Capítulo 20 : Declaración

31.1K 3.4K 4.7K
                                    


DAVEN


El inicio de temporada estaba siendo provechoso: dos juegos ganados, uno perdido contra el colegio Shermans. Habían sido los bicampeones el año anterior, su escuela estaba repleta de chicos adinerados cuyo entrenador había pertenecido a un grupo de árbitros de la NFL. La derrota no fue la mejor forma para causar una buena impresión. Aún así, Zac, Spencer y yo logramos captar la atención del entrenador Torbert. Lo supimos porque Davis nos lo dijo en forma de cumplido, incluso él lo respetaba y sabía que ganarse su atención no era cosa de todos los días. Gracias a ello, resolvimos empezar a grabar nuestros entrenamientos y partidos con el propósito de usarlos como carta de presentación para nuestras postulaciones universitarias.

Estaba nervioso. Emocionado por la posibilidad de que todo saliera bien, pero también nervioso. Sentía que los objetivos que me había trazado a inicios de año, estaban ahora al alcance de mi mano. Podía verlos balanceándose ante mí. Por desgracia, con la misma claridad veía las probabilidades de que algo ocurriera y lo estropeara todo. Y no es que fuera pesimista, es sólo que temía darme cuenta de que la fiereza con la que luchaba era, en realidad, insuficiente. La mayor parte del tiempo, me obligaba a no pensar en ello. No quería ser un ave de mal agüero para mi propio futuro, por lo que insistía en repetirme a mí mismo que todo saldría bien.

Necesitaba que saliera bien.

El año ya estaba lo bastante adelantado para mantener mi mente ocupada en las cuestiones universitaria. Marzo se desvanecía con rapidez y los deberes aumentaban como el fuego en una hoguera. Había algo que entregar todos los benditos días, aunque con mi empeño redescubierto aquello no representaba un problema. Sólo un fastidio.

Hubo otra cosa que el mes trajo consigo: el cumpleaños número diecisiete de Hemsley. No me enteré sino un día antes y eso porque Nathalie lo mencionó por casualidad mientras salíamos de la escuela. Lucía avergonzada de que su amiga lo dijera a toda voz y, cuando la interrogué al respecto, se excusó alegando que, en realidad, no era la gran cosa. Su madre siempre le preparaba un pastel y tenían una pequeña reunión familiar en casa. Willow no tenía otro amigo cercano, además de Nat, por lo que no perdía el tiempo hablando de ello con gente de la escuela.

Eso me ofendió.

Es decir, no éramos amigos en el sentido estricto de la palabra. Nuestra relación estaba más allá de la amistad, incluso si ella se negaba a verlo. Aún así, esperaba recibir un poco más de estima de su parte. ¿Que no habíamos pasado las tardes del último año juntos como una jodida garrapata? Wylo simplemente había asumido que su cumpleaños no tendría importancia para mí, como si me considerara uno más del montón. No se lo dije, pero me sentí herido, enojado y también frustrado.

La verdad es que no tenía dinero para comprarle nada bonito. Nuestros ahorros eran intocables, mientras que el resto de nuestras ganancias (las de papá y mías) estaban destinadas a la comida y demás productos básicos. En resumen, no había espacio para los lujos y un regalo, incluso si iba dirigido a la chica que me gustaba, era un lujo que no podía permitirme. Además, su familia tenía dinero, Willow no era completamente ajena a las cosas costosas. ¿Qué podía darle yo que la impresionara?

Al final, le dejé un chocolate y un post-it con un simple "Feliz Cumpleaños, Hemsley" escrito en marcador azul. No me quedé para ver cómo reaccionaba, pero en un momento, mientras me dirigía a mi casillero, salió de la nada y plantó un beso suave en mi mejilla. La gente bullía a nuestro alrededor. A ella, sin embargo, no le importó. A mí, menos.

—Gracias. —su sonrisa era radiante.

Entonces se alejó por donde vino. No recordaba la última vez que me había sonrojado.

El Día Que Las Estrellas Caigan ✔ (Destinados I)Where stories live. Discover now