba gritando y me di cuenta que algunas lágrimas estaban cayendo de mis ojos-. Sabes perfectamente ... -bajé más voz-, que basta un minuto con ella para que ese mal nacido le arruine la vida.

-No, no. No digas eso -intentó calmarme-. Él no le hará nada, quiere que lo dejes en paz, no quiere que lo mates con tus propias manos.

-Debe estar esperando que le devolvamos a su hermano -asumí, Mike asintió-. Entonces lo haremos, lo haremos enseguida. Llámalo, dile que ahora mismo lo llevamos donde sea.

-Justin, yo no tengo como comunicarme con ese infeliz, lamentablemente, creo que dependemos de él. Es él quien debe comunicarse, tendremos que esperar su llamado.