Capítulo 17

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Días después es la presentación de danza, tenía los nervios a mil, no sólo por la presentación, sino también por mi pareja.

Los chicos se vistieron en otro lugar, casi siempre eran camerinos compartidos, sólo que eran divididos por una pared.

Todas nos veíamos espectaculares, teníamos vestidos de gala y maquillajes perfectos.

Yo tenía un vestido azul rey que llegaba a mis rodillas, con encaje en la parte superior, un labial rojo zafiro y mi cabello suelto con ondas en las puntas, que llegaba un poco más abajo de mis hombros.

—Génesis te ves preciosa—dijo Isabella mientras salía del camerino.

Ella definitivamente también estaba hermosa.

Tenía un vestido rojo satinado que le ajustaba en su cintura y era suelto más abajo hasta llegar dos dedos después de su rodilla, sus ojos claros resaltaban en un maquillaje con sombras doradas y su cabello estaba amarrado en una cola alta.

Todas estábamos mostrando piel pero no la suficiente, para nosotras no es necesario, además es una presentación no una fiesta.

Pasaron como cinco minutos y los chicos llegaron, todos se detuvieron en seco al vernos, no es por presumir pero nos veíamos fantásticas.

David me observó y se acercó lo más rápido que pudo.

—no tienes idea de lo preciosa que estás, definitivamente tengo la mejor pareja de todas—tomó mi mano y besó mis nudillos

—tú te ves...—quedé sin palabras, su traje hacía juego con mi vestido, tenía un saco color azul rey, un pantalón que hacía que sus piernas se vieran aún más hermosas, una corbata azul rey también y sus hermosos ojos ámbar eran lo que más resaltaba por los colores—guapísimo, me tocó el más bello de todos—

Todos estábamos nerviosos. Una hora después ya era momento de comenzar, así que antes de subirnos al escenario, hicimos una rueda y oramos.

Montados cada uno en su posición, las luces se apagaron y los reflectores nos apuntaban, mientras sonaba la canción, un hermoso vals.

David y yo teníamos una química increíble, mis ojos no se despegaban de los de él, su mano izquierda se posaba en mi cintura y su mano derecha estaba entrelazada con la mía.

No podía evitar recordar el día que me confesó que le gustaba, fue demasiado lindo.

La canción llegó a su fin e hicimos todos una reverencia para salir.

Ya afuera íbamos en dirección a los camerinos y todos estábamos en completo silencio, pero no era incómodo, era un silencio con conexión, no necesitábamos hablar.

Antes de entrar al camerino, esa voz chillona y molesta llegó a nuestros oídos.

—¡David! Cariño, que increíble—abrazó muy fuerte a David.

¿Cariño?

Ella prosiguió—en todos estos años que llevamos conociéndonos jamás supe de tu don para bailar—lo soltó y sus ojos buscaron los míos, pensé que iba a ser una mirada con odio, pero fue todo lo contrario, sonrió, aunque pude notar que no fue una sonrisa sincera.

—Carol, yo tampoco, pero por ella haría todo—David posó sus brazos en mi hombro y me atrajo hacia él y yo como boba enamorada sonreí.

Ella soltó una carcajada muy fuerte que a los dos nos aturdió.

—ahora es por ella—se volvió a reír—eso no era así hace unos meses cuando me dijiste que lo darías todo por mí—David estaba en shock, todo su cuerpo se tensó y tragó duro antes de hablar.

—ehhh, eso fue mucho antes de conocer a Génesis—puso los ojos blancos y trató de volver a acercarme.

Quedo en silencio.

»además fue un día en el que estaba muy despechado, fue la primera y última vez que me emborraché«

—¿tomábas?—no pude evitar preguntar sorprendida.

—como dije, primera y última. Estaba muy mal y empecé a beber, después vi a Carol y de alguna forma solté todo lo que se me vino a la mente, aún sin sentirlo—

—no cuentas la historia completa, se te olvida un detallín chiquitín—David le lanzó una mirada de advertencia.

—Carol, no hagas peor las cosas—contestó David.

—oh, David, esto sólo empieza, me sorprende que no le hayas contado nada a tu...—me empezó a ver de arriba a abajo, analizándome, eso me molestó bastante—¿novia?—

—Carol...—David le advirtió, su tono estaba muy molesto.

—no se te olvide que una semana después...—David la interrumpe.

—¡Ya! ¿si? Nunca me gustaste, estaba despechado, no sigas por favor—Carol se echó a reír de nuevo, era fastidiosa.

—no dejes a tu novia con la intriga, ella tarde o temprano se iba a enterar—volvió su mirada hacia mí—verás, este chico que está a tu lado, una semana después de confesarme todo su "amor" fue a mi casa y...—David la vuelve a interrumpir

—Carol ¡Ya! Deja mi pasado tranquilo por favor—Carol no le dio importancia a eso y siguió.

—en pocas palabras, ya no es virgen tu noviesito—quedé en shock.

—Gene—David empezó a hablar pero no lo dejé terminar.

—David, tranquilo. Sé que eso fue en el pasado, tú y yo somos sólo amigos especiales y no novios, por eso no tengo derecho a molestarme—le tomé de las manos.

»Nuestra amistad especial no se va a acabar por algo pasado. No le hagamos caso a ella, se nota que no soporta vernos juntos y felices«

David me miró directo a los ojos, una enorme sonrisa apareció en su precioso rostro.

Por unos segundos, Carol y lo que había en nuestro alrededor desapareció.

—Son repugnantes—Carol interrumpe el silencio acogedor—lo de ustedes no va a durar mucho y tú David te darás cuenta de que cometiste un error y vas a buscarme—

Una risa sarcástica de parte de David inundó el lugar donde estábamos.

—lo que no va a durar mucho eres tú parada junto a nosotros—se vuelve a reír- y jamás volvería a buscarte, eso sí sería un error de mi parte—

Carol sin hallar palabra alguna, dio media vuelta y se retiró furiosa.

Los dos empezamos a carcajearnos muy fuerte, por lo sucedido.

De alguna manera me da gracia sus intenciones, por creer que caería en sus juegos. Pero también me da tristeza por ella, porque hay que tener una muy baja autoestima y valorarse muy poco, para tratar de separar a dos personas que son felices, sólo por el bienestar propio.

—Gracias—expresa David en un hilo de voz.

—yo no he hecho nada—le respondo al no entender su inesperado 'Gracias'.

—sí que hiciste. Me aceptaste a pesar de—toma un profundo suspiro—por un momento pensé que terminarías con nuestra amistad especial—

El sólo pensar en haber hecho tal cosa, se me estruja el corazón. Hubiera sido un gran error de mi parte, dejarme influenciar por la cizaña.

—Nunca lo hubiera hecho. Si lo que dijo pasó o no, no soy quien para molestarme ni juzgarte; eso sucedió en el pasado, hay que vivir el presente—

—eres la mejor, ¿ya te lo había dicho?—

—uhmm como unas dos—hago una pausa—cientas mil veces—nos echamos a reír nuevamente—tú también lo eres—





Amando la Luna (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora