¿Mudarse?

3K 252 21
                                    

Juliana Pov

-Mi cabeza...siento que me voy a morir-. Dije con un hilo de voz tratando de abrir los ojos.

No les pasa que siempre tienen un momento de tranquilidad en donde nada suena a tu alrededor, donde tu mente se relaja tanto que sientes un descontrol mental, giras tu cabeza y ves a esa persona que tanto amas, dejas escapar un suspiro y te das cuenta de lo enamorada que estás de ella, hasta que algo o alguien te desconecta de esa realidad mental, en mi caso es Lauren...

-¡Buenos días lenchitas como están! No ya enserio, despierten-. Entra mi inesperada amiga con un portazo tan fuerte que despierta a Valentina tan asustada como cuando le dije que estaba embarazada, aun recuerdo ese día.

FlashBack

-Mi amor...tenemos que hablar-. Dije tratando de aguantar mi risa.

-¿Pasa algo Juls? ¿Quieres que te traiga comida? Oh...tal vez quieres tener...- Interrumpo sus repentinas preguntas.

-Valentina...estoy embarazada-. Dije en un susurro que solo ella pudo escuchar.

-¡Juliana! Vamos a ser mamás...tengo tantas ganas de llamarla Al...espera, tu no puedes estar embarazada, oh Dios mío me engañaste?-. Su voz salió quebrada como si de un bebé se tratara, maldita seas Cabello por hacer que haga esto.

-¡Cielo! Es mentira, obvio que no estoy embarazada tranquilizate, además, tu tienes el poder de embarazarme con solo un mirada-. Esto último lo susurre.

Fin del Flashback

-Lauren...podrías dejar de saltar en mi trasero? Le diré a Mila-. Inmediatamente Lauren dejó de saltar en mi trasero, carajo me duele el trasero, espera...por qué me duele?

-¡Lo sabía! Lauren es una g-o-b-e-r-n-a-d-a.- Esto lo dijo Verónica mientras entraba a la habitación con un café en su mano y en una ropa interior junto con un loro, espera de donde sacaron ese loro?

-Silence, please...mi cabeza está dando vueltas y tengo ganas de vomi...- Se interrumpió mi novia mientras corría al baño, por qué va a vomitar?

-La embarazaste-. Dijo Lauren

-Terrible, oremos-. Esta vez fue Verónica, rodé mis ojos y salí de la cama, fui directamente hacia el baño donde estaba Valentina cepillando sus dientes con un color rojo en sus mejillas, me acerqué a ella y rodeé su cintura con mis brazos, miro mis movimientos por el espejo, terminó de cepillarse y giró su cuerpo quedando ella ahora frente a mí, un olor a menta invadió mis fosas nasales, trató de besarme pero me aparté rápidamente.

-Tengo que cepillarme, cielo-. Hizo un puchero y se sentó en la taza del baño esperando a que yo terminara, escuchamos un Las esperamos en la cocina desde fuera y me apresuré.

-¿Sabes de dónde sacó Verónica ese loro?-. Giró su cabeza en forma de negación, se acercó a mi y beso mis mejillas seguido de mi frente para terminar en mis labios, suspiré.

-Vamos a comer, muero de hambre-. Dije tomando su mano hasta la salida de aquella habitación.

Llegamos hasta la cocina y nos encontramos una escena un tanto particular, Lauren y Veronica intentaban hacer que el loro dijera "Puta" mientras que Camila y Lucy preparaban el desayuno, por último pude ver a Eva, su cabello estaba hecho un desastre, sus mejillas un tanto rojas y la cara de sueño nadie se la negaba.

-Amaneciste bien, no? Hermanita-. Dijo Valentina sentándose a su lado en una silla-. Digo, ayer tu y esa desconocida fumaron tanto que vendiste tu celular por un loro, no?-. Su tono era ahora sarcástico, cabe decir que me encanta que se comporte así, tan excitante.

-Sí...sí Valentina, lo que tu digas-. Susurró con su mano en la cabeza.

-¿No te importa el celular?-. Cuestionó Lucy.

-Tengo tanto dinero con el que comprar otro nuevo, si quisiera podría tener miles de loros más para que el par de tortas de ahí-. Señaló a Lauren y Veronica-. Siguieran tratando de hacerlos decir puta-. Todas reímos por su arrogancia.

Entre risas y un par de bromas pasamos la mañana todas juntas en casa de Camila, sus padres vendrían hasta la noche así que podíamos estar toda la mañana acá, al final todas nos despedimos de Camila y Lauren que fueron las únicas que se quedaron, las demás se fueron yendo poco a poco hasta quedar sólo Valentina, Eva y yo en el automóvil.

Unos minutos despues tambien me despedí yo de mi novia y mi ahora cuñada, tenía que llegar a casa lo más antes posible, puesto que Lupe quería hablar conmigo.

-July...por fin llegas, tengo una noticia que darte hija-. Su voz estaba llena de felicidad.- ¿Recuerdas que hace un tiempo te dije que nos íbamos de la ciudad y te pregunté si querías? Pues...mija, nos vamos a mudar!-.

Me dolía, era tan efímero mi cambio de humor, pase de ser la mujer más feliz que jamás pude ser a ser la mujer más estúpida que puede haber. No quiero dejar a Valentina, no puedo mudarme, eso sería el final de todo esto, eso implicaría a perder todo por lo que ahora vivo, no quiero, me rehuso a sentirme vacía otra vez.

-No quiero que nos mudemos...- Dije con un tono de voz bajo y neutral.

-Juliana...ten-. Interrumpí

-¡No Lupe! No puedes obligarme a abandonar a mis amigos, mi universidad, mi vida!-. Grité, puede que me esté comportando un tanto caprichosa o rebelde, pero no puedo medir mis palabras, el miedo se transformó en enojo y el enojo en tristeza. Estaba hecha un lio.

De repente mi madre dejó de mirarme a los ojos, su mirada estaba puesta en un punto detrás de mí, que es lo que tanto mira, me pregunté, no lo supe hasta que oí esa voz rasposa, fuerte y repugnante que tanto odiaba desde que recuerdo, no...otra vez no.

-Cariño....-No quería verlo a los ojos, esos malditos recuerdos volvieron a mi mente, esas noches, esos gritos, caminó hasta donde se encontraba Lupe, y me miró, una sonrisa se dibujó en su rostro, no otra vez.

Valentina Pov

-Entonces vi su cara y estaba toda fumadota, neta no te la podrías imaginar!-. Dije mientras reía y le contaba a George que vino de visita sobre la noche pasada.

-Wow...te la pasaste a lo grande, me alegra saber eso Vale-.

Estuvimos charlando un rato hasta que la cena llegó y él se tuvo que ir, Eva en cambio no salió de su habitación toda la tarde y casi toda la mañana del otro día.

Habían pasado casi 10 horas y no sabía nada de Juliana, pensé en marcarle pero eso sería un poco acosador, pensaba que estaba exagerando cuando no decidí marcarle.

-¿Aún no sabes de ella?-. Preguntó Verónica, un día entero sin saber de mi novia, me estoy preocupando.

-Voy a ir a su casa, estoy segura que solo está teniendo esos días donde todo te molesta o no lo se...- Musite mientras tomaba un maleta para ir directo a la casa de mi novia, tenía el presentimiento en que algo iba mal.

Candente (Juliantina)Where stories live. Discover now