Capítulo 29

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¿Saben esa sensación en la que quieres soltar todo lo que piensas y sientes? esa sensación que te invade, que te incita a bajarte de la cruz y a callar a aquel que está causando eso en ti. Se forma un nudo en tu estómago, lágrimas inundan tus ojos y no de tristeza sino de coraje, tus mejillas se calientan por la furia y en tu cabeza dan una y mil vueltas muchas cosas por decir y no necesariamente buenas. 

Esa sensación era la que precisamente estaba sintiendo ahora, Ethan tocó fondo, pasó la línea y era que David tenía razón, él puede con sus simples palabras destrozarte y dejarte en el piso, puede que tú trates de no dejarle ese derecho sobre ti, pero una vez y toca tu punto sensible, todo cambia, te debilitas y ya no puedes razonar porque está tocando tu talón de aquiles. 

—¿por qué no vamos a la playa mañana?—me tensé y sus ojos me observaron como buscando mi punto más débil—ah cierto, a Génesis le avergüenza su apariencia—sé había pasado, dejé de masticar mi dona, David apretó tanto sus puños que los nudillos se le tornaron de un color blanquecino, Isabella lo observaba con esa mirada que puede hasta herirte y Nani agachó su rostro en vergüenza por lo que su novio estaba haciendo.

—Ethan te lo advierto—primera vez que veo a David llamándolo por su nombre, y sí efectivamente ésto enfureció a Ethan, su puño se estrelló contra la mesa, causando un gran estruendo.

—¡NO ME LLAMES ASÍ!—grita lo suficientemente fuerte como para aturdirnos a nosotros y los que están situados a nuestro alrededor. Nani se levantó bruscamente y su mirada denotaba decepción.

—te lo advierto yo a ti, vuelves a gritar, vuelves a causar un escándalo, vuelves a insultar a mí mejor amiga y créeme que no te va a ir bien, así como tú puedes ser peligroso, yo también, eso desatas cuando hieres a los que me importan—se puso enfrente de Ethan de manera desafiante, segura y dominante. Ethan apartó la vista de Nani.

—esto no es contigo, así que no te metas—la sangre ahora está llena de coraje, necesito callarle de una buena vez.

—si tan sólo supieras la razón por la que no estaba conforme con mi cuerpo, te cerrarías esa boca, y dije 'estaba' porque ya no, ahora amo mi cuerpo, no soy perfecta pero estoy conforme con él—me defiendo, pero mi molestia crece aún más cuando éste suelta una risita.

—hablas como si lo que te hubiera pasado, fuera lo peor del mundo—cerró sus párpados y apretó sus puños—¡no sabes nada de dolor, no lo conoces totalmente, vives en tu estúpida burbuja de felicidad y tranquilidad, consigues todo lo que quieres! Tu estúpido dolor es porque unas niñitas te insultaron y como estabas acostumbrada a que todos te adularan, te afectó. Es un mísero concepto de dolor—podía sentir cada gota de coraje, de furia, recorrer mi cuerpo, empezando con la coronilla de mi cabeza, hasta la punta de mis pies.

—¡NO ENTIENDES NADA! YO ERA UN PERDEDORA, FRACASADA, LOS NIÑOS NO ME QUERÍAN, DECÍAN QUE YO ERA LO MÁS HORRIBLE QUE HABÍAN VISTO, LAS NIÑAS NO SE QUERÍAN JUNTAR CONMIGO PORQUE ME TOMABAN COMO LA RARA Y FEA, ESO ME AFECTÓ Y MUCHO. TU...—no me dejó continuar.

—mira cristianita, no estás haciendo las cosas bien, es mejor que te calles o va a ser peor. Proverbios 17:28 Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido—David toma posición protectora al colocarse delante de mí y enfrentarse a Ethan.

—te lo diré una sola vez—advierte en un tono de voz moderado—no vuelvas a hablarle de esa manera, ella no te ha hecho nada, absolutamente nada para que tú la trates así. Cuando regrese mi mejor amigo me buscas, porque yo a ti no te conozco; mi mejor amigo nunca insultaría a la mujer que amo, no insultaría a ninguna mujer, porque el hombre que fue mi mejor amigo sí insultaba y hería pero no de esa manera con cualquier cosa y mucho menos a una mujer—sentencia.

—soy el mismo de antes, sabías que yo era así y aún así decidiste ser mí amigo—David niega.

—no, tú mismo sabes la razón de nuestra amistad, y cuando esta amistad empezó tú no eras así, te desconozco—observo atenta a la discusión, la proveniencia de esta amistad siempre me fue misteriosa.

—sigo siendo el mismo de siempre—escupe con frialdad.

—no, no lo eres, lo dejaste de ser hace un tiempo cuando tomaste esa terrible decisión y aún así nunca me alejé de ti—David toma mi mano y me saca de ese lugar, pero aún así logro distinguir la voz de Nani.

—El dios del trueno, jamás haría eso. Me decepcionas—Nani se retira con su aura furiosa, siguiendo nuestros pasos.

—me das lástima—Isabella también se retira del lugar siguiéndonos.

Me entristece por él, por cómo un pequeño acto de frialdad, se quedó solo. Tocó fondo conmigo, jamás me había sentido tan humillada y llena de coraje como hoy, ni siquiera con lo que esas niñas me hicieron y dijeron aquella vez.

Nos fuimos cada quien por su lado, David y yo nos dirigimos a mi casa.

—no tenías que defenderme, yo podía—

—no, no sabes cómo controlarlo, hubiera sido peor. Además ni él ni nadie te va a tratar así, el que se atreva a hacerlo le va ir peor que mi trofeo de ciencias cuando mi hermana sin querer le estrelló su pelota de basquet—sonreí ante el recuerdo; David me contó sobre un torneo de ciencias en el que participó y ganó, pero un día Karen jugando basquet dentro de su casa, estrelló la pelota contra el trofeo haciendo que aterrizara en el suelo y se rompiera no en miles sino en millones de pedazos.

—te amo—digo mientras suspiro, la verdad es que ¿cómo no amarlo? es perfectamente imperfecto. Sus labios muestran esa sonrisa encantadora que me derrite cada vez que la veo.

—es la primera vez que me lo dices así de la nada, siempre lo dices pero de manera de respuesta cuando yo te lo digo—es verdad, siempre me a costado decir esa palabra cuando se trata de novios, aunque sólo tuve uno, igual a ese siempre me costó decirle "te amo" porque siento que es una palabra que no se le dice a cualquiera y menos a cualquier chico; pero David... David se lo merece.

—déjame gritarlo a los cuatro vientos. TE AMO, TE AMO, TE AMO, TE AMO—grité haciéndolo reír.

—YO MÁS, YO MÁS, YO MÁS, YO MÁS—le deposito un beso en el cachete, no en la boca porque está conduciendo y no quiero que nos estrellemos—no permitiré que alguien te haga daño, mi Luna—sin que me de tiempo de pensar bien, suelto las palabras.

—¿por qué Ethan se comporta así?—los ojos de David se mostraron melancólicos.

—hace unos años, perdió algo que amaba con todas sus fuerzas—es lo único que se limitó a responder. Asentí y no volví a preguntar ni a opinar—sufre, y sufre tanto que al ver a los demás felices, se llena de coraje por no tener esa felicidad y como no la puede tener, hace a los demás sufrir para que los demás sientan ese dolor—un nudo se forma en mi garganta.

—¿cómo se hicieron amigos?—David se empezó a sobar constantemente la nuca.

—es complicado—agaché mi mirada al ver que no puede contármelo, lo nota porque con su mano alza mi rostro para que lo vea—ey no te pongas así, es sólo que... después de un tiempo entenderás la razón del porqué; tengo fe en que él recapacitará y cuando eso pase, vas a saberlo todo—Asentí confundida, ya que no comprendí lo que quiso decir.

¿cuando Ethan recapacite? 

¿con qué tiene que recapacitar?

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yujuuuuuuuu ¡hoy es el día del libroooooo! 

¡hay que celebraaaaar!

Espero y tengan un grandioso día.

Hablando de la historia ahora ¿qué tal les pareció el capítulo? 

Ethan se pasó con Génesis, pero veremos qué sucede en el próximo capítulo.

Los quiero y... nos leemos pronto ;)


Amando la Luna (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora