Candente (Juliantina)

Fugaz

Juliana Pov

Desde aquel día en la casa de Valentina en donde tuvimos nuestro primer encuentro, desde ahí no pude evitar dejar de pensarla siempre que salía con Sergio, constantemente estaba pensando en ella, Lucho a veces llegaba repentinamente y le contaba a Sergio sobre Valentina, hace poco nos contó que había estado con ella íntimamente y que su amiga Nayeli se les había unido, Sergio lo miró asombrado, yo realmente no podía creerlo.

Eran las 3 de la mañana, no podía dormir. Tomé mi celular y marqué el número de Sergio, al instante de arrepentí y busque el contacto de Valentina. Pensé en marcarle, tomé coraje y llamé.

-Hola...Juliana?-. Susurró soñolienta

-Lo siento Val, no podía dormir...- susurró volteando mi cuerpo al otro lado.

-No te preocupes...

-Val...puedo decirte algo.- pregunté.

-Claro Juls, lo que quieras-. Su voz era triste, podía notarlo.

-Podrías contarme una historia, por favor...

-Si, Val. Recuerdo una vez que mi padre me había comprado un helado, era super rico, era de chocolate, recuerdo que ese día fue el más lindo porque después me compraron unos globos de colores y...- siguió hablando, hasta que deje de escucharla y solo sentí como poco a poco me dormía con su voz.

Juliana Pov

Caminaba por los pasillos de la universidad buscando con la mirada a Sergio, con el que un día antes habíamos quedado para vernos.
Cuando por fin lo encontré no estaba solo, con el estaba Lucho y mi Valentina quien se encontraba observando sus manos, parecía incomoda, me acerqué a ellos y salude a Sergio con un beso en su mejilla, le sonreí a Lucho y tomé a Valentina del brazo, excusandome para irme con un "Tenemos que ir al baño" solté su brazo y nuevamente la tomé pero esta vez de la mano.
Al llegar vi que tenía una cara de preocupación, me acerqué a ella y pregunté.

-¿Qué te pasa? Ayer sonaste triste y hoy simplemente estas desconectada de todo.- pregunté acariciando su mano que seguía entrelazada con la mía.

-Juls, aye...ayer Lucho intento acostarse conmigo, yo no quería.- sollozó

-Nena, no llores.- la tome entre mis brazos y la abracé.

-Yo...yo sentí asco de mí-. Intentó reponerse.

Tomé su cabeza y la acerque a mi, nuestras narices se rozaban, sus lagrimas caían por sus mejillas, sus ojos estaban apagados, acerqué mis labios a los de ella y en cuestión de segundos se aferró a mi cuello, su lengua trazaba mi labio inferior pidiendo permiso para entrar, lo acepte y de inmediato se formó una pequeña guerra entre ellas, tomé su cintura acercándola más a mi, nos separamos por falta de aire.

-Juliana...siento que me gustas-. Susurró

-Valentina, yo... debemos volver, tenemos clases.- tomé su mano y salimos juntas de aquel lugar.

Valentina y yo nos despedimos con un beso fugaz en los labios y nos fuimos cada una a clases.