capítulo 3

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Nos miramos a los ojos y los dos comenzamos a gritar por la sorpresa.

Cuando paramos de gritar lo único que se me ocurrió decir fue:

- Gritas como una niña.

Él me miró,  con su rostro escondido por las sombras de la noche.

- Tú también.

- Pero yo soy una chica.

Él se encogió de hombros.

- Y?

Yo sacudí la cabeza pensando en lo patética que era esta conversación. Luego recordé cómo había aparecido este chico, y comencé a retroceder lentamente.

-Adónde te crees que vas?-me preguntó con el ceño fruncido al ver que iba retrocediendo.

- Me voy a dónde quiero. No te conozco de nada y a saber lo que me puedes hacer.- le contesté- Además,  has aparecido de la nada y eso no suele pasar todos los días.

- En primer lugar, yo tampoco sé cómo he llegado aquí.  Y en segundo lugar, no te voy a hacer nada. Acaso tengo cara de violador?-preguntó enarcando una ceja.

Yo enrojecí mientras pensaba: No, tienes cara de modelo de hollister. Pero me callé pensando en algo que decir. El chico, al ver que yo seguía sin decir nada, habló.

- Vale, pues si no quieres hablar, hablo yo. -me dijo acercándose un poco, mientras yo volvía a retroceder- Hace unos quince minutos que salido de mi casa, después de comer.

- Comes a mitad de la noche?-le pregunté.

- No.- dijo sorprendido mirando al cielo nocturno - Era mediodía cuando yo he salido de mi casa.

Esto cada vez se está poniendo mas extraño, pensé.

- Continúa.

- Bueno, yo salí de mi casa, simplemente para dar un paseo y me topé con un bosque. Entré en el bosque, pero al poco rato me perdí.  Cuando iba a dar media vuelta distinguí este claro y decidí sentarme en la orilla del lago a descansar.Entonces,  cuando iba a coger agua para refrescarme, descubro que mi reflejo no es el mío,  sino el de una chica guapa-me guiñó un ojo al mismo tiempo que yo me sonrojaba- .Acerqué la mano  para tocar la superficie,  pero entonces otra mano me agarró y atravesé la superficie del lago, sin mojarme,  porque no había agua. Era como atravesar una cortina helada. Y bueno, comenzamos a gritar,  me dijiste que gritaba como una niña...

-Paraa- le interrumpí.-Eso yo ya lo sé,  lo recuerdas?

Él compuso una mueca burlona, pero no dijo nada.

- Esto es demasiado extraño. - le comenté. Él asintió.

- Ahora cuenta tu historia.

- Eso es lo extraño. Que mi historia es exactamente igual que la tuya solo que era de noche.

El chico me miró con sus ojos azules resplandecientes como el agua del mar caribe, al que yo había ido cuando yo era más pequeña, y por un momento me olvidé de respirar. No me había fijado en lo bonito que eran sus ojos.

- Vale.- dijo finalmente- Antes de empezar a liarlo todo, cómo te llamas?

Definitivamente estaba sorprendida. Llevaba un rato pensando en cuánto tardaría en reconocerme,  ha que había salido muchísimas veces en la tele en actos por ser la princesa, pero este chico no parecía saber quién era. Sino, no me habría tratado así.

- Rose.

El chico no dio ningún indicio de reconocerme, ni siquiera con el nombre, y me extrañé aún más.

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