capítulo 6

2.5K 200 33
                                    




P.O.V. DARWIN

Rose miraba al Señor Oscuro con temor en sus ojos dorados. Ella seguía estando igual desde la última vez que la había visto, que era ya una semana y media. Puede que un poco más delgada y más pálida.

- Estúpida niña -dijo el Señor Oscuro, escupiendo en el suelo-, siempre acabas descubriéndolo antes de que acaba el día.

Rose tragó saliva, aunque no bajó la barbilla en ningún momento ni apartó la mirada del Señor de la Oscuridad.

- Si fueras un poco más tonta -prosiguió él -ni tendríamos que darte tantas dosis de esto -levantó con una mano la copa que contenía la poción del olvido-. ¿Sabes que puede ser perjudicial, verdad? Cuantas más dosis, menos probabilidad hay de que recuperes tu memoria del todo. Incluso puedes no llegar a recuperarla jamás. Alomejor tendría que subirte la dosis, ¿no crees?

Rose palideció más aún y noté sus ojos lagrimosos.

- Como tú quieras, Padre -atinó a decir con sarcasmo.

Un destello de cólera pasó por los ojos del Señor Oscuro y en un visto y no visto estaba delante de Rose con la mano levantada. La bofetada que le pegó resonó por todo el salón e hizo que se cayera al suelo. Rose se quedó en el mismo sitio en el que había caído , con los ojos muy abiertos. Se llevó una mano temblorosa hacia su mejilla que tenía una marca de mano roja y se le empezaron a caer lágrimas de los ojos hasta la falda de su vestido azul.

- Hay que ser educado con tu padre, querida Nadia -reprendió el Señor Oscuro con una sonrisa irónica.

Pasó por su lado caminando y le pegó una patada en la cadera. Rose gimió, pero no volvió a decir nada. Le llevaron una copa con otra dosis a la boca y ella no opuso resistencia. Me destrozó el corazón verla así. Sus ojos se desenfocaron un momento y luego empezó a llorar con más fuerza.

- ¿Dónde estoy? -preguntó - Me duele la cara y la cadera.

Enseguida apareció una chica de ojos violeta con una trenza negra de lado.

- Nadia, cariño, no te preocupes. Te has caído de las escaleras, te pondrás bien...

Continuó hablando mientras la levantaba del suelo con un esfuerzo y se la llevaba del salón. Lo único que podía pensar en este momento era en que iba a matar a ese bastardo que se hacía llamar Señor de la Oscuridad.

Me desperté sin recordar lo que había soñado, pero con una sensación de que no había sido nada bueno. Miré al despertador y vi que aún era pronto, probablemente los demás aún estaban dormidos. Suspiré y pensé que debería visitar a mi familia.

Me había quedado en mi habitación del castillo durante la desaparición de Rose, para ayudar a buscarla o para entretener a sus hermanos. Estábamos todos destrozados. Habían pasado once días desde que mi novia había desaparecido y no teníamos ninguna pista de su paradero. Algunos habían perdido la esperanza de encontrarla, nosotros no.

Estos días me había hecho más cercano a Josh y a Naomi. Me di cuenta de que cuanto más tiempo pasaba con ellos, mejor me caían. Naomi estaba como una cabra, cuando no estaba deprimida por la desaparición de su mejor amiga. Josh me caía un poco mal hasta que me di cuenta de lo mucho que quería a Naomi, y a partir de ahí me fue cayendo mejor poquito a poquito.

Y Adam...No sé como describir la relación que tengo con él. Cuando éramos pequeños no era así, pero cuando creció se le subió el poder a la cabeza. Rose me ayudó a darme cuenta de que no tengo por qué dejar que me manipule por mucho que sea el heredero. Y es un imbécil, pero...creo que está cambiando. No mucho, pero por lo menos pide perdón y esta ayudando a buscar a Rose.

Frozen fireWhere stories live. Discover now