29: El comienzo de algo nuevo

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Aquella tarde de domingo, estaban todos reunidos en el departamento de David. Coco yacía en la cocina preparando las cosas para tomar el té, Lucy y Laurie estaban en la habitación de ésta última jugando con Imán. Por otro lado, David yacía en la terraza conversando con Jacque la novia de su hija, quien a su vez estaba my feliz de ser nuevamente recibida en la familia tras la distancia que se tomó por la pelea entre Lucy y su padre.

_ ¿Cómo ha estado en estos días, señor Jones?

_ Bien, mucho mejor, pero no me digas señor, dime tío así no me siento tan viejo - bufó él destacando su peculiar sentido del humor.

_ ¡Ah, tío! - rió la joven con un poco de vergüenza ya que estaba acostumbrada a tratar a las personas así.

_ Y prométeme una cosa, que vas a cuidar mucho a mi hija - le recalcó David sujetándola suavemente por los brazos.

_ No se preocupe por eso. Está más que claro - aseguró ella con una sonrisa.

En eso, Lucy, Laurie e Imán aparecieron por la sala de estar, casi ahogadas por la risa de tanto divertirse con las bromas que Imán les hacía.

_ Estás loca, pero es verdad o no - le dijo Lucy a Imán entre risas.

_ Sí, igual, qué más quieres que te diga - rió Imán pero ahora con más naturalidad.

_ Entonces tú nos vas a ir a recoger hoy - le recordó, ya que con su novia y hermana iban a ir al cine.

_ Sí, yo las paso a buscar en la tarde, pero me tienes que prometer que me vas a ayudar con el mercado al que van ustedes porque no entiendo nada - recalcó Imán.

_ Tranquila, yo te voy a ir indicando - después chocaron los cinco.

_ Siempre y cuando a Lucy recuerde llevar el dinero necesario, ya que a veces se le olvida y lleva de menos - bufó la pequeña Laurie.

_ ¿Y tú? Mira quien lo dice, la que olvida recoger su ropa tirada - le respondió Lucy haciéndole cosquillas a su hermana, luego dirigiéndose a su novia le dijo.

_ Jacque, ¿nos vamos? 

_ Sí - le respondió ella desde la terraza.

_ Adiós, papá - le dijo Lucy a su padre dándole un beso en la cara.

_ Adiós, mi amor, cuídense mucho - le respondió devolviéndole el gesto.

_ Adiós, papi - corrió Laurie hacia los brazos de su padre.

_ Adiós, mi niña hermosa. Te portas bien - dijo David paternalmente y cargando a su hija en sus brazos.

En ese lapso, Lucy y Laurie se despidieron de su madrastra con total normalidad, con mucho cariño y el afecto perdido. En especial Lucy, ya que la relación con Imán mejoró considerablemente. En cuanto a la relación que ésta tenía con su hermanita Laurie también se puede decir lo mismo, ya que ambas habían estado compartiendo muchos momentos juntas, tal y como cuando eran más pequeñas. La salida de hoy era exactamente eso, no solamente abarcaba el hecho de estar con su novia, sino que además incluía el estar con su querida hermana pequeña a quien tanto adoraba.

Luego de que todos se despidieran con abrazos y rodeados de una atmósfera de cariño, las tres chicas salieron del edificio contentas porque pasarían la tarde juntas. En cambio, David e Imán se quedarían sólo con Coco en casa. Cuando estuvieron solos, Coco salió de la cocina un poco despeinada, y como no había visto salir a las niñas, pero sí tenía conocimiento de que irían al cine, les preguntó a ambos si ya se habían ido.

_ Sí, ya se fueron - respondió David.

_ Ah, entonces yo voy a poner la mesa para que tomemos té. Les cuento que hice un pie de limón que me quedó exquisito. Cuando esté lista les aviso - dijo jovial.

_ Gracias, Coco - le dijo Imán.

_ Muchas gracias, vieja amiga - le dijo David sonriente.

Y así fue cómo David vio realizado su sueño, ver reunida a su familia, a sus hijas unidas y llevándose bien y a Imán de vuelta para devolverle la felicidad que tanto anhelaba.




Ella no es mejor que yoWhere stories live. Discover now