Amando la Luna (EDITANDO)

Capítulo 38

David Torres

Esta situación cada día se pone peor. Las cosas que hizo Shawn trajo sus terribles consecuencias, pensé que después de todo, se había acabado, pero no; ahora hay una persona que lo sabe todo y está involucrando a Génesis, cuando me prometí que la iba a mantener alejada de toda esta situación.

—Tienes que ayudarme—Shawn había venido para algo extremadamente peligroso y que nos podía arruinar.

—¿Estás loco? Si crees que te voy a ayudar, estás muy equivocado—Jamás aceptaría su trato de sólo ayudarlo en algo y después irme.

—Si no lo haces, mamá estará en peligro—esas palabras activaron mis sentidos.

—¡¿cómo?! con eso no se juega Shawn, no puedes involucrar a mamá sólo para que me involucre—

—No estoy jugando; si no hacemos esto, ella puede...—su voz se quebró.

—No lo digas—advertí—Escucha, te ayudaré, pero sólo en la primera parte de ese plan—no podía arriesgarme tanto.

Las malas decisiones de Shawn siempre trayendo problemas, y ahora sus malas juntas traen esto.

—Gracias hermano, vamos a salir de esta, lo prometo—

—Vamos a salir de donde tú nos metiste—estaba más que molesto, quería a Shawn pero era un terco y no aceptaba consejo.

—Mañana comenzamos—

La peor decisión que pude haber tomado en mi vida.

Tal vez si no aceptaba hubiera salido de esta mucho más fácil, pero no fue así y no me voy a detener en el "qué hubiera pasado si..." ahora tengo que resolver esto y tratar en lo más posible de que Génesis no se involucre tanto.

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—Tengo la grabación aquí—Génesis me mostró un pendrive de color rosa. Ese no era su color favorito, es más ni le gustaba en lo más mínimo, así que supuse que era de su madre o de alguien más.

—Muy bien, veré si logro encontrar algo que nos ayude, quizás hasta sepa quién puso esto en tu casa—a pesar de todo hay algo en nuestra relación que está quebrado; nos encontramos distanciados, ya no hay besos ni palabras dulces y eso me frustra. Aunque tengo que admitir que soy yo quien ha matenido esa lejanía.

—Mi amor...—giré a verla con el ceño fruncido; era la primera vez después de días que me llamaba de esa manera—perdón—presioné aun más mis cejas al no comprender el porqué se está disculpando—me siento la culpable en esta situación, quizás si yo no hubiera querido saber qué ocurría, no estuviéramos en esta situación. Si esa persona no me hubiera conocido...—la interrumpí no podía seguir escuchando aquellas diculpas salir de sus labios.

—Escucha, tú no eres la culpable, no quiero que vuelvas a decir eso, ¿entendido?—

—pero yo...—

—¿entendido?—la interrumpí serio, no soportaba que se echara la culpa cuando no es así.

—Okey, pero sí me siento culpable por nuestra relación. Ya ni nos besamos o hablamos como antes—sus hermosos ojos se llenaron de lágrimas y ahí me sentí yo el culpable.

—ey ey ey—me apresuré a abrazarla—tú no tienes la culpa de eso, soy yo. La preocupación de que te suceda algo o que te involucres al cien por ciento en este asunto, ha hecho que me aleje de ti, es una forma errónea de protegerte, lo sé, así que discúlpame tú a mí—besé su frente, ya las lágrimas rodaban por su mejilla.

—No quiero que esto termine, David no quiero que...—estalló en llanto y mi culpabilidad aumentó. Limpié sus lágrimas con las yemas de mis dedos mientras acariciaba su delicado rostro.

—No se va a terminar, mi amor-tomé su rostro con mis dos manos—mírame—lo hizo, y ver sus ojos llorosos y su nariz tupida y roja por el llanto, me rompió el corazón—yo te amo, eres lo mejor que me ha ocurrido, perdóname por no demostrarlo ni hacertelo saber, fui un cobarde y un tonto por descuidarte todos estos días—besé la punta de su nariz.

No quería, me rehusaba a perderla; no iba a perder a aquella mujer que llegó a mi vida para mejorarla.

Antes de conocerla vivía con el pasado atormentándome, sí Dios fue quien me sacó de esa depresión, pero Génesis sin saberlo ayudó y estuvo cuando yo no podía más.

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Shawn Dosson